Unión - Ray x Norman [HIATUS]

3 - Tiempo

7 años pasaron desde que Norman tomará la decisión de dar un nuevo inicio a su vida.
7 largos años de que su mundo pareciera haberse desmoronado.
Y aunque el tiempo pasara, nunca le dejaría de doler.

Era un nuevo día en su escuela, que por cierto seguía en el mismo lugar, pues era un centro escolar así que no tenía preocupaciones en ello.
Aún vivía con su tía Bárbara, que en realidad no había cambiado mucho a lo largo de los años, seguía siendo la misma joven extrovertida de siempre que ama con su alma a su querido sobrino.
El sentimiento era mutuo.

- Tía, ya me voy - dijo el albino tomando la perilla de la puerta ya con su mochila en la espalda y una maqueta en la mano opuesta a la de la puerta.
- Está bien cariño, no olvides tus llaves que hoy salgo tarde del trabajo - le gritó desde la cocina donde preparaba la comida para que Norman comiera más tarde.
- Sí, aquí las traigo, adiós, te amo - abrió la puerta con rapidez cuidando que su maqueta no cayera y así emprendió su camino a la escuela.

Su escuela no estaba relativamente lejos, solo eran unas cuantas calles, ya era intuitivo el saber cuándo estaba cerca por el ruido que se apoderaba del ambiente o porque la hermanita de Emma, Conny, no podía pasar entre toda la gente así que gritaba el nombre de alguna de sus hermanas mismas que no la escuchaban, por eso mismo ya era rutina que Norman fuera quién la ayudara.

- Gracias Norman - Agradeció la pequeña niña rubia bajando del regazo del albino entregándole su maqueta.
- No te preocupes Conny - Le brindó una cálida sonrisa mientras tomaba la maqueta y veía si entraba al salón.

Estaba tranquilo viendo hasta que una familiar voz lo interrumpió.
- Pareces su papá - Norman se exaltó ante aquel comentario y volteó a donde provenía esa voz.
- ¿Ray? - dijo aún exaltado.

- Hola - saludo con un tono algo clásico y propio de él.
- Ah, hola Ray - suspiró aliviado sonriéndole al azabache mismo que pareció mostrar unas mejillas algo enrojecidas que Norman paso por alto.
- Bien, deberías ir a dejar tus cosas al salón, ¿No? - Dijo tomando la maqueta del contrario llevándola por su cuenta sin esperar a que se lo autorizaran.
- Sí - Contestó siguiendo al azabache.

Al llegar al salón se sentaron en sus respectivos lugares, ahora cambiados pero aún al fondo del salón.
Ray estaba sentado en una esquina, al frente Norman, a un lado Gilda y detrás de ella Emma.

- Gracias por la ayuda Ray - dijo el ojiazul poniendo su mochila en el suelo frente su lugar y su maqueta en la paleta de su banca.
- De nada, aunque no es mucho - el azabache dirigió su mirada hacia un punto inexacto de la pared.

Ellos dos platicaban respecto a tareas o cualquier cosa, pues eran grandes "amigos" desde hace ya un buen tiempo.

- ¡Oigan!~ - Se escuchó una voz dulce de una chica que corría hacia ambos niños.