Unión - Ray x Norman [HIATUS]

8 - El verdadero secreto

Después de haber terminado aquellas platicas tan reveladoras esperaron que su tutora apareciera, la maestra tardó bastante en llegar, la mayoría estaba bastante extrañados de no tener noticia alguna de la dama castaña.

- La maestra Haru no llega AAAAAAAAH de seguro se atoró en la taza del baño - refunfuñó la azafranada.
- No entiendo, ya llevamos casi 1 hora platicando - manifestó el pelinegro.
- ¿Creen que le haya pasado algo? - interrogó el albino.
- ¡Es muy hermosa para estar en peligro! - sus acompañantes miraron confundidos a la pelinaranja - Uh... ¿Qué? - Cuestionó con duda la fémina - ¡No me malinterpreten! Ay ay ay~ - Los tres comenzaron a reír y a hacer bromas respecto a las palabras de Emma riendo a carcajadas, la chica pudo sentir una mirada triste clavarse en ella y su grupo, de reojo pudo ver aquellos ojos pardos verla con arrepentimiento, aquellos ojos eran cubiertos por una fina mica de cristal sostenida por un redondo arco lila, Emma ignoró esto por enésima vez en años, era doloroso para ella pero no podía palidecer por esa persona, no podía puesto a lo que hizo.

Sorprendentemente, el timbre que indicaba la salida al descanso de clases sonó antes de lo que pensaban, pero no declararon nada, en su lugar se levantaron de su asiento, Ray tomaba una libreta con una peculiar carátula amarilla y unos números, entre todos se miraron mutuamente por un momento - ¡El último en llegar es un huevo podrido! - anunció la de ojos verdes con entusiasmo corriendo dejando detrás a los jóvenes.
- ¡Tramposa! - le gritó el de orbes negros siguiendola mientras el albino intentaba seguirles el paso.

Los dos primeros llegaron sin dificultad alguna, Norman cayó en 4 arbustos y en un charco, había terminado con muchas hojas en su cabello al igual que estaba mojado.
Era una suerte que como habían comido antes no tenían mucha hambre por lo que solo querían algo de beber, el azabache decidió ir por lo que necesitaban.

- Esperen, Emma tú ayuda a Norman, vayan al lavabo yo ahora voy - el joven fue a la tienda escolar viendo a la pareja alejarse, una vez obtuvo lo que le pidieron se acercó a dónde se supone estarían sus queridos amigos, entonces se topó con algo que no esperaba ver, apretó la botella y su libreta en mano; sus orbes se colocaron sombríos y sus pupilas se achicaron y aún no entendía que era lo que estos le mostraban.

Emma se encontraba junto a Norman, bastante cercanos y en una posición nada favorable, parecía como si se besaran ni siquiera estaba limpio que era lo peor de todo, quizá sea un malentendido o una alusión a olvidar su sentir, o como siempre una excusa de sí mismo para dañarse... pero sea lo que sea no está dispuesto a ver más, con silencio dejó el recipiente a un lado de ellos.

- Lamento interrumpir - Se alejó a paso rápido de ahí asegurándose de no ser seguido, llegó al pasillo que tantas veces lo acogió y escuchó, arrancó unas hojas de aquella libreta y las arrugó dejándolas a un lado suyo - No necesito esta mierda - dicho esto lanzó el cuaderno con fuerza a una pared haciendo que azotara al caer, sus ojos se mostraban serenos ahora escondiendo nuevamente el sinfín de emociones que sentía.
- Vamos, iluso, sabías que pasaría solo era cuestión de tiempo, tú amorcito no corresponde y nunca lo hará - escuchó una voz femenina.
Está provenía de una silueta parecida a una sombra, una chica con sólo sus ojos y una sonrisa visibles en un tono blanco totalmente junto con unas trenzas que flotaban a la par de ella.