HABITACIÓN 1 2 1 «HopeV»

D É C i m o - q u a r t o

Luego de un par de minutos de silencio por parte de ambos chicos, el policía decidió hablar y dejar salir todo su lado profesional.

—Está bien, necesito tu edad y lugar de donde provienes para ver si estas en el registro de personas desaparecidas.— NamJoon habló alto y claro, demostrado que él realmente era un profesional en lo que hacía.

—Dime Jin, vivía en Japón pero soy coreano, mis padres me dejaron volver a seguir estudiando porque donde vivíamos no habían academias de música. Una semana después que llegué a Corea, una mujer de aspecto occidental se me acercó preguntandome una dirección...—SeokJin contó con una expresión seria todo aquello, aunque en el fondo lo único que quería era llorar— La ayudé a llegar a su destino cuando ya era de noche, después lo único que recuerdo es que estaba semidesnudo sobre esta misma cama con un dolor horrible de cabeza.

—¿Te golpearon en la cabeza?— Preguntó NamJoon con el ceño fruncido, no podía creer que a un adolescente le pudieran hacer eso.

—Parece que si.

—Esta bien, dime tu edad

—Cumpliré dieciocho el mes  siguiente.

Y así ya había pasado toda la noche, pero ya era de mañana y NamJoon debía marcharse.

Se despidieron, pero antes de que el mayor saliera, SeokJin lo agarró del cuello de la camisa y le dio un profundo beso, logrando que NamJoon le afirmase la cintura y su espalda quedase  pegada a la puerta.

Era solo la unión de labios en primer lugar, pero en algún momento se había transformado en un beso frenético y descontrolado. El saber de SeokJin había causado estragos en la mente de NamJoon, incluso llegó a creer que era igual que una droga. Adictivo y peligroso.

—Solo para que sepas que...me hubiese gustado pasar la noche con usted, oficial Kim.— El susurro agitado del menor hizo estremecer el cuerpo del peligris quien negó varias veces.

—No hagas esto, eres mucho más que sexo. Ha sido un verdadero placer conocerte y si alguna vez nos volvemos a encontrar, espero que sea en otro sitio, que no sea aquí.

—¿Es una cita?

—Podría ser...—NamJoon se despidió con la mano y un semblante tan serio que llegaba a ser tétrico. Y se fue.

Ya estando en su motocicleta camino a la estación de policía, pensaba en el chico que había conocido, estaba seguro que esa actitud de chico rudo era solo una fachada para ocultar sus miedos y tristezas. Ahora entendía porque Hoseok quería terminar lo más pronto posible con el caso.

(....)

Tres largos días habían pasado y ya habían liberado a Yoongi puesto que la recuperación de Jimin iba cada vez mejor.

Eran aproximadamente las dos treinta de la tarde, los hermanos Jung estaban comiendo algo en la cafetería del hospital cuando una enfermera se les acercó a avisarles que Jimin había despertado.

Sonrientes se dirigieron a la nueva habitación de Jimin, ya no necesitaba el respirador artificial así que lo derivaron a una habitación más privada.

El primero que entró fue Hoseok con un enorme oso de peluche, seguido de Yoongi que traía consigo un ramo de flores.

—¡Hoseok! Que alegría verte, hyugng— habló con cierta dificultad el chico tendido sobre la cama con una pequeña pero perceptible sonrisa. Estaba pálidos, con ojeras  y expresión somnolienta, pero estaba despierto, y era eso lo que importaba.

—¿Como te sientes, pequeño?—Le preguntó el mayor antes de besar suavemente la venda que aún tenía en la cabeza.

—Como si hubiese tenido un accidente — bromeó el chico de mejillas gorditas, recibiendo una risa algo forzada por el mayor— Lo siento....

—Minnie...—Susurró una voz algo tímida que provenía de la parte de atrás de Hoseok. Este último se hizo a un lado  con una enorme sonrisa en sus labios par que Jimin pudiera ver a Yoongi el cual nuevamente tenía empapada de lágrimas sus mejillas— No sabes cuanto me alegra que estés bien, no tienes idea  lo preocupado que estaba por ti...perdoname, sé que no debí decirte esas cosas pero..-

—¿Quien eres?— le interrumpió, Jimin con el ceño fruncido. Lo siguiente que se escuchó fue el sonido que hizo el ramo de flores al caer al piso.