53. Cero

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ALBA POV

Estaba durmiendo tan tranquila en los brazos de Natalia hasta que un ruido me perturbó el sueño. Abrí un ojo encontrándome a mi madre cerrando la ventana.

Me moví un poco observando que teníamos Natalia y yo una manta tapándonos ya que aunque yo la tapaba, continuaba desnuda y dormida.

"Mamá" susurré. Ella se dio la vuelta con una amplia sonrisa. Marta apareció por la puerta sonriente también "¿Qué haces?" pregunté.

"Teníais esto abierto, os ibais a coger un catarro y ya lo que nos faltaba" susurró bajando un poco la persiana "¿Vas a seguir durmiendo?" preguntó.

Miré a Natalia negando con la cabeza, ella había estado toda la noche viajando pero yo estaba bien, además eran las 18 de la tarde y no es plan de seguir durmiendo.

Se fueron de la habitación cerrando la puerta. Me levanté con cuidado de la cama, miré a Natalia que estaba con el cuello en una posición sospechosa.

La tumbé en la cama intentando no despertarla y la tapé hasta el cuello. Gruñó un poco frunciendo el ceño produciéndome ternura.

"Sh...duerme" susurré besando su nariz. Me puse el pantalón vaquero que traje y salí de la habitación cerrando la puerta despacio.

Fui al salón donde mi madre y Marta hablaban con Marilia y María. Nada más verme todas me miraron con una sonrisa, que vergüenza...

"¿Ya estáis bien?" preguntó Marta. Me mordí el labio inferior asintiendo. Solo tenía terapia por la mañana así que no tenía ningún tipo de prisa para ir a ningún lado. Me senté en la silla jugando con mis dedos algo nerviosa.

"¿Habéis...?" intuyó mi madre mirándome. Abrí los ojos como platos mientras las demás se reían a carcajada limpia.

"¡Mamá!" dije molesta por la insinuación "¡Qué más te da!" dije suspirando. María se levantó y me abrazó muy fuerte pillándome por sorpresa.

"Me alegro de que todo vaya bien de nuevo...me alegro tanto tía" dijo acariciando mi espalda. Acaricié su espalda besando su mejilla "te he echado muchísimo de menos..."

Me separé sonriente quitando sus lágrimas "ya está, ahora soy Alba Reche y tengo unas ganas de cantar..." Dije sonriente.

Nos pusimos a hablar entretenidas sobre los temas que me había perdido y sobre mis compañeros.

NATALIA POV

Me removí entre las sábanas moviendo mis piernas hasta que chocaron con algo.

Abrí los ojos encontrándome a Alba sentada en forma de indio mirando el móvil. Sonreí al verla tan entretenida, estiré mi pierna dando en la suya llamando su atención.

"Ya estás despierta" dijo ella dejando el móvil en la cama y gateando hasta tumbarse encima de mí. La atrapé entre mis brazos besando su cabeza.

Estuvimos abrazadas unos segundos hasta que escuché un sollozo de su parte. Extrañada, alcancé una camiseta poniéndomela y me reincorporé cogiendo de sus mejillas.

"¿Qué pasa?" pregunté preocupada. Ella me miró con al respiración algo entre cortada.

"Lo siento...siento haberme comportado como una gilipollas" dijo mirándome apenada. Negué con la cabeza retirando las lágrimas de sus mejillas "me siento estúpida por haberte perdido de esta manera...yo..yo.." dijo mirando sus manos. Me quedé espectante a sus palabras "te quiero Nat, te quiero y me dolió muchísimo hacerte daño"

La abracé contra mí calmando su angustia. Bien era cierto que me había hecho mucho daño pero ahora estábamos bien y era lo que me importaba realmente.

"Hey" dije besando sus labios durante unos segundos "ya está, olvídalo, empecemos de nuevo" dije sonriente. Ella asintió cogiendo mi mano en la cual trazaba patrones aleatorios.

"Me tengo que ir al hospital, me dan el alta en 2-3 días" dijo mirando nuestra unión con las manos "quiero ir a tu charla...¿P..puedo ir?" preguntó.

La miré seria y después sonreí como hace mucho tiempo que no sonreía. La atraje hacia mí de nuevo apretándola con todo el cariño del mundo.

"¡Pues claro tonta!" dije riendo "claro que puedes venir... Me haría mucha ilusión" dije sonriente. Alba sonrió y me besó durante unos segundos.

Se levantó de la cama y me miró antes de salir por la puerta. Quién iba a decir que las cosas habían cambiado con solo hablar, con solo mirarnos.

"Nos vemos mañana, te quiero" dijo sonriente. Sonreí lanzándole un beso mientras se iba de la habitación. Suspiré dejándome caer de nuevo contra el colchón.

Sentía mi alma llena de nuevo, ese vacío que dejó Alba lo necesitaba ya que era, es y será un gran apoyo para mí siempre.

Salí de la habitación después de un rato y me senté en el sofá, eran las 21.25 de la noche, madre mía...

"Menos mal que no estábamos en casa" dijo Marta riéndose mientras traía la cena aquí a la sala de estar. Le miré extrañada "una no quiere escucharos esas cosas" rodé los ojos divertida.

"No era mi intención pero así fue, sin más" dije levantándome y sentándome en la mesa junto a Marilia "¿Vendréis mañana a mi charla?" pregunté.

Ambas se miraron y asintieron sonrientes. No había que ir muy formar aunque yo si que iba a ir con mi americana y bien arreglada.

"¿Alba volverá?" preguntó Marilia después de comerse un trozo de pizza. La miré levantando los hombros mientras masticaba y tragaba

"Espero que sí, tiene que retomar su vida y quiera o no tiene que estar aquí" dije sonriente. Marta que no paraba de mirar al mantel me causaba curiosidad "¿Estás bien?" pregunté tocando su hombro, ella levantó la mirada y me miró.

"¿Es...es verdad que Alba casi no...que casi se muere?" preguntó. Suspiré limpiándome las manos con la servilleta y asentí "dios mío..."

"¿Quién te lo ha contado?" Pregunté seria. Ella me dijo que Rafi, el tiempo que estaba durmiendo en la habitación hablaron de eso "cuando te dicen que es un 20% se te cae el alma al suelo" dije limpiando los restos "pero como habéis observado Alba Reche es imparable"

"Cierto" habló Marilia "muchos de nosotros no hemos ido en estos dos mese a verla ni nada y no se...me siento mal"

"Marilia" llamé su atención "me dolió más a mí que a ella, además, ya está bien así que déjalo" dije abrazándola.

Estuvimos viendo una película bastante tranquilita, después nos fuimos a dormir aunque me dediqué a cambiar las sábanas ya que estaban..sudadas digamos

Después de estar 25 minutos para ponerlas porque como ya sabe medio mundo, las camas y yo no casamos. Me tumbé dentro de ellas soltando un sonoro suspiro.

Un maullido llamó mi atención y segundos después una Queen apareció subiéndose a los pies de la cama. Últimamente nuestra amistad se hizo más fuerte ya que era yo la que estaba en casa y no Alba.

"¿Qué te pasa?" Le pregunté a la gata. Ella caminó hasta mí tumbándose delante de mi regazo. Me puse de lado acariciando su cabecita peluda "mamá Alba vendrá en unos días" susurré sonriente.

La gata que ronroneaba contra mi mano dejó de hacerlo cuando ambas nos quedamos dormidas a pesar de que había estado toda la tarde durmiendo. Al final me voy a transformar en gato de tanto dormir.

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🐈♥

Älskar // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora