Never let me go

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Canción: Never let me go - Florence + the machine.

Los rayos de luz iluminaron su cara haciendola fruncir un poco el ceño. Se removió encontrándose atrapada entre un par de brazos fuertes. Aspiró ansiosa de confirmar que sus recuerdos eran reales. Y sí, efectivamente estaba siendo abrazada por el chico que amaba como una condenada.

-No te muevas, Charles.

Suspiró. Jamás se cansaría de oirlo decir su nombre.

-¿Qué pasa si me muevo? -Preguntó tratando de molestarlo.

Las manos de Luke se posaron en su abdomen acariciandola como si temiera hacerle daño, la sentía aún más pequeña que antes entre sus brazos, su cara estaba más hundida y sus enormes ojos azules se veían más grandes de lo normal. A pesar de todo, al rubio le seguía pareciendo tan hermosa como ese día que la vio por primera vez.

-Probablemente te abrazaría más fuerte. -Susurró contra su cabello, inhalando la escencia de la chica.

-Esa no es una buena amenaza.

-Lo sé.

-Tarado.

-Me amas.

-Sí. Y mucho.

Luke la soltó un poco para que se pudiera voltear.

-Te amo más. Y prometo que jamás dejaré de hacerlo.

-¿Lo juras?

-Lo juro.

Y con un beso su promesa fue sellada.

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Un par de golpes en la puerta hicieron saltar a Alex que dormía desparramada sobre el sillón después de desvelarse con cervezas y películas románticas, que era lo que generalmente hacía cuando se deprimía.

Se dirigió hasta la puerta vistiendo apenas unas bragas y una camiseta gigante que le tapaba la mitad de los muslos y cuando la abrió no pudo evitar sonreír de oreja a oreja.

Frente a ella estaban Charlie, Luke y un oso que le sacaba una cabeza y media.

-¿Podrías perdonar a una idiota que no te merece? - Preguntó la rubia ofreciendole una sonrisa sincera.

-Yo naci perdonandote, zorra.

Ambas rieron antes de hundirse en un apretado abrazo que ambas estaban ansiando.

-Te quiero, Alessandra.

-También te quiero, Charlotte.

Y ese "te quiero", era uno de aquellos que decían te perdono, pase lo que pase.

-Eso es ardiente. -Murmuró Luke que era el que sostenía el oso.

-Tú cállate.

Alex lo miró mal un momento y ambos rompieron a reír.

Los tres entraron y dejaron al oso en medio del salón. Un momento después salieron Harriet y Calum en escasa vestimenta de la habitación de la chica. No era necesario preguntar el porque.

-¡Harry! -Chilló Charlie al verla y saltó para abrazarla con sus brazos y piernas.

-Eso es ardiente. -Gruñó el moreno.

-Eso es lo que yo dije -Rió Luke.

-¡Te extrané tanto, subnormal!

-¡Yo también, Hazz! -Dijo con lágrimas corriendo ya por sus mejillas.

-¿Y yo no toco abrazo? -Preguntó Ashley saliendo de su habitación con cara de "Los mataré a todos"

-Tú no.

-Cállate y dame amor, perra adicta al sexo.

-Tan amorosa como siempre.

Ashley soltó una risita aguda y abrazó a Charlie con todas sus fuerzas.

Luego de la emotiva escena, la rubia les explicó todo lo que había pasado, incluyendo lo de Camila y su nuevo amigo Kyle, prometiendoles que las llevaría para un cambio de look (Y de paso una subida de autoestima. Por su parte, Luke y Calum le explicaron lo de su gira, su exito en youtube y el contrato.

Las chicas además planearon volver a formar la banda, costara lo que costara.

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-¿Estás listo amor?

Luke miró a su novia con media sonrisa adornando sus labios. La rubia acomodaba el cabello del chico con premura, tratando de domar su salvaje flequillo que se iba para todos lados.

-Más que listo, bebé.

Se inclinó un poco para dejar un beso en los labios de su novia. Como disfrutaba llamarla así, después de todo, estaban juntos y eso era todo lo que le importaba.

Con sus manos entrelazadas ambos entraron a la casa de los Rockwell, en dónde Haide y George los esperaban sentados de una manera casi tétrica en la sala del lugar.

-Hemmings. -Habló el hombre de enormes y fríos ojos azules al ver a ambos adolescentes.

-Señor Rockwell. -Luke le tendió la mano a su 'suegro' y éste se la apretó con más fuerza de la necesaria.

-Hey, papá -Dijo la rubia. George la miró despectivamente y volvió la vista a Luke, sin siquiera saludar a su hija.

-Dime que es lo que pretendes, Hemmings.

-Pretendo llevarme a su hija a Sidney, para que luego al cumplir la mayoría de edad nos podamos casar.-Dijo algo dudoso Luke. Miró a Charlie y suspiró.-Yo la amo, señor Rockwell, y probablemente jamás lo deje de hacer.

La chica le sonrió con adoración y volvió a mirar al hombre de fríos ojos.

-¿Es esto lo que tú quieres, Charlotte?

-Si, papá.

-¿Vas a mandar toda tu herencia por culpa de este...-Lo miró despectivo.-...Personaje?

-Yo lo amo, papá.

-Señor, sé que no tengo dinero, pero prometo que a mi lado jamás le faltará nada, la cuidaré y velaré por ella todos los días.

-Está bien, puedes largarte, Charlotte. Pero no quiero que vuelvas aquí pidiendo nada. A partir de éste momento estás desligada de esta familia, para siempre.

La chica intentó sonreír, fallando miserablemente, sin embargo, no derramó ninguna lágrima, no quería ser débil frente a su familia o mejor dicho 'ex-familia'.

Luke la abrazó y dejó un beso en su frente, consciente de lo que su novia debía estar sintiendo.

-Vamos, Charles, ya podemos irnos.

Ambos se levantaron y se largaron sin una sola palabra.

Mientras que detrás de las puertas de la imponente casa de los Rockwell, la señora Rockwell presenció algo que creyó jamás sucedería. Una lágrima rodó por la mejlla de su esposo, que rápidamente la limpió y se levantó con rumbo a su oficina en la que pasaría el resto de la noche reviviendo los recuerdos de la infancia de su hija menor, aquella a la que jamás supo tratar y que probablemente por eso ahora estaba perdiendo.

Y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas, porque después de todo, su apariencia ruda era solo una fachada, al igual que la de su hija, porque eran más parecidos de lo que creían.
Preparense porque el drama apenas comienza, a partir de aquí, todo se va a ir a la mierda (Más aún)
Tobesis :*

Alive|Michael Clifford, Luke Hemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora