HABITACIÓN 1 2 1 «HopeV»

N O N o

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A la mañana siguiente fue Taehyung quien despertó primero, estaba muy cómodo y tibio al lado de Hoseok y al fijarse en la hora del reloj que estaba colgado en la pared se apresuró en mover al mayor para despertarlo.

—Hobi...Hoseok, despierta— cuando escuchó un "¿Mh?" por parte del nombrado, suspiró al ver que este seguía con los ojos cerrados—¡Quítate los pantalones!

—¿¡Que!?— Y esas tres palabras hicieron abrir los ojos al mayor, Taehyung por su parte quitó las mantas, temblando por el frío mañanero. Desabrochó con maestría los pantalones del mayor, mientras este último tiraba de los mismos para que Taehyung no se los quitara. Pero el menor forzaba para sacárselos a de lugar.

—A los 8:30 le vienen a decir a los clientes que se deben ir, pero si aún están en el acto, los dejan quedarse hasta las 12 del medio día— Explicó Taehyung aprovechando la distracción del mayor para sacarle los pantalones por completo y tirarlos en algún lugar del suelo  que se puedan ver.

Hoseok hizo un amago de querer levantarse pero fue detenido por la mano del menor e hizo que volviera a recostarse. El menor se subió a la cadera de Hoseok, sonrojándose al notar que seguía con el bóxer de cuero.

Acomodó las sábanas de manera que tapara el hecho de que ambos seguían en ropa interior y luego a tirones le quitó la camiseta a Hoseok haciendo lo mismo que su pantalón.

—¿Que estas haciendo? — Preguntó Hoseok, aun alterado tratando de quitar a Tae de su entrepierna. Joder, debía pensar en otra cosa si no quería tener una erección.

—Fingiremos estar en pleno acto— Le susurró Taehyung apoyando sus manos a los lados de la cabeza de Hoseok y justo cuando abrieron la puerta sin siquiera en dignarsen a tocar. Taehyung empezó a gemir y mover su cadera simulando saltitos.

Hoseok apretó su mandíbula afirmando la cadera del menor tratando de detenerlo, el roce que creaba Taehyung estaba haciendo que su feliz miembro fuera despertando y por lo que sentía, el del menor igual. Además, Taehyung fingía tan bien los gemidos que hizo suspirar al mayor.

La encargada alzó una de sus finas cejas y colgó un cartel con la hora que debía retirarse el cliente.

Una vez escucharon la puerta cerrarse, ambos se quedaron quietos mirando a los ojos del otro. El mayor ya tenía un serio problema entre sus piernas y se estaba conteniendo para no hacer nada ilegal.

—Lamento..... los sonidos extraños...pero con el tiempo debes aprender a fingirlos para complacer a los clientes— El menor se había dando cuenta de lo cerca que se encontraba su rostro al de Hoseok, sus labios casi se rozaban.

—Es entendeible...pero..— Nada mas se dijo y volvieron a unir sus labios, esta vez con más calma, más cariño, como si los labios ajenos fuesen de porcelana a punto de quebrarse o ser lo más delicado del universo.

«Hay veces donde el cariño, afecto o incluso el amor es más fuerte que la lujuria y las ganas de sexo sin sentimiento »