[4] MADNESS » Steve Rogers

Capítulo 6

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CAPÍTULO 6

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NIDAVELLIR

Thor, Rocket, Eitri y Groot deambulaban por la extensión del lugar que no eran más que ruinas, llenas de oscuridad y vacío. Parecía una ciudad fantasma, el lugar parecía estar muerto.

Una de las tantas máquina que había en el lugar, se encendió dejando una piedra sobre la mesa de metal.

—¿El plan es golpearlo con un ladrillo? —preguntó el mapache.

—Es un molde —explicó Eitri, el enano gigante—. El arma de un rey, iba a ser la más poderosa de Asgard. En teoría incluso podía invocar al Bifrost.

—¿Tenía algún nombre? —preguntó Thor.

—Stormbreaker.

—Un poco exagerado —comentó Rocket.

—¿Cómo la forjamos?

—Tendrás que re encender la fragua. Despertar el corazón de una estrella agonizante —se volteó para señalar la esfera gigante.

—Liebre, enciende la cápsula —ordenó Thor.

Rocket se subió a la pequeña la nave, Thor se subió encima de la nave, y se movieron hacia la estrella.

—Creo que no entiendes los aspectos científicos —comentó el mapache—, estos anillos son gigantescos —Thor saltó hacia el anillo agarrado una cuerda que sostenía a la nave—. Si los quieres mover necesitas algo mucho más grande para juntarlos.

—Déjamelo a mí.

—¿Dejártelo a ti? Amigo, estás en el espacio, solo tienes una cuerda y un...—Antes de que terminara, el dios del trueno empezó a tirar de la cuerda haciendo que la nave girara.

—¡Enciende los motores! —indicó saltando hacia un lado.

El mapache encendió la cápsula a todo lo que daba y arrastro a Thor, éste intentó agarrarse de uno de los anillos, apoyó sus pies y se vio arrastrado hasta que logró detenerse.

—¡Más potencia, liebre!

Rocket subió la potencia, Thor gruñó sosteniéndose con mucho esfuerzo. El hielo se rompió y poco a poco los anillos empezaron a moverse, volviendo a su estado natural y la estrella volvió a encenderse.

—Bien hecho muchacho —habló Eitri, observando todo lo que ocurría desde lo lejos.

El rey de Asgard se posicionó encima de la cápsula y miró a Rocket por el parabrisas.

—¡Eso es Nidavelir! —exclamó con una gran sonrisa.

La estrella brilló de un color dorado intenso entremezclándose con el azul celeste, enviando energía a través de la fragua, pero unos segundos después volvió a cerrarse.