El ángel de la muerte se fue, me quedé solo en esacalle gris donde se reflejaban todos los lugares en loscuales había estado, era libre de moverme a dónde yoquisiera. Pero, lo más triste de todo es que podía verlos yno tocarlos, no era capaz de agarrar algo sólido.
Llegué a la casa de Selina, ella esperaba ansiosa en lasala con su maleta, su padre se veía muy preocupado. Mesenté a su costado y, desesperado, grité su nombre, peronadie me escuchaba. Entonces ella comenzó a llamar porcelular, le decía a su papá que me había pasado algo, queella lo percibía. Mas, su padre solo la tranquilizaba, ledecía que todo estaría bien. Yo no tenía noción del tiempo,así que salí a caminar. Por momentos, sentía que meobservaban a lo lejos y pensé que era Azrael. No era así:me di cuenta que no era el único en ese lugar, pues habíamuchas personas, algunos habían perdido la memoria (oeso parecía pues estaban sentados mirando a la nada) yotros estaban caminando por esas calles grises buscando asus seres queridos. Regresé a casa de Selina y vi lasimágenes de un accidente, aquellos cuerpos no fueronidentificados. Selina mencionaba a su padre que el hombreera yo, pero nadie pudo verificarlo. Siguieron pasando losdías...yo caminaba a su costado y trataba de abrazarla, laveía tratando de ocultar sus lágrimas a la vista de lasociedad.
Pasó algún tiempo y ella regresó a la universidad, susamigos la notaron diferente, los rumores no paraban dellover a sus espaldas. Mi pequeña ángel llevaba dentro undolor que trataba de consumir su corazón. Mi memoriaestaba fallando (estaba perdiendo recuerdos) y fue por elloque comencé a escuchar una voz, aquella me decía que sunombre era Bladen; estaba allí para recordarme quién era.Parece ser que mi mente se había divido en dos: mi parteemocional y mi parte racional. Fue en ese momento quedecidí llamar a Azrael antes de que perdiera todos misrecuerdos.
—Azrael, tengo un trato nuevo para ti.
— ¿Cuál es el trato?
—Déjame dos días más aquí. En el primer día, escribiréun libro el cual deberás dejar caer en la habitación deSelina; quiero que mis recuerdos no se borren hastaterminar ese libro y déjame solo en el siguiente día.
—Te pido a cambio diez milenios de tu vida y solo puedodejar tus recuerdos para que termines tu libro, el díasobrante solo quedarán pedazos de ellos.
—Acepto.
Fue así que comencé a escribir este libro para ti, midulce Selina. Te amaba tanto y siento que faltaba muchopor hacer. Quiero que me disculpes y entiendas que lavida que me tocó vivir no estaba en mis manos, tengo queasumir que te recuperarás con el tiempo. Quiero que seasfeliz, que intentes rehacer tu vida y, sobre todo, nuncaolvides que estaré allí, en lo más profundo de tu corazón,acompañándote cuando estés sola y necesites de alguien.En este libro, estaré presente en cada poesía, en cadapalabra de amor, en cada recuerdo vago que se presenteen tu mente, en cada lluvia de invierno y en cada brisa delviento.
¿Recuerdas la primera vez que nos conocimos?
¿Recuerdas el primer beso que nos dimos?
¿Recuerdas la primera poesía que te di?
¿Recuerdas cómo me decías?
¿Recuerdas mis consejos?
Recuerda que siempre te amaré y nunca olvides queestaré siempre en tu corazón.
Te amo
- Con amor, Bryan.
FIN
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El reflejo de una vieja juventud
Teen FictionEn esta época en que el amor se ha perdido en este mundo, la inspiración del poeta es el deseo de hacer brotar aquel sentimiento en cada uno de los lectores de su libro. "Espero que puedan recibirlo con los brazos abiertos" Bladen