HABITACIÓN 1 2 1 «HopeV»

V I G é s i m o - o i t a v o

Taehyung se removió un poco en la cama donde la noche anterior se había entregado a Hosek, al no encontrarlo sobre la cama se despertó de inmediato.

Hoseok no estaba. Y él estaba solo y desnudo en la cama.

La respiración del castañito se aceleró y se abrazó así mismo, se cubrió hasta el cuello con la sabana, sus lágrimas ya se habían acumulado en sus ojos.

—¡Yoongi, no te los comas todos!—  Gritó Hoseok cuando entraba a la habitación donde Taehyung se encontraba. —Buenos días, amor...

—Hobi hyung...—Sollozó el menor y se levantó de la cama a tropezones y abrazó al meyor por el torso fuertemente, el mayor quedó sorprendido pero terminó medio correspondiendo al abrazo, cuidando de no tirar la pequeña bandeja que traía en su mano.

—¿Que pasó pequeño? No llores... —Taehyung pudo notar que el agente se encontraba con unos pantalones holgados y sin playera.

—Me desperté solo, desnudo, fue lo mismo que viví esos años y me asusté...creí que todo lo que pasó fue un sueño y que seguía en ese lugar....—Murmuró Taehyung mientras que Hoseok lo guiaba de vuelta a la cama para que se volviera a cubrir. El clima iba de mal en peor y y cada vez hacía más frío.

—Lo siento, Tae. Te veías tan hermoso durmiendo que me dio pena despertarte. Jimin hizo bollos dulces con chocolate y quise traerte algunos para cuando despertaras.— Fue entonces que Taehyung se dio cuenta de la bandeja que Hoseok traía.

Taehyung solo bajo el rostro, Hoseok le sonrió dejando la bandeja en la mesa de noche y luego sacó uno de los pijamas que Yoongi le regaló a Tae para que este último usara.

Hoseok ayudó a vestirse, más claro  vistió a Taehyung y nuevamente le hizo recostarse sobre la cama, cubriéndole con mantas limpias, dejando las otras en el suelo.

El azabache tomó uno de los bollos y lo guió a los labios de Taehyung, quien se sonrojó ante el gesto, pero aún así mordió aquel dulce.

—¿Te gustó? Jimin es un gran cocinero y ha hecho varios de estos. Como hace frío y está a punto de llover, ninguno de Jimin y Yoongi fue a estudiar hoy. —Le comentó Hoseok de manera divertida mientras tomaba otro bollo para comérselo bajo la atenta mirada de Tae.

—Es realmente delicioso, me gustaría que me enseñara ...—Habló igual de emocionado el menor terminando de comer el dulce lentamente.

—Hey, te tengo una gran noticia— El menor lo miró atentamente mientras masticaba, Hoseok sonrió ante la tierna imagen. — El lunes comenzarás a ir al colegio, estarás en la clase de Yoongi. Además... Ya puedes vivir con tu hermana.

—Esas son dos noticias, hyung, una es grandiosa, digo, me alegra porque al fin podré volver a estudiar y además tendré un amigo, no estaré solo. Por otro lado...no quiero vivir con HyeJin....yo quiero quedarme contigo, Hobi.

Ambos se consumieron en un largo silencio. Ninguno se atrevía a decir una sola palabra, pero al fin fue Hoseok quien habló sin antes dar un suspiro.

—Por más que ambos quisiéramos, no puedes quedarte, Tae. Eres menor de edad y debes estar con tu familia todo lo que puedas.

—Pero yo me quieto quedar a tu lado, hyung —Murmuró el pequeño mientras jugaba con sus manitas en su regazo.

—Mejor hablemos de esto en.... otro momento— Dijo Hoseok levantándose de la cama lentamente— Si gustas puedes dormir otro rato o estar con Yoongi y conmigo jugando, Jimin se fue a descansar un rato.

—¿Jugando? ¿A qué?

—Vídeojuegos

Al final, Taehyung bajó hasta la sala donde se encontraba Yoongi jugando en la consola muy concentrado.

—Yoonnie, Taehyung quiere aprender a jugar. Yo iré atender unos asuntos pendientes que tengo con Yoona y más te vale que le enseñes bien. ¿Entendido? — Habló Hoseok mientras despeinaba a su hermano y le hacía perder la partida en el juego.

—HoSeok~me faltaba poco para llegar a la meta— Reclamó el chico de labios gatunos mientras se movía para hacerle un espacio a Taehyung a su lado quién sonrió al verles. —Yo te enseño, Tae.

Hoseok asintió sonriente y subió a su habitación para darse una ducha y arreglarse con la ropa reglamentaria del trabajo, pantalón de tela ajustado a sus piernas y una camisa la cual puso los bordes por dentro de sus pantalones. Arregló un poco su humedo cabello, tomó su placa y una cajetilla de cigarros -que guardaba en su mesita de noche- la cual escondió en su chaqueta de cuero para que los menores no le vieran y luego salió despidiéndose, tomando su automóvil hacia su trabajo.