bufónvich; lit x ecko.

O1.

el ovijerde despertó aturdido, gracias al incesante sonido de la alarma. con toda la pereza del mundo termino por apagarla para empezar con su rutina diaria, y aburrida.

comenzó por darse un baño, vestirse e ir al comedor para buscar algo que sacie su hambre. acabo comiendo cereal con leche, luego de eso lavo sus dientes y se dio un ultimo re toque en el espejo antes de escuchar la puerta ser tocada, y como supuso se trataba de su mejor amigo, paulo londra, mas bien, al que llamaba liendra.

—¿nos vamos?— preguntó el mayor, el dueño del expansor asintió y tomo su mochila junto con las llaves para salir de casa, en rumbo hacia la escuela, sin nada de empatia. —¿no dormiste bien?— volvió a hablar el cordobés con una enorme sonrisa un tanto burlona, causada por la cara de dormido de su amigo. —no dormí bien, eso.— respondió, a lo que el contrario negó con la cabeza mientras seguía caminando. una vez ambos se encontraban en su destino, pasaron directo al salón, no los consideraban chicos populares, y siendo honestos casi nadie hablaba con ellos, al igual con sus otros amigos, joaquin, mateo y dani, quienes los esperaban ya en sus puestos.

—¡que onda, bruo!— saludo animada mente daniel, mateo y joa se levantaron para dar un amistoso abrazo a los recién llegados. —necesito un café ahora mismo.— comento mauro, sentándose al lado del puesto de mateo tapándose la cabeza con la gorra de su polera.
—adivino, no dormiste bien.— supuso el portador del cabello arco iris. las clases pasaron normal, todo tranquilo para el grupo de amigos, al salir, mauro saco su móvil para enviarle un mensaje a julieta avisándole que estaban en camino hacia el circo.

cazzuela.

                     oa beibe, vamos en camino.

los esperó.

                           no jodas que cortante.

perdón, cuando estén aquí les cuento.

visto.✅✅

por otro lado se encontraban, ivo, matias, manuel, valentin y duki castigados, no era nuevo para ellos, ya estaban acostumbrados, sin importarles mucho que tan solo llevaran un día en la nueva institución. terminada su jornada de castigo, habían quedado en salir, sin querer repasar lo mismo de siempre, terminaron decidiendo ir a un circo.

—¿creen que sea aburrido?— cuestiono manuel, metiendo las manos en su campera, observando a sus acompañantes caminar con él, a lo que todos respondieron encogiendo de hombros.

—ni la mas mínima idea, sólo espero que no me asuste ningún maldito payaso que me lo cargo a trompadas ahí mismo.— habló spalatti haciendo muecas al decir aquello.

—o salís gritando como niña.— se burlo lombardo causando la risa en los otros dos y una expresión de pocos amigos en la cara de matias.
—anda a cagar.— bufo, caminando mas rápido pero siendo alcanzado por los demás.