Se separó sólo un poco, para poder ver el cuerpo debajo suyo, disfrutando de cómo éste temblaba ligeramente, con la piel brillosa por el sudor, unas pequeñas marquitas por todo su torso. Su cabello negro todo alborotado, sus mejillas y orejas rojas, sus labios hinchados y entre abiertos.
-JiMinie~-
Bajó un poco, acercándose para darle una lenta lamida al miembro del mayor. Disfrutando del agudo gemido que soltó.
-Follame JiMinie... rápido- Se separó sólo para poder ver como su hyung separaba las piernas, dejando ver su rosada entrada. -Por favor...-
Sonrió con superioridad, alineando su miembro. Estaba listo para entrar.
Cuando de repente.
Soltó un pequeño quejido al escuchar los golpes en su puerta, para indicarle que se levantara. Aún no quería. Y aún menos después de ver la gran tienda de campaña que había en sus pantalones.
Y sabía perfectamente de quién era la culpa.
Suspiró con algo de pesadez, comenzando a bajar su mano por su torso, hasta meterla dentro de sus pantalones. Tomó su miembro, comenzando a acariciarlo. Soltó un suave suspiro por lo sensible que estaba.
Odiaba aquellos sueños húmedos, los odiaba. Odiaba que en ellos siempre apareciera el novio de su hermano.
-Jin...- Jadeó el nombre del mayor, moviendo un poco más rápido su mano. Tomando su celular, mientras buscaba en la galería, alguna imagen. Rápidamente se encontró con una que le había tomado un par de semanas antes. En ella se podía apreciar un muy buen ángulo del culo de su hyung.
Bombeó más rápido su miembro, mordiéndose el labio para evitar gemir. Amaba como aquel pantalón negro se le ajustaba al punto que hacía resaltar sus largas piernas, y su redondo culo. El culo que su hermano mayor se follaba cuantas veces quería, mientras él tenía que imaginar como se sentiría.
Cambió la imagen, ahora a una de su rostro. Imaginó como quedaría su linda carita toda manchada por su semen. Arqueó su espalda por aquella imagen mental.
Sintió un pequeño escalofríos. Estaba por venirse.
Movió un poco más rápido su mano, cubriendo su boca con la mano que sostenía su celular, intentando no gemir tan alto.
Pero era imposible.
-¡SeokJin!- Se corrió gritando el nombre del culpable de cada una de sus erecciones matutinas. El culpable de cada uno de sus sonrojos. El culpable de que no esté interesado en nadie más. El único culpable de que actura como un estupido cuando estaba en frente suyo.
-¿JiMin?- Detuvo su respiración y cualquiera de sus movimientos al escuchar aquella voz detrás de la puerta.
"Mierda"
-Me llamaste, ¿sucede algo?- ¿Por qué el novio de NamJoon estaba tan temprano en la mañana?.
"Si, necesito que vengas a ocuparte de lo que causaste"
-E-estoy bien... sólo tuve una pesadilla- Se levantó y limpió lo que podía, mientras intentaba relajarse un poco.
-¿Una pesadilla?- Se detuvo de golpe al ver como el mayor entraba rápidamente. Tiró al suelo un par de prendas, empujándolas con el pie. -¿Estás bien cariño? ¿No necesitas que haga algo por ti?-
"Me gustaría que me la chuparas"
-Tranquilo hyung- Le mostró una dulce sonrisa, que provocó que el mayor le tirara las mejillas con cariño y suavidad.
-Mi pequeño y tierno niño- Le dio un par de cortos y pequeños besos en las mejillas.
-No soy tierno, hyung- Intentó poner una expresión bastante molesta. Sin embargo, el pequeño chillido del más alto, y el fuerte abrazo que le dio, le indicó que falló el intentar intimidarlo.
"Te odio, SeokJin"
-Eres demasiado lindo, bebé- JiMin podía sentir el pecho de su hyung contra su mejilla. Decidió llevar sus brazos hacia la pequeña cintura del mayor. -Por cierto, el desayuno estará pronto, ve a lavarte la cara y luego baja con nosotros-
JiMin bajó un poco más sus manos, aprovechando que su hyung estaba distraído, hasta tocar su trasero. Las dejó allí, acariciando con su suavidad con sus pulgares.
Por otra parte, Jin podía sentir las caricias en aquella zona, pero como siempre, creía que era un pequeño accidente, por lo que no se molestó en mover las pequeñas manitos de JiMin.
🍼🍼🍼
-Yo creo que él es un idiota-
Sus amigos y él voltearon hacia el pequeño rubio.
-¿El novio de Nam hyung?- Preguntó un chico algo alto, de cabello plateado.
-Yo creo que él es jodidamente sexy, pero algo distraído- Dijo un chico algo pálido, de cabello negro, y un cigarrillo apagado entre sus delgados labios.
El peli plateado asintió, viendo a su amigo.
-Es un idiota. Fin- El rubio se cruzó de brazos y piernas, bastante molesto.
-Estás celoso porque él es novio de mi hermano, y a ti te gusta mi hermano- Ahora habló JiMin, mientras pasaba sus brazos al rededor de la cintura del rubio, abrazandolo.
-Vamos, ya dejen los resentimientos, ¿qué les parece si vamos a mi casa?. A mí mamá le gustaría que todos vuelvan- Habló TaeHyung, esperando que así se pusiera evitar algún tipo de pelea entre YoungJae y JiMin.
-A mí me gustaría, pero Kookie me dijo que necesitaba ayuda en una materia y casualmente sus padres no estarán hoy- El mayor de los cuatro, se levantó, mientras soltaba un poco de humo del cigarrillo. -Así que yo me voy echar un buen polvo-
-¡Oye! No te puedes ir aún, discutíamos sobre mi problema- JiMin soltó a YoungJae, dejando que éste se alejara un poco. Aún seguía molesto.
-¿Quieres un consejo del Gran Min YoonGi?- El menor asintió. -Si quieres algo, hazlo-
JiMin rodó los ojos.
-¿Sabes? Quizás para ti sea fácil, pero él realmente no deja de verme como si fuera un bebé-
-Entonces sólo demuéstrale que no eres un niño, hazle saber que ya eres un "hombre"- Hizo comillas con sus dedos. El más bajo le dio un golpe en el brazo.
-¿Y como piensas que haré eso?-
-Eso lo dejo para ti. Bien, mi trabajo está hecho. Adios- Se alejó de ellos, mientras saludaba con su mano.
"¿Demostrarle que no soy un niño?"
Un par de ideas se cruzaron por su cabeza, al mismo tiempo en el que sus dos amigos, TaeHyung y YoungJae continuaban hablando, sin prestarle atención.
"Kim SeokJin, voy a demostrarte que no soy tierno. No soy lindo. Y mucho menos, soy un niño"
Estaba decidido.