- Rose. - se quejó Megan.
- ¿Tengo que elegir? - preguntó Justin confundido. Eso me dolió, debía admitirlo. Pensé que me iba a elegir sin dudarlo.
- ¡No! Claro que no señor. Discúlpeme un segundo. - dijo Megan poniéndose de pie y tirando de mí hacia fuera. - ¿Estás loca? - preguntó apretando mi brazo. - Estás molestando a un cliente. - sabía que tenía razón, no se nos permitía hacer que nuestro cliente se sintiera incómodo. ¿Por qué estaba haciendo eso?
- Tienes razón, lo siento. - declaré mientras me alejaba. Bajé las escaleras rápidamente y caminé entre los hombres hacia mi camerino, me encontré con Alain durante el camino.
- ¿Rose? - preguntó confundida. No contesté, y ella me siguió. - ¿Rose? - volvió a preguntar cuando entramos en el camerino.
- Odio a esa tipa. - exclamé sin poderme contener más.
- ¿A quién? ¿Megan hizo algo? Si es así, patearé su culo. - dijo segura. Tomé una respiración profunda.
- Nosé por qué me molesta tanto. Sólo es un cliente. - dije.
- Así que es sobre el chico caliente.
- ¿Sabes qué? Estoy perfecta. Vamos a trabajar.
- ¿Estás segura? - preguntó Alain dubitativa. Asentí y salí del camerino.
Si él no se preocupaba por mí, le iba a mostrar la misma sensación. Era una tonta por pensar que él se interesaba en mí. Yo tan sólo era una stripper, y él sólo estaba allí para disfrutar. Me sentí un poco mal porque la pequeña charla que había tenido con él me había gustado, pero estaba bien, era buena en enmascarar mis sentimientos.
Subí a la zona VIP para ver si había otro cliente solo. Entonces, apareció un hombre solitario.
- ¿Necesitas compañía? - pregunté sonriendo.
- Claro, nena. - respondió mirándome con lujuria.
Iba a estar bien, estaba segura de ello. Justin sólo era un cliente... pero, ¿a quién quería engañar?
¿Estaba celosa? Sí, y quería seguir hablando con él.
¿Quería darle un beso? Sí, sus labios parecían tan acogedores...
¿Me gustaba?
Estaba sentada al lado de aquel hombre, quien se limitaba a mirar mis pechos intensamente mientras hablaba. Me estaba poniendo de los nervios. Pero él era un cliente, así que tenía que fingir que no me daba cuenta de su mirada lujuriosa.
- ¿Quieres bailar conmigo? - preguntó sonriendo. Tomé una respiración profunda y sonreí.
- Claro. - contesté de pie. Una música relajante sonaba de fondo debido a que en la zona VIP, por lo general a los clientes les gustaba esa música. Moví mis caderas sensualmente mientras pasaba mis manos alrededor de mi pecho y estómago.
- Bueno, cariño. - exclamo el hombre casi babeando. Me di la vuelta y él me estrechó rápidamente el ****. -Sí, nena, eres buena. - su tono estaba lleno de lujuria. Se bebió el tequila de una sola vez.
Fue mi excusa perfecta.
- Voy a por otra copa. - declaré, y cogí el vaso. Salí de la habitación ran rápido como pude. Algunos hombres podían llegar a ser realmente molestos. Bajé las escaleras hasta llegar a la barra.
- Tequila. - le dije a Paul. Megan apareció a mi lado.
- Whisky. - dijo sonriendo. Le lancé una mirada asesina y recibí el tequila.
- Gracias, Paul. - dije sonriendo. Estaba caminando hacia las escaleras cuando Alain se cruzó por mi camino.
- Kage me preguntó lo que quería hacer por nuestra cita. Nosé qué decir. - dijo en un susurro.
- Ir al cine o algo así. - respondí mirando a Megan, quien pasó a nuestro lado con una sonrisa triunfante.
- No le prestes atención. Está tratando de que te enfades. - dijo Alain caminando hacia su zona.
Me dirigí a la escalera respirando profundamente para prepararme para el hombre molesto. Me detuve en el pasillo. Tal vez podía echar un vistazo a Megan y Justin. Caminé en silencio hasta que su cortina se cerró completamente. No les oía hablar, no podía ser bueno, pero luego Megan rompió el silencio.
- ¿Cómo te llamas? - dijo Megan con voz ronca. Me esperaba la respuesta de Justin.
- No es necesario que lo sepas. - respondió fríamente. Sonreí, porque yo sabía su nombre, mientras que ella no.
- ¿Quieres que baile para ti? - pidió Megan, deseándolo. Moví un poco la cortina para mirar. Megan se puso de pie moviendo las caderas. - No llevo ropa interior. - dijo pasando sus manos alrededor de sus pechos. Se dio la vuelta y tomó la falda, que era muy corta. Así que supuse que Justin debía tener una vista de todo con bastante claridad. Pero me sorprendí al ver la expresión de Justin. No parecía interesado, ni siquiera emocionado. Él parecía aburrido. Sonreí satisfecha. - ¿Quieres salir de aquí? - preguntó Megan, sacudiendo su ****. - Te puedo dar una noche que nunca olvidarás. - Justin ni siquiera la estaba mirando. - Gratis, porque me gustas. - afirmó Megan caminando hacia él.
- No me interesa. - dijo Justin aburrido.
Entonces él se levantó.
- ¿Te vas? - preguntó Megan sorprendida.
- Sí. - dijo él, distante. Sentí un leve golpe en el hombro y me di la vuelta para mirar a mi jefe.
- ¿Qué estás haciendo, Rose?
- Em... me dieron la habitación equivocada. - dije empezando a alejarme, pero él me agarró del brazo.
- ¿Dejaste a tu cliente solo para espiar en otra habitación? - preguntó enfadado.
- No estaba espiando. Me dieron la habitación equivocada, ¿vale? Sucede todo el tiempo. Esas cortinas son confusas, ¿sabes? - dije segura, pero por dentro estaba completamente nerviosa. Mi jefe pareció pensar en ello. - Mi cliente me espera, tengo que irme.
- Espera, Rose. - exigió. - Coge la factura de tu cliente. Cerramos en diez minutos. - explicó pasándome el papel con la cuenta.
- ¿Por qué? Es pronto. - estaba sorprendida, pero feliz porque no tendría que lidiar otra vez con el hombre molesto.
- Eso no es asunto tuyo. - dijo empujándome hacia el lado derecho de la zona VIP.
Entré dentro y el hombre me estaba esperando.
- Lo siento, señor. Pero tenemor que cerrar. - dije, dándole la cuenta. Extendió el dinero para mí.
- ¿Cuánto cuesta un rapidito? - preguntó directamente. Su pregunta no me sorprendió. Es decir, trabajaba como stripper, y esa pregunta me la habían echo miles de veces.
- No estoy en el mercado, señor. Lo siento. - dije sonriendo y empezando a salir, pero el hombre me agarró por el brazo.
- Tengo un montón de dinero, nena. Puedo comprarte un coche nuevo, ropa, joyas. Sólo tienes que decirme una cantidad y te firmaré el cheque. - me solté de su agarre.
- Es un honor, señor. Pero no estoy en el mercado. - sonreí de nuevo y salí de la sala antes de que pudiera poner sus manos sobre mí de nuevo.
Me dirigí a las escaleras y vi a Megan y a Justin saliendo de su habitación. Sostuve la mirada de Justin por un segundo, pero desvié la mirada rápidamente. Bajé las escaleras y me encontré con Paul, además de con Alain.
- Rose. - exclamó Paul mientras caminaba hacia mí con los brazos extendidos. Fruncí el ceño confundida, pero Alain hizo un gesto para que lo siguiera.
- Paul. - exclamé, y lo abracé. Le acaricié el pelo juguetonamente.
- ¿Cómo estuvo tu noche? - preguntó, poniendo un poco de espacio entre nosotros.
- Bien. - contesté sonriendo. Sentí a alguien mirándome desde atrás. Paul me acarició la mejilla.
- Estás preciosa esta noche. - dijo. Me sonrojé.
Megan y Justin pasaron a nuestro lado. Justin soltó la mano de Megan y caminó solo hasta la salida.
- ¿Qué fue todo eso? - le pregunté a Paul y a Alain, quienes tenían una sonrisa amplia en su rostro.
- ¡Funcionó! Estaba celoso. - gritó Alain. Entonces me di cuenta, Alain y Paul habían planeado todo para que Justin se pusiera celoso.
- ¿Funcionó? - pregunté.
- Sí, deberías haber visto su cara. - contestó. - Incluso Megan se dio cuenta.
- Gracias chicos. Moláis. - les dije. - Me iré a cambiar y volveré a casa. - dije mientras caminaba hacia mi camerino.
Cuando estaba lista para salir, me acordé de que no había cogido el coche. Entré en el bar, pero Alain y Paul ya se habían ido. ¿Dónde estaba Kage? Tendría que llamar a un taxi entonces. Me dirigí a la salida para marcar el número de los taxis, pero no hubo respuesta. Di un paso fuera del club hacia el estacionamiento para ver si Alain o Paul estaban por allí, pero grande fue mi sorpresa al ver a Justin y a Ramsel. Justin se apoyó en el coche de lujo con los brazos cruzados sobre su pecho, y Ramsel estaba de pie delante de su coche con sus guardias a su alrededor.
- Buena noches, Rose. - me saludó Ramsel.
- Buenas noches, Ramsel. - afirmé sonriendo.
- ¿Necesitas que te lleve? - pidieron Justin y Ramsel al mismo tiempo. Fue divertido.
- Ella viene conmigo, viejo. - declaró Justin.
- No creo, y el hecho de que seas un bebé no me hace un viejo. - contestó Ramsel. Sonreí.
- Me siento halagada. - Justin me lanzó una mirada asesina.
- ¿Rose? - preguntó Justin abriendo la puerta de su coche. Estaba enfadado.
- ¿Tengo que elegir? - me burlé sonriendo maliciosamente. Justin se acercó a mí enojado.
- Elegiré por ti. - dijo agarrándome del brazo y tirando de mí hacia su coche.
- Déjame. - dije, mientras le daba un golpe en su mano.
- ¿Está todo bien? - preguntó Ramsel a mi espalda.
- Sí, vete a casa Ramsel. Te veré mañana por la noche. - dije.
Ramsel asintió y se metíó dentro de su coche. Cuando se fueron, me dirigí hacia Justin cruzando los brazos alrededor de mi pecho. Él me agarró por el brazo y me obligó a caminar detras de él.
- Déjame.
- ¿Estabas celosa, __? - preguntó mirándome directamente a los ojos.
- ¿Y tú, Justin? - bromeé.
- Métete en el coche. - dijo al tiempo que abría la puerta para mí.
- ¿Por qué iba a hacerlo?
- Porque lo digo yo. - contestó seriamente.
- Estoy harta de esto. Un minuto actúas como si estuvieras interesado en conocerme, y al otro estás con otra stripper. - hablé antes de que pudiera pensar en lo que estaba diciend.
- Así que estabas celosa... - afirmó con arrogancia.
- Tal vez. Pero... - sentí su mano acariciando mi mejilla y su cálido aliento en mi cara. La tensión sexual entre nosotros no era normal. - ¿Qué estas haciendo? - me las arreglué para preguntar.
Uno de sus dedos acarició mi labio inferior, enviando escalofríos por mi espina dorsal. Sus labios rozaron suavemente los míos. Me estaba volviendo loca. Cogió la máscara y sus ojos se encontraron con los míos en silencio.
- Eres hermosa. - dijo, y me besó suavemente.