¿Quiere que lo siga? ¿Cómo espera que haga eso? Es un ratón que habla, por el amor de... esto es demasiado espeluznante.
Mientras estaba pensando, noté que el ratón me miraba delante de la puerta, esperando. Su mirada inquietante no debía ser subestimada. A pesar de ser un ratón, parecía estar ordenando que me diera prisa y abriera la puerta.
—Ah… ¡Qué demonios! ¡¿Qué puedo perder?! –Rugí molesto y empujé la puerta, manteniéndome un paso por detrás del ratón.
Salimos de la habitación y nos dirigimos por un pasillo hasta que llegamos a un patio.
Al levantar los ojos para mirar el castillo, pensé que se parecía a una gigantesca masa rectangular de piedra.
No tenía dudas de que era una fortaleza casi inexpugnable. Sus murallas eran obras maestras de albañilería, y las grietas de sus murallas estaban reforzadas con alabastro. Desde las esquinas de la fortaleza se levantaban cuatro torres de considerable altura, lo que daría lugar a ventajosos puntos de observación durante tiempos de guerra.
Si se me encargara derribar esta ciudadela, seguramente derramaría una lágrima.
En parte por costumbre, examinaba posibles rutas de invasión mentalmente mientras corríamos a lo largo de las murallas y nos dirigíamos detrás del fuerte, luego vi una puerta de madera desgastada en la pared del castillo. Parecía que tras la puerta estaba el interior de la ciudadela. El ratón pasó por debajo de la puerta, que se abrió fácilmente al tocarla y, al avanzar por el portal, vi una escalera descendente iluminada por antorchas. Viendo mi vacilación ante la idea de ir por el túnel, el ratón chilló de impaciencia.
— ¡Si, ya lo sé! ¡Ahora mismo bajo!
Como me imaginaba, Trece estaba esperando en el sótano.¿Ya estaba yo en el punto donde podría esperar estas cosas?
No se trataba de la amplia cámara subterránea a la que habíamos sido convocados, sino de una normal, aunque estoy un poco reacio a calificarla de "sala de estar".
Había muchas estanterías repletas de libros y un montón de papeles, en medio de aquella sala parcialmente desordenada y ordenada, se hallaba sentado en una silla Trece, rígido, muy parecido a un hechicero malvado.
El ratón se metió en la cámara, se arrastró hasta el hombro de Trece, se comió unas migajas de pan y salió corriendo a otro lado.
— ¿Era la primera vez que ves a un familiar?
Trece miró con ojos algo soñolientos al ratón.
—Perdón por asustarte. Fue mi error tratarte como a un hechicero.
—Oh, si… está bien… ¿Puedes controlar animales?
—Mientras sean mentalmente inferiores. –Respondió Trece brevemente. Se puso de pie como si le costara mucho esfuerzo.
—Has sido de mucha ayuda para Zero. Te he llamado aquí, porque creo necesario recompensar tus esfuerzos… Ten, toma esto.
Trece alcanzo un objeto situado encima de la mesa, y me lo ofreció.
…Era un frasco pequeño. No había nada especial en el, tan solo una botella cilíndrica tapada con un corcho.
—Esto es…
—Yo lo llamo poción mágica. Es una aplicación de la magia de Zero. Es una solución compuesta por las ofrendas y los métodos necesarios para la magia, disuelta y sellada en aceites vegetales.
—Explícalo para que un tonto lo pueda entender.
—Si destapas la botella y derramas el contenido, la magia sellada en el surtirá efecto.
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Zero Kara Hajimero Mahou No Sho Volumen 1
AdventureAño 526 del calendario litúrgico. El mundo sabe que las brujas existen y que practican el extraño arte de la hechicería. Sin embargo, el mundo no sabe nada sobre el estudio de la magia. Nuestra historia sigue a un mercenario medio hombre medio besti...