Mess. (Comienzo de la Segunda Temporada)

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Canción: I'm a mess -Ed Sheeran.

Sus ojos apenas podían distinguir formas y colores al principio. Por tres meses no había visto nada más que oscuridad y la sensación de volver a la realidad comenzaba a nublar sus sentidos y su capacidad de hablar. Vio una mancha borrosa abandonar la habitación antes de que una voz que se oía en un eco lejano le avisara que estaba de vuelta y que no se trataba de otra de sus alucinaciones entre el sueño.

Cuando sus ojos asimilaron su función pudo finalmente ver a un hombre de no más de 40 años con una bata inclinado sobre ella. El olor a antiscepticos, los ruidos de máquinas y el ambiente sereno del lugar le dieron una idea de dónde se encontraba. 

-¿Qué mierda me pasó? -Se estiró viendo sus huesudos brazos. Tenía un par de tubos saliendo de estos.

-Bienvenida de vuelta, Charlotte. -Habló el hombre con una ligera pizca de emoción brillando detrás de sus ojos. Ella lo miró confundida. 

-¿Bienvenida a dónde?

-Al mundo real, claro está. Iré a avisarle a tu madre.

-Sigo sin entender.-La muchacha rascó su nuca con confusión.

-Has estado en coma por 3 meses. Tuviste una sobredosis que casi te mata. Ahora déjame hablar con tu familia. Si necesitas algo ocupa el control junto a tu cama.

El hombre se marchó dejandola aún más confundida y con las preguntas en la punta de la lengua.

Observó todo a su alrededor y luego a si misma. Por alguna extraña razón su mejilla cosquilleaba de una manera cálida y placentera.

Su madre y el doctor entraron a la habitación sin dirigirle una sola palabra. El doctor le entregó una receta y las dejo solas.

-Marie, cariño, estoy tan feliz de que despertaras. -La mujer que recibia el nombre de Haide sonreia, más sin embargo la sonrisa no llegaba hasta sus ojos.

-Claro. ¿Ya puedo largarme? -Su voz tembló sutilmente a medida que asimilaba que de verdad había dormido por tres meses.

-Por supuesto. Volveremos a Melbourne en un par de horas.

-Ni siquiera lo sueñes, Haide.

-Por favor, Marie.

-No me llames Marie. Y no voy a ningún lado contigo. De plano ni siquiera sé como me encontraste.

-Cariño, por favor. No quiero volver a tener éste miedo de perderte jamás. -Las lágrimas se derramaron por el pálido rostro de la mujer.-Te juro que las cosas mejorarán.

-No. Solo quiero largarme a casa con Ash, Alex y Harry. No me jodas.

-Hija... por favor. -Sollozó la mujer.

-No, joder no.

-Eres menor de edad de cualquier manera. Si no accedes te llevaré a la fuerza.

-Eres un asco Haide. -Charlie se incorporó en la cama mirando a la mujer con odio.

-No me hables así, Marie.

-¡Que no me llamo Marie, joder!

-Tu padre puede darte lo que quieras, lo sabes.

-No me interesa.

-Tus cosas ya están en Melbourne. Nos vamos en unas horas quieras o no.

-Volveré a escapar. -Soltó con simpleza.

Y entonces la señora Rockwell supo que tenía que recurrir a su último recurso.

-¿No te das cuenta de que nadie te quiere aquí Marie? En casa todos te amamos.

-Cállate.

-Tus "amigos" -Ironizó- Ni siquiera se tomaron la molestia de venir a verte. No te quieren Marie, el rubio se fue con tu amiga del pelo de colores, y ninguno volvió a verte.

La morena negó sintiendo que su corazón se partía. Todo tenía sentido. Alex se había fijado en Luke desde el principio, y por eso insistía tanto en que lo dejara. Pero se negaba a creerlo.

-Mientes.

-Mirate, Marie, eres un desastre y ella es hermosa. ¿De verdad creiste que él te quería?

-Tú no sabes nada. Cállate la puta boca.

-Puedes negarlo, pero eso no evita que ella esté con él.

La chica miró el buró donde descansaba un vaso con agua, algunas pastillas y su antiguo movil.

Lo tomó mirándolo con terror. Y entonces marcó ese número que se sabía de memoria.

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En el garaje de Ashton los cuatro chicos ensayaban con el volumen al máximo mientras en la sala Harriet y Alex veían una película esperando por los chicos para finalizar. Alex se preguntaba cuál había sido la razón para invitarlas si de plano no iban a estar juntos. Se llevo la mano llena de palomitas a la boca sin prestar demasiada atención a la televisión. Harriet parecía absorta en la película por lo que ni siquiera podía hablarle.

"Back to the streets where we begin"

-¡LUKE! TU TELÉFONO. -Gritó la chica. Miró a Harriet quien ni se inmutó y se levantó hasta la cocina para contestar.

Lo tomó sin mirar siquiera el identificador de llamadas y contestó:

-Luke está ocupado ahora...si quieres llama después.

Un sollozo femenino salió desde el otro lado de la linea. Y Alex solo cortó sin pedir explicaciones para volver a la aburrida película.

Cuando ya iban por su tercera película los chicos salieron del garaje distrayendolas de la televisión. Calum se acercó hasta Harriet y depositó un beso en sus labios.

-Apestas. -Le dijo la castaña a su novio y volvió a besarlo una vez más.

-Lo sé, ¿Qué tal si vamos a mi casa y tomamos un baño? -El moreno le susurró no lo suficientemente bajo.

-Que asco. -Rió Mike y se sentó a un lado de Harriet estirandose con cansancio.

Los colores se subieron a la cara de la chica.

-¿Alguien llamó? -Preguntó Luke desde la cocina tomando su teléfono de la mesa.

-Si, pero no dijo nada, literalmente. -La rubia se encojió de hombros.

Luke revisó a través del historial sin poder creer lo que veía. 

-No puede ser. -Susurró mirando con desconcierto la pantallas del teléfono.

-¿Qué pasa?

-Es del teléfono de Charlie.

Alive|Michael Clifford, Luke Hemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora