Capítulo 2- El libro de Zero

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Cálido, suave, aromático.

Estaba abrazando algo, fuera lo que fuese. A pesar de todo, era una mañana inusualmente agradable.

Abrí lentamente los ojos y vi la hoguera apagada, el suelo estaba ennegrecido a su alrededor. Traté de recordar lo que había pasado la noche anterior, pero no podía recordar nada. ¿Algo sobre una bruja?

-Zzz... Un sonido vino de lo que estaba abrazando. Oh, la bruja.Pensé aún soñoliento.

-Ma... estro...

-Eh... ¡¿Qué-?!

Me desperté al instante. Algo pasó "gueh" como una rana aplastada cuando me puse de pie. Mirando hacia arriba, vi a la bruja, Zero, vestida con ropas que no eran más que trapos. Ella había salido volando por mi repentino movimiento, y ahora estaba tumbada en el suelo, todavía como un cadáver. Ya no estaba tapada por su capucha, que había caído a un lado, su insoportablemente hermoso rostro estaba iluminado por la luz del sol.

Parecía que para los seres humanos, una vez que se alcanzó un cierto grado de belleza, los conceptos de edad y género ya no se aplican. En cuanto a Zero, que parecía poco sexual, poseía la inocencia de una niña y el encanto de una prostituta. De cualquier manera, me inquietaba.

-¡¿Qué... qué estás haciendo?!

Zero abrió ligeramente sus ojos azules y comenzó a moverse inquieta como si estuviera buscando algo, con una mirada de disgusto en su rostro.

-Pieeel...

- ¿-EH?

-Mucho frio... mi piel... cabeza... tan suave y esponjosa...

-¡Despierta! -Le grite, golpeando su cabeza.

-¡Gah! -Zero saltó sorprendida.

-¡O... ow! ¡¿Por qué tenías que pegarme?! ¡¿Solo estaba durmiendo?!

-Sacas problemas de todas partes, ¿huh? ¿Qué estabas haciendo mientras dormías?

-¿Qué... estaba haciendo?

Zero repitió atontada mi pregunta frotando suavemente su cabeza.

-Um... si no me equivoco, estaba durmiendo en tu manto, enterrada en tu pelaje.

-¿Por qué contestas tan tranquilamente...? ¡Te estoy regañando! ¡Discúlpate una vez que lo entiendas!

-No empieces el día libre gritando con una mirada tan enfurecida, vas a asustar a los animales. De todas formas, ¿Por qué estás tan enojado?

*Bostezo* Ella abrió ampliamente la boca y bostezó. Zero entrecerró los ojos como si la luz del sol fuera demasiado brillante y alegremente volvió a colocarse la capucha. Ocultaba la parte superior de su cara y estaba pasada de moda- por no hablar de sospechosa, pero finalmente me sentí a gusto después de que lo hiciera. El atractivo extremo era venenoso para mis ojos.

-¿Te molestó mi intrusión en tu espacio personal? Es inevitable, ya que tienes mucho pelo, y como podrás ver, mi piel no me protege muy bien del frío. ¿A menos que quieras que me congele mientras duermes cómodamente tú solo?

-Pero, ya sabes, yo no elegí tener un abrigo de piel...

-La cuestión no trata sobre si elegiste o no, trata de cómo no estas afectado por el frio. Además, no encuentras esta experiencia desagradable, ¿Verdad?

Su boca estaba grabada en una delgada sonrisa. Pensé en lo suave, cálido y fragante que había sentido cuando desperté, y la protesta se me quedo atascada en la garganta. Como si hubiera leído mis pensamientos, asintió con satisfacción.

Zero Kara Hajimero Mahou No Sho Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora