Nuestra canción

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Narra Temo

Hace un buen rato que no venía al departamento de los Córcega, ya qué no quería meter en más problemas a Aristóteles y por qué siempre pasaban cosas como está.

- tal parece que Fransisco López y su hijo el desviado son más parte de la familia que nosotros hermano.- dijo Audifaz, yo agache la mirada y empeze a jugar con mis dedos para tratar de no llorar.

- no te confundas, Audifaz las inmoralidades nunca serán permitidas en esta casa, si acepte que pancho trajera a su hijo fue solo por qué trajo comida.- dijo doña Imelda.

Luego de ese comentario sentía que no podía aguantar más, el llanto estaba a punto de salir, pero Aris comenzó a hablar.

- ya basta no, cuántas veces les tengo que decir que dejen de hablar así de Temo, que no se dan cuenta que sus comentarios nos lastiman.

Lo miré cuando comenzó a hablar y me sorprendí por lo que dijo... ¿Nos lastiman? Claro su familia piensa que el es gay, pensé.

- Aristóteles, no hables así, respetanos.- dijo su papá.

- como te atreves a exigir respeto, el respeto se gana Audifaz, una cosa es que no esten de acuerdo con lo que nosotros sentimos y otra muy diferente es que nos estén insultando.- dijo aris, el siempre me defendía y es algo de lo que estoy agradecido pero no me gusta que por mí culpa el tenga problemas con su familia.

- Aristóteles no te confundas, te lo he dicho antes, a ti te recibimos en esta casa solo por qué eres de la familia, pero a este joven no tenemos por qué aguantarlo. Y no te quejes que he sido bastante prudente con tus inmoralidades.- dijo doña Imelda.

Luego de ese último comentario ya no pude contenerme más y comencé a llorar.

- ya estoy harto, se supone que la familia debería apoyarse en todo y entenderse pero que gran familia me tocó a mí.-

Aris se volvio a sentar, pero está vez mirándome a mi, estiró su brazo y de una manera muy tierna me agarró la cara para que yo lo volteara a ver y me dijo:

- no los escuches más, no permitas que te hagan daño, ven mejor vámonos te muestro la canción que te escribí. - nos levantamos al mismo tiempo, me abrazo y nos dirigimos a su departamento. Yo solo podía pensar en que Aris me acababa de decir que escribió una canción para mi.

Al salir escuché que mi papá empezo a gritar y me quería regresar pero Aris me lo impidió.

- no Temo, deja que pancho se encargue de ellos.

Yo solo asentí, subimos las escaleras y entramos a su casa. Fue entonces cuando al fin logré decir algo.

- Aris perdóname, todo esto es mi culpa, te he causado tantos problemas con tu familia, por eso es que me quería ir de Oaxaca para que tú pudieras volver a ser tú mismo y recuperarás a tu familia.

- no sé de qué hablas Temo, ¿Que vuelva a ser yo mismo dices?, La única forma en que puedo ser yo mismo es si tú estás cerca.

Yo me sorprendí demasiado con ese comentario de Aris, apesar de que el siempre me ha defendido de su familia, está vez lo sentí diferente.

- Aris, sigo sin entender por qué no le dices la verdad a tu familia, por qué sigues fingiendo, se que dices que es para apoyarme pero tu relación con tu papá va cada vez peor y yo no puedo evitar sentirme culpable.

- no tiene por qué ser así Temo, no es tu culpa, ellos deben cambiar su forma tan cerrada de pensar... Y en cuanto a decirles la verdad a mi familia, pues... ya lo he hecho sin saberlo, por qué yo... - Aris fue interrumpido por el sonido de la puerta.
Era Polita quien había llegado.

- Temo, Aris ¿Están bien?- dijo ella preocupada.

- si Polita - dije - gracias por preocuparte.

- no tienes que agradecer, ustedes se merecen ser felices.- y dirigiéndose a Aristóteles dijo - se que para ti es muy difícil todo esto por qué ellos deberían apoyarte en lugar de juzgarte, pero sabes que cuentas conmigo, solo dales tiempo ya verás que algún día se darán cuenta de que están equivocados.

Miré a Aris, y para sorpresa mía, estaba llorando.

Narra Aristóteles

Al escuchar el apoyo de mi mama, no pude evitar llorar. Ella era consciente de lo mucho que me dolía el rechazo de mi padre y mi abuela, y aunque Temo creia que yo solo lo había hecho por el, no era asi, por qué está lucha ahora era también mía.

- ma, solo tú me entiendes, neta gracias, te prometo que apartir de ahora seré más valiente y lucharé por lo que siento.- dije dirigiéndo mi mirada a Temo, él no me vio, y lo agradezco ya que no quería que el supiera lo que siento de esa manera.

Mi mamá supo a que me refería, se acercó a abrazarme, y abrazo a Temo después.

- chicos saben que cuentan conmigo para todo, pero por ahora me tengo que ir... Se quedan en su casa. - mi mamá volteo a ver a temo, luego me miró a mí y me guiño un ojo, para luego salir del departamento. Eso causó que una sonrisa se posará en mi cara.

Mágicamente los nervios se apoderaron de mí y el silencio reinaba en el departamento.

Miré a Temo con la esperanza de que se diera cuenta de que lo estaba viendo, para que me viera con esos ojos con los que suele verme.

Y así fue, volteo a verme y nuestros ojos conectaron, no sé cuánto tiempo estuvimos mirandonos en silencio, pero era algo que disfrutaba.

Luego de un tiempo, no se si fueron minutos o segundos, Temo como que volvió a la realidad y empezó a jugar con sus manos nervioso, despegando su mirada de la mia.

En ese momento el silencio se volvió un poco incómodo.

- y entonces- dije tratando de deshacerme del silencio.- estás listo para escuchar ¿nuestra canción?.
- ¿Nuestra canción?... Tu canción diría yo.
- no Temo es nuestra, la empeze a escribir por qué en la clase de piano que te estaba dando me inspire y la terminé de escribir cuando estabas en el hospital, yo no podía dejar de pensar en ti cuando la estaba escribiendo así que...- no pensé mis palabras y al darme cuenta de lo que estaba diciendo los nervios se apoderaron de mí.

- ¿lo dices enserio?, Tu ¿estabas pensando en mí cuando la escribiste?.

- obvio temo, en quién más podría haber pensado, iré por mí teclado, no te muevas- fui directo a mi cuarto y tome el teclado, me miré al espejo y dije - tú puedes Aris, está es tu oportunidad de decirle lo que sientes.

Cuando regrese a la sala Temo estaba hablando por teléfono.

Narra Temo

Cuando Aris se fue a su cuarto, sentí que los nervios se apoderaban de mi, es decir sentí por un momento que podía ser real, qué tal vez el ya se había decidido y que me quería.

Mi teléfono comenzó a sonar, era papancho.

- Temo necesito que vengas al departamento ahora mismo tenemos que hablar.

- si Papancho pero no puede ser más al rato es que Ari

- Temo, es importante, por favor

- esta bien Papancho ya voy.

Aris iba entrando a la sala cuando colgué.

- Ari perdón, pero Papancho me llamó, quiere hablar conmigo, supongo que para hablar de lo que pasó hace rato, en serio perdón Ari yo...

- no Temo no te preocupes en otro momento será, digo si ya hemos esperado tanto, podemos esperar un poco mas.

Me desconcertó un poco lo que dijo pero no le tome mucha importancia.

- gracias por entender Ari.

Sali del departamento y me dirigí a mi departamento.

Lo que no se vio ( ARISTEMO) Editando...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora