El Proyecto Anticristo: Allí Donde Viven Los Monstruos

Capítulo 8: Fiesta Nocturna

Miki

Abro los ojos y de nuevo me encuentro en aquel campo nocturno donde me suelo encontrar a mi otro yo pero está vez no hay nadie, por lo menos nadie con forma humana, delante tengo a ¿una figura con cuernos? Oh mierda ¿que hago soñando con el Anticristo?

Miki: ¿Por que estoy soñando contigo Anticristo?

Raúl: Oh por favor, llámame Raúl y no soy ese Anticristo del que hablas

Miki: ¿Y esos cuernos?

Raúl: No se, explícamelo tú qué me has imaginado así

Miki: ¿Y para que te imaginaria yo?

Raúl: Para guiarte pequeño angelito

Miki: ¿Guiarme?

Raúl: Si, guiarte hacia tu destino

Miki: Mi destino...

Raúl: Muy pronto lo conocerás, de momento solo puedes esperar a que llegue el día y yo, pequeño angelito, empezaré a guiarte. Ahora, puedes despertar, tus amigos te esperan

Miki: No espera ¿por que yo? ¿Que tiene mi destino de especial?

Raúl: Lo especial no eres tú, está dentro de ti angelito, pero no te apresures, pronto conocerás toda la verdad

Miki: ¿La verdad? No sé de qué hablas

Raúl: Es normal que no sepas nada, y así tiene que seguir siendo por un tiempo más, llegado el momento lo entenderás todo angelito, ahora sí, despierta ya venga, nos volveremos a ver angelito

No sé qué es lo que me quiere decir mi mente ni sé porqué es tan misteriosa conmigo pero por dios que pare esto ya, nunca debí haber venido aquí, nunca debí haber matado a esa persona y sobretodo nunca debí haber bajado a ese maldito pasadizo del demonio, nunca mejor dicho.

Vuelvo a abrir los ojos y está vez me encuentro tumbado en mi cama con Carlos y Joan esperándome ya preparados para irnos, me levanto de la cama, me arreglo un poco las arrugas casi nada visibles de la ropa y salgo el primero por la puerta.

Joan: ¿Estás bien Miki?

Miki: Claro ¿por que no iba a estarlo?

Carlos: Has despertado de tu pequeña siesta muy raro

Miki: ¿Pequeña siesta? Yo no soy de pequeñas siestas Carlos

Joan: Carlos quería decir de tu desmayo, es que está tonto, ya sabes cómo es el

Miki: ¿Vosotros también me escondeis algo?

Carlos: ¿También?

Miki: No he dicho nada déjalo, vámonos venga

Carlos, Joan y yo salimos al patio donde ya no espera todo el grupo, nos saludamos como los típicos amigos y salimos del recinto, todos van delante mientras yo me quedo más rezagado pensando en todo lo que me ha ocurrido estos días, estaba sumido en mis pensamientos cuando escucho como mencionan algo de una fiesta a lo que mis compañeros de habitación aceptan ¿en serio? Tenemos a un fantasma que nos persigue y nos puede controlar ¿y ellos piensan en ir de fiesta? Por lo menos Nicolás no puede salir de Fire Rock, porque no puede salir ¿verdad? Como nos siga a mí ya me da algo, yo no salgo vivo de estos tres meses.

Miki: A ver ¿de verdad vamos a ir a una fiesta?

Alba: Miki cariño, nuestros padres nos metieron ahí por pecar ¿que mejor que demostrar que hicieron bien que pecando mucho más?

Natalia: Es que mi novia es muy lista

Miki: ¿Sois pareja?

Alba: Claro

Carlos: Fire Rock no permite eso ¿verdad?

Natalia: Obviamente que no, por eso lo llevamos en secreto

Joan: ¿Y si os pillan?

Alba: Pues no sabemos lo que pasará, dicen por los pasillos que los castigos por pecar en el centro son duros y difíciles de aguantar incluso

Carlos

Llegamos por fin a la discoteca donde se celebra la famosa fiesta nocturno y oh madre mía, esto es enorme, está lleno y tiene una pintaza que te cagas. Nada más entrar todos nos separamos y mientras todos se van a la pista a bailar por separado Miki se va a la barra a sentarse con la mirada baja, veamos que puedo hacer para animarle.

Carlos: Ey ¿estás bien?

Miki: Si

Carlos: No te creo, venga suéltalo ¿que está pasando por esa cabecita tuya?

Miki: Mejor no quieras saberlo, bueno ¿qué haces aquí? Pensaba que estarías bailando o ligando

Carlos: Pero tú estás mal, que clase de amigo y compañero de habitación sería si me pongo a ligar contigo así

Miki: Oye, se qué haces esto por compensarme aquello que paso entre nosotros pero no hace falta, no estoy enfadado ni nada, yo os perdono

Carlos: No lo hago eso. Venga, ven a bailar conmigo

Miki: No se bailar, ves tú y diviértete por mi

Carlos: Peor que yo no puedes bailar, venga tontito, ven conmigo

Miki: Me arrepentiré pero venga, sácame a bailar

Un remix de Intuition de Selena Gómez empezó a sonar mientras yo tomaba a Miki de la mano para sacarlo a la pista a bailar, la verdad es que me esta empezando a atraer no sé porqué, creo que de aquí puede salir algo, siempre que no la vuelva a cagar controlado por un fantasma claro. Veo como Miki empieza a bailar moviendo las caderas ¿este era el chico que decía que no sabía bailar? Pero si lo hace genial, también debo decir que me está poniendo un poco contentillo ahí abajo, no se si está noche podré controlarme, espero que sí, no quiero hacerle daño otra vez.

Joan

Estaba bailando tan tranquilo a mi bola cuando de repente siento un miembro erecto bien pegado a mi, parece que alguien quiere fiesta conmigo esta noche, me giro para ver quien quiere lío conmigo y oh por favor, es un pivonazo rubio de ojos azules que hiptonizan, me lo voy a pasar muy bien esta noche, ya lo creo que sí.

Nil, así es como se ha presentado el, me lleva a los baños de la discoteca y nada más entrar empieza a besarme apasionadamente, este chico además de parecer un dios griego besa como uno, ya tengo ganas de ver si es un dios en todo.

Nil: Dime Joan ¿quieres pecar?

Joan: Nací para pecar

Nil: Así que eres un pequeño ángel al que le encanta pecar

Joan: ¿Ángel? Yo nunca he sido un ángel cariño, si existieran de verdad seguramente no me quisieran pero mejor, yo tampoco los querría a ellos, pecando se vive mejor

Nil: Así que eres un niño malo, me gustan mucho los niños malos y más cuando son míos

Joan: ¿Que?

De repente Nil empezó a besarme apasionadamente, de un momento a otro en medio del beso empecé a ver borroso tras abrir los ojos, no sé qué está pasando, finalmente todo se volvió negro para mi, caí desmayado sin saber el porque.