Ese mismo día no me vi con fuerzas para llamar a mi familia, pero, supongo que de eso ya se encargó Kat, sino, mi madre ya se habría presentado en casa como loca y habría contactado policías y detectives privados para que fueran en mi búsqueda.
Ya había pasado una semana desde el ataque terrorista y cada día que pasaba sentía menos fuerzas para continuar. Si ya de por si debía lidiar todos los días con mi depresión, ahora, además debía cargar con el estrés postraumático del 11S.
No había vuelto a trabajar des de ese día, pero creo que nadie de la empresa lo ha hecho. Las calles de esa zona seguían cortadas y en restauración, el metro no paraba a las estaciones cercanas al sitio del incidente, y la ciudad entera estaba apagada. Nos encontrábamos en nivel 5 de alerta terrorista, y el país estaba conmocionado. Estados Unidos era un país lejos de todo, apartado de todas las guerras que se libraban en Europa, Asia y África, era una Tierra alejada de todo, nunca habíamos recibido tal ataque, y eso nos pilló por sorpresa, nadie en el mundo está preparado por vivir un atentado, pero nosotros lo estábamos aún menos.
Me encontraba en la cama con las sabanas tapándome de arriba abajo. Allí dentro el aire era caliente, y al llegar a mis pulmones daba la sensación de que no recibía suficiente oxígeno. No había comido nada en los últimos días, llevaba la misma ropa sucia, y ni siquiera bebía agua para no tener que ir al baño.
Dormía. Dormía sin dormir realmente. Sentía un cansancio descomunal, pero no pegaba ojo. La sensación de vértigo era constante, mi cabeza bajo presión y temblores. Debía comer y beberá agua sino colapsaría, lo sabía, y no podía hacer nada.
Sonó el teléfono. Estaba en el comedor, y no podía levantarme. Dejó de sonar. Di una vuelta en la cama al notar que los calambres de ese lado de mi cuerpo ya eran insoportables. La irritante melodia del teléfono se volvió a escuchar. Pensé que podría ser mi madre, y me supo mal, ella no merecía esto, era demasiado buena conmigo, en su lugar yo ya habría abandonado el pensamiento de que su hijo mayor podía llegar a algo en esta vida. No lo cogí. Tampoco la tercera vez que sonó. Ni la cuarta. Ni la quinta. Ni la décima. Al final dejaron de llamar.
Entonces alguien abrió la puerta, y la cerró con un sonoro golpe. Los pasos de una persona se dejaron oír, eran pasos decididos, la persona buscaba algo y sabia donde se encontraba. Resonaban cada vez más fuerte a lo largo del pasillo, hasta que se detuvieron delante de la puerta abierta de mi habitación. Aún no había oído ni una palabra salir de su boca, pero sabia perfectamente de quien se trataba. No dije nada. El sabía que no lo haría, así que el fue el primero en dejar oír su voz.
-Bien, ¿y esta vez cuanto tiempo va a durar? - Al no recibir respuesta de mi parte, continuo- Gee, tu novia está hasta los cojones de que no contestes al teléfono, me ha llamado a mi para que mama no se vuelva loca. No sabe que estoy aquí.
Se acercó a la cama.
-Sabes que es lo que vamos a hacer, siempre es lo mismo. No vas a quedarte así. - dijo mientras me destapaba y destruía mi pequeño nido de seguridad- Pero tío, ¡Que pestazo! ¿Cuánto hace que no visitas la ducha?
Permanecí quieto, sin decir nada y con los ojos abiertos. El estaba acostumbrado a encontrarme en esta situación des de hace años, pero la primera vez creyó que estaba muerto. No moví un musculo hasta que me tiro de las piernas para sacarme del colchón. Al no tener fuerzas para resistirme lo consiguió con facilidad y, a pesar de ser mucho más delgado que yo, me cogió en brazos y me llevó al baño.
Yo seguía sin moverme ni decir nada. Me desnudó y por primera vez des del inicio de su visita me miró con pena.
-Gee, hace mucho que no comes ¿verdad? - no recibió respuesta, dejó ir un suspiro acompañado de mi silencio. – nunca se te habían marcado tanto las costillas.
Continuo con su labor y me metió en la bañera, y sin previo aviso dejo que un potente chorro de agua fría tocara mi piel.
-¡Mikey!- susurre sin fuerza abriendo los ojos a causa del repentino contacto con el agua.
-Muy bien campeón, me alegro de que te acuerdes de mí.
No dijo nada hasta que acabó de ducharme y me dejó en el sofá para preparar la comida.
-Aquí tienes- dijo sentándose a mi lado y dándome un plato de sopa- Cómetela antes de que se enfríe. Enserio, come.
La tome con las dos manos y me la quede mirando, no tenía fuerzas para levantarme para comerla. Mikey solo me miraba con una sonrisa de animo creyendo que seria capaz de levantarme, pero al final se rindió y me dio de comer.
-Con Kat hemos estado pensando y creemos que lo mejor es que vuelvas a Belleville una temporada, para recuperarte y todo- comentó con una mirada que dejaba en claro que no había nada que discutir.
Yo solo asentí.
-Bien, nos espera un viaje de 3 horas en coche. Mamá ya lo sabe y está muy contenta de volver a verte. Voy a hacer tu maleta. -se levantó y se adentró en mi habitación.
Me quedé en el salón mirando a la nada. Estaba hecho mierda, yo y mi apartamento. Solo quería dormir. No me disgustaba la idea de alejarme de todo un tiempo, pero a la vez no quería moverme, así que solo espere a que mi hermano acabará mientras miraba a la pared.
-No se que de interesante tiene la pared, pero siento mucho tener que aturar tu diversión, debemos irnos. - apareció con dos maletas en las manos.
Salió del edificio con las maletas y unos minutos después volvió para cogerme en brazos y abandonar el pis por unas semanas. Me metió en el coche y me abrocho. Subió al coche y bajo las ventanillas antes de arrancar el motor. Puso una cinta en el casete del coche y The Smashing Pumkins empezó a sonar.
-¡Ah! ¡Ya siento el olor a New Jersey desde aquí! – soltó en un suspiro- hogar dulce hogar.
Yo me acomodé en la silla y apoyé la cabeza en la ventanilla. Me esperaban tres horas de camino.
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¡Holi!
Puede que este capitulo os parezca aburrido, pero creo que es muy necesario conocer la depresión el personaje, porque es algo que le persigue durante toda la historia y se intensifica con el tiempo. Todos sabemos que Gerard ha tenido depresiones desde bien joven, y aparte, creo que tambien es importante que la gente sepa como es realmente tener depresión porque es algo realmente serio, ademas supongo que el presenciar un atentado tal como el del 11S debe de dejarte con estrés postramuático sin lugar a duda.
Bueno, dicho esto, tened paciencia porque se acerca acción ;).
Hasta pronto,
A Chemical Soul.
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The ghost of us //FRERARD//
Fanfiction"- ¡Vete Frank! Como si seguir vivo no fuera suficiente tortura que además tengo que soportarte a ti. - ¿Soportarme dices? - contestó Frank con la mirada baja y una sonrisa irónica- Bien, pero tú me quieres, y lo sabes, yo también lo sé, y todo el m...