V I G é s i m o - p r i m e i r o

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Hoseok estaba en la sala de espera donde diversas familias estaban en espera de noticias acerca de sus hijos, nietos, sobrinos que hace ya mucho tiempo no veían y que ahora, tenían la posibilidad de volver a verlos.

HyeJin se acercó al oficial con su bebé en brazos y HyungDo a su lado. Ambos tenían un semblante de preocupación en el rostro.

—Escuché que necesitaba hablar comingo, señorita Kim. —Habló Hoseok  mientras terminaba de acomodar su chaleco antibalas.

—Quiero agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros, pero estoy asustada por como estará Taehyung, estoy segura que no querrá venir conmigo...creerá que en todos estos años no lo busque y que me dediqué a obtener mi felicidad. Necesito pedirle un enorme favor, oficial Jung...—Hoseok negaba con la cabeza y luego suspiró.

—Señorita Kim, el joven Taehyung lo único que quiere es estar con usted, es la única familia que tiene y estoy seguro que se va a emocionar al verla casada y con un bebé. Pero si necesita algo, aquí estoy.

—Quédese con Taehyung hasta que se acostumbre a su nueva vida....usted es el único que le ha podido ayudar, quizá piense que es una locura, pero conozco a Tae y no será capaz de estar conmigo más de dos horas. —A pesar de que la petición de HyeJin era bastante extraña  Hoseok asintió en respuesta— Oficial Jung, soy psicóloga y esto será un shock muy grande para Tae...además que yo también estoy muy afectada, se lo ruego, cuide mucho de él.

—No se preocupe, haré todo lo que esté a mi alcance.

(....)

Hoseok en todo el camino hasta el ya tan conocido hotel pensó en lo que HyeJin le había dicho, estaba tan feliz, pero a la vez tan confundido.

Era cierto, la personas que sufren de abusos siempre quedan con algún trauma y en la mayor parte de los casos, nunca vuelven a ser los mismos de antes.

Ajustándose el chaleco antibalas, pidió un reporte de la situación de las patrullas ubicadas estratégicamente para que nadie las pudiese ver. Por lonque le informaron, hoy en especial había una generosa cantidad de personas entrando. Ellos también irían a tribunales por abuso a menores de edad.

En cuanto estacionaron el vehículo frente al lugar, el resto de las patrullas rodeo el hotel y los oficiales entraron en acción, liderados por Hoseok.

El primer escuadrón rompió la puerta de entrada y arrestaron a la recepcionista de turno junto a dos "caballeros" que estaban a punto de subir por el ascensor. La chica de turno se puso a gritar y rápidamente llegaron las otras dos muy asustadas, fue una mala jugada ya que de inmediato las inmovilizaron.

El corazón de Hoseok estaba a mil por hora, algunos agentes fueron a las habitaciones para sacar a los chicos de estas mismas.

En cuanto iban saliendo, los envolvían en mantas para protegerles del frío de la noche. La mayoría iba con poca ropa y algunos completamente desnudos. El estómago de Hoseok se revolvió. Era tan solo unos niños.

El agente azabache se acercó al que parecía más joven de los demás mientras le acomodaba la manta.

—¿Cuál es tu nombre?— preguntó el mayor mientras le entregaba su gorra para que se la pusiera.

—Ba-Baekhyun, señor p-policía...

—Correcto, Baekhyun, ¿Que edad tienes?

—Tengo nueve ...en dos meses mas cumplo diez, señor policía— Algunos oficiales que alcanzaron a escuchar esta pequeña conversación, miraron hacia otro lado tragando saliva con tristeza. Ese niño tenía la edad de los hijos de los agentes. Era repugnante lo que les obligaban hacer.

—Baek...te voy a pedir un favor ¿vale?— El menor asintió mientras que instintivamente apretaba la manta que lo cubría. Hoseok sacó un par se monedas de su bolsillo trasero y se las tendió. —En la estación de policías hay una maquina de dulces, quiero que compres el que más te guste. ¿Es un trato?

—¿Q-que debo darle a cambio, señor policía?— Los ojos del pequeño niño por un momento brillaron, pero estaba tan acostumbrado a otro tipo de tratos que estaba a punto de llorar.

—A cambio quiero que disfrutes tu dulce y le des un enorme abrazo a alguien que te está esperando. Además, prometeme que nunca más hablarás con extraños.

—Lo prometo, señor policía..

—Y no me digas señor policía,  de ahora en adelante solo dime Hoseok. — El policial le dedicó un sonrisa revolviendo el cabello del pequeño y este de inmediato le correspondió, enseguida lanzándose  en busca de un abrazo.

A los pocos segundos apareció Hyuna, una agente de bajo rango para llevarse al pequeño a la estación.

—¡No hay nadie más!— gritó Yifan una vez las puertas del ascensor se abrieron, dejando ver a dos chicos con un horrible aspecto, parecía que se iban a desmayar en cualquier momento— ¡Necesito asistencia médica de inmediato! Estos chicos fueron drogados y lo que le inyectaron no era más que basura, si hubiésemos llegado segundos después, estarían muertos por una sobredosis de narcóticos.

Los paramédicos lo pusieron en camillas y los llevaron fuera del hotel hasta la ambulancia, necesitaban un hospital urgente.

Hoseok se quedó quieto por largos segundos, estaba en una especie de trance. Donde ves correr a todo mundo de un lado a otro en camara lenta... En su mente estaba solo una persona.

Taehyung.

Taehyung no había salido.

Tampoco le habían informado si habían encontrado al jefe de todo esto.

Joder.

HABITACIÓN 1 2 1 «HopeV»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora