Capítulo XI: ¿Será esto la clave de la felicidad?

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Había mucho dinero en un maletín, Azrael cumplió sutrato, pues al ver mi celular tenía un mensaje de Selina. Fuia visitarla. 

—Bryan, ¿recuerdas a mi papá? —dijo Selina.
—Buenas tardes, señor.
—Hola Bryan. Dios mío, ¿eres tú el que sufrió eseaccidente? —exclamó el padre de Selina.
—Disculpe señor, ¿de qué está hablando?
—Es verdad, disculpa si te molesta que te lo recuerde,pero vi lo que te pasó en las noticias. Fue muy valiente detu parte.
— ¿De qué hablas papá?, ¿alguien me puede explicar?
—Sí, lo que pasa es que tuve un incidente en el trabajo yestuve en el hospital por unos días.
— ¿Cómo es que no lo supe?
—Pues porque la noticia solo pasó en las mañanas, aesa hora estás en la universidad. 
—Pero ya estás bien, ¿verdad?
—Sí, solo fue un susto.

Selina fue a la cocina y me acerqué a su padre

—Señor, quiero pedirle que no hable nada de aquelincidente, ya que Selina se asustaría si se entera de laverdad.
—De acuerdo, no hay problema. Tienes que tener máscuidado a la próxima, muchacho, hacer eso no es un juego.
—Espero no hacerlo nunca más.

Tuvimos una tarde muy amena en su casa. Ya oscurecíay decidí ir a casa a descansar. En el camino llamé a Azrael.

—Azrael, ¿así que desperté de un milagro?
—Los tratos son tratos.
—Entonces... ¿solo me queda la mitad?
—Sí, te aconsejo que disfrutes el tiempo que te queda
—Adivino, el dinero está contado.
—Sí, así que será mejor que lo sepas aprovechar.

Desapareció, y me puse a pensar que hacer con tanpoco tiempo. Pienso que debo planear todos mis movimientos, pues, si todo está contado, en segundos,puedo perderlo todo. Era extraño, ya que el padre de Selinano quería que esté con ella porque trabajaba en ese grifo;al parecer, se borró eso y pude empezar de cero. Esto noanda bien, pero supongo que debía aprovecharlo. 
Estaba dudando si era mejor invertir el dinero o disfrutarde mi corta vida, ya que me quedaba poco tiempo por vivir.La verdad es que no sabía si llegar a tener un hijo, puespodía morir antes de verlo y eso apenaría mucho a Selina,muy aparte de ello Selina era muy joven para tener un hijoy estaba estudiando en la universidad. Muchas vecesdebemos pensar en todo; ya que, si bien un hijo no es unacarga, es una responsabilidad por la cual debemos pensarmuy bien en cómo vamos a mantenerlo. La vida allí afueraestaba muy dura y uno nunca sabe lo que puede pasar (almenos eso diría yo que estaba con la cuerda en el cuello).
Mi vida iba tornándose más difícil, pero nunca la tomocon negatividad y creo que he decidido disfrutar estetiempo que me queda junto a Selina, ya que tengo otraoportunidad de nuevo. Siempre soñé con llevarla a París ycreo que eso haré con el dinero que tengo, luego veré quécomenzaré a estudiar, pues, a pesar de todo, amaba elarte, principalmente la escritura y la música. Mañana seráel día en que organizaré una lista de las cosas que debohacer y hablaré con el padre de Selina para ver si está deacuerdo con que viaje Selina conmigo. Espero que la dejeir, ya que quiero en verdad pasar un momento inolvidable yque ese recuerdo no se vaya. 
Hay cosas que, sin dudar, pueden mantenerte lejos delrecuerdo de la muerte que siempre está tocando laspuertas de muchas personas. Con tratos o sin tratos, igualviene por nosotros a cumplir la labor. Pensándolo bien,¿por qué hace un trato conmigo?, ¿qué es lo que gana conllevarse mi alma? Hay enigmas que suelen ser complicadosde entender.

El reflejo de una vieja juventudWhere stories live. Discover now