Älskar // Albalia

43. Hogar

ALBA POV

Nos despertamos algo somnolientas y empezamos a vestirnos, Natalia me tuvo que ayudar porque no podía agacharme básicamente.

Sergio entró y me dijo que las pruebas que hicieron ayer iban bien y que mi riñón estaba adaptado a mi cuerpo perfectamxente. Me dio unas pastillas para terminar el proceso y unas inyecciones por si me dolía mucho la tripa por la operación tan agresiva que me hicieron.

Nos despedimos de él y me senté en la silla de ruedas con la cual llevaba entre mis pies la maleta de Natalia. Ella me empujaba por detrás hacia la salida, eran apenas las 6 de la mañana ya que teníamos que ir a Alicante y ya luego coger el tren.

Nada más salir estaban allí mis padres y Marina que había bajado con ellos. Se acercaron y me besaron y abrazaron hasta que casi me quedé sin oxígeno.

"Cuídate mucho, iremos en una semana a verte" dijo mi madre. Asentí besando su mano. Se despidieron de Natalia y después de esperar 15 min a una Cabify me metieron con un poco de dificultad dejando la silla detrás.

Llegamos a Alicante después de 30 min y de allí directamente a la estación de tren. Hacía algo de frío ya que estábamos a finales de septiembre según me decía Natalia, yo entré a principios de agosto al hospital de Madrid.

"Nat" dije mientras esperábamos el tren. Ella se agachó y asintió con la maleta en la mano "tengo frío en la cabeza" dije tocando mi pelo.

"Tengo un gorro de los míos ¿Quieres?" preguntó. Asentí sonriente mientras ella sacaba de su maleta el gorro y me lo daba "vas vestida como yo, tenemos que parar de ser la misma persona" dijo riéndose.

"Las bragas son mías" dije sacando la lengua. El tren llegó y Natalia me metió en el vagón hasta llegar a uno en el cual me tuvo que sacar de la silla y sentarme. Dejó la silla doblada detrás de los asientos.

Me sentía extraña al ver tal cantidad de colores y de percibir tantos olores en el ambiente. Natalia me miraba curiosa mientras sacaba unos cascos de su bolsillo.

"Voy a por algo de desayunar ¿Te traigo algo?" preguntó. Le dije que sí y segundos después desapareció por el pasillo del tren. Saqué mi teléfono y lo encendí ya que lo tenía mi madre y lo apagó cuando llegamos a Elche.

Un minuto después abrí las redes sociales y sobre todo el chat que tenía con nuestros compañeros. Les mandé un mensaje diciendo que estaba bien y que sólo quedaba una recuperación que espero que sea menos dolorosa.

Todos se alegraron y me escribieron dándome fuerzas y todas esas cosas. Natalia apareció con dos colacaos y un par de magdalenas.

"Es sin lactosa" dijo sonriente sentándose a mi lado. Removí la cuchara y mojé la magdalena llevándomela a la boca con gusto.

Natalia sonrió y empezó a desayunar también. Saqué una pastilla y me la tomé, Sergio me dijo que me tomara 1 por cada comida hasta que se me acabasen y eso iba a hacer.

Acabé el desayuno y me apoyé en la ventana observando como poco a poco el sol subía en el cielo nublado. Natalia miraba su móvil mientras se peinaba el flequillo.

"¿Pasa algo?" pregunté apoyando mi cabeza en su hombro. Ella me miró negando con la cabeza mientras pasaba las historias de Instagram y contestaba a algunas personas "has sacado single..." susurré besando su mejilla.

"Si, me llegan demasiadas cosas y no sé qué hacer" dijo riéndose conmigo. "¿Nos hacemos una foto?" preguntó.

Miré mis pintas y asentí. No podía ir con peores pintas ni tener una cara peor pero total, estaba feliz y era lo que me importaba.