El día era perfecto para dar un paseo, y esa era la principal intención de YoungJae, dar un paseo junto a su pequeña Coco. Ahora mismo se encontraban caminando sin ningún tipo de prisa, hasta que el celular del chico se escuchó. Lo tomó con algo de molestia, después de todo estaban interrumpiendo su precioso momento de tranquilidad.
-¿Que quieres?-
-¿Esa es manera de contestarme?, mocoso, algo de respeto no vendría mal-
-¿Que quieres, TaeHyung?-
-Me preguntaba si quisieras dar un paseo, Tannie está ansioso por salir y creí que se divertiría junto a Coco-
-Que coincidencia- Miró a su pequeña perrita, quien movió un poco su cabeza sin dejar de mirarlo. No pudo evitar el soltar un pequeño ruidito expresando lo linda que era. -Acababa de sacar a pasear a Coco, si quieres ven, estoy en el parque, iré por un helado mientras tanto-
-¡Quiero uno de vainilla!-
-Si, si, apresúrate- Cortó la llamada para luego guardar el celular en su bolsillo trasero. -Tu amigo YeonTan estará aquí en un momento, vamos a comprar unas cosas para el inútil de TaeHyung y luego jugarás con él- La perrita ladró emocionada por escuchar la nueva noticia.
Sostuvo con fuerza su rosada correa y se dirigieron hacia un pequeño café en el que acostumbraban a servir helado también. Aún recordaba todos los momentos que pasó junto a sus amigos, momentos vergonzosos que odiaría que salieran a la luz nuevamente. Una vez cruzaron la calle, dirigió sus pies hacia la tienda, cuando un par de jalones en su correa hicieron que se sobresaltada, y se asustara al ver que la pequeña Coco logró que la soltara, corriendo nuevamente hacia la calle.
-¡Coco!- Gritó asustado al ver que se avesinaban los autos, pero algo lo dejó completamente sorprendido. Un gran "héroe" la había salvado, la cargó a tiempo, aunque el auto de todos modos frenó y tocó el claxon para avisar al hombre que salvo a su pequeña hija. -Tiene que ser un a broma...- Susurró para si mismo al ver de quién se trataba.
-Tienes suerte que yo me encontrara aquí- Escuchó aquella voz gruesa que tanto amaba y odiaba. El hombre, de traje, soltó una pequeña risita al sentir la traviesa lengua de Coco en su mejilla, al parecer aún lo reconocía.
-Gracias a Dios estás bien- Llevó sus manos hacia la pequeña perrita blanca para cargarla.
-¿Y a mi no me agradecerás?-
-Gracias, NamJoon hyung- Se dispuso a girar nuevamente hacia la tienda, suponiendo que la conversación termina allí. Pero una mano lo tomó rápidamente del brazo, con algo de fuerza para que se detuviera. -¿Que quiere?-
-¿Podemos hablar?-
-No- Volvió a girarse, pero ésta vez fue jalado en sentido contrario de la tienda. -¡Oye!, ¡¿qué cree que hace?!-
-Llevándote a un lugar en el que podamos hablar, y no acepto un no por respuesta- Dijo en un tono que al pobre YoungJae le causó un ligero escalofríos, obedeciendo y comenzando a caminar hacia su lado, aún con su pequeña en brazos, sin soltar la correa, temía que escapara otra vez.
🍼🍼🍼
Miró el lugar algo nervioso y sobre todo incómodo, ¿cómo es posible que NamJoon lo trajera a semejante lugar y él vistiera con esas fachas?. Además de que pagó extra sólo para que Coco pudiera quedarse con ellos, siempre y cuando se mantuviera tranquila.
-¿Ya podemos hablar?-
-Primero; esto es demasiado costoso sólo para "hablar", me conformaba con un simple café. Segundo; usted y yo no tenemos nada de qué hablar, ya me quedó bastante claro lo que me dijo la última vez, espero que sea feliz con su noviecito- Se levantó lentamente, dispuesto a dejarlo en ese costoso restaurante, pero la mirada del contrario lo obligó a sentarse nuevamente, aumentando sus nervios otra vez. -¿Qué?-
-Escucha, sé que malinterpretaste lo que dije la última vez, yo no te odio, pero ¿te das cuenta de que tú eres aún menor?-
-¿Y eso qué?, eso ya no tiene sentido ahora, usted es feliz, y yo también tengo pareja- Intentó no avergonzarse por la semejante mentira que había dicho.
-¿Enserio?, ¿quién es?, ¿JiMinie?-
Abrió la boca ofendido por lo que acababa de escuchar, ¿como el saldría con JiMin?, ni loco.
-Se llama Min YoonGi, es un amigo de JiMin hyung. Se lo presentaría, pero él también es alguien muy ocupado- De repente una pequeña imagen de él siendo colgado de un árbol por YoonGi lo asustó. Era un tonto, un tonto que cavó su propia tumba.
-¿Amigo de JiMin?-
-Como sea- Cambió rápidamente de tema, mirando a Coco. -¿Ya me puedo ir?-
-No, y no quiero que te vayas de aquí hasta que arreglemos esto-
YoungJae sólo suspiró de forma pesada, mientras miraba hacia la mesa, jugando con sus dedos pulgares. Pensó que quizás podría confesarse otra vez, pero mientras más lo pensaba, más se daba cuenta de que no tenía sentido. NamJoon tenia razón, él era menor, pero a pesar de que la diferencia de edad no era mucha, no era bien visto.
-Usted me gustaba, pero ya me quedó bastante claro desde la última vez. Usted ahora tiene una pareja muy bonita y que lo hace feliz, yo también soy feliz, creo que es suficiente de seguir con esto- Le dedicó una pequeña sonrisa, mientras se levantaba. -Con permiso, tengo que esperar a un amigo- Tomó con cuidado a su pequeña perrita, comenzando a caminar lejos de la mesa.
Una vez se encontraba fuera del lugar, la incomodidad de tener tantas miradas sobre su persona al fin había desaparecido. Inhaló el delicioso aire fresco y con una sonrisa se dispuso a caminar, cuando un fuerte jalón hizo que girara y de repente unos gruesos labios chocaron contra los suyos. Abrió sus ojos lo más que pudo por la sorpresa, pero volvió a cerrarlos una vez se dio cuenta de quien se trataba, comenzó a responder al beso, mientras llevaba uno de sus brazos al cuello de Nam, mientras el mayor llevaba ambas manos a su delgada cintura.
La gente los miraba, algunos sin interés, otros con asco, y algunos con una linda sonrisa en sus rostro, orgullosos de que se pudiesen mostrar en público sin problemas.
Después de un rato ambos se separaron, ambos con las mejillas rojas, sin dejar de verse directamente a los ojos.
-Te llamaré en la noche- El menor asintió, aún ligeramente atontado por el beso, mientras recibía un último beso rápido y corto. -Nos vemos- Y después de eso, simplemente se fue.
-¿Tú no dirás nada, verdad?- Miró a Coco, ella simplemente ladró. -Tomaré eso como un si-
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-¿Como que no había más helado?- Escuchó la voz decepcionada de su mejor amigo, mientras veía a ambos perros jugando entre ellos.
-Eso me dijeron, no lo sé- Se encogió de hombros, mientras mordía sus labios. No podía dejar de sentir la sensación de los dulces labios de NamJoon sobre los suyos.
-Ni modo, ¿vamos por una hamburguesa después?-
-Me parece bien- Sonrió, no podía evitar el no estar tan feliz y emocionado por todo lo que había pasado.
-Oye, ¿a dónde van?- Miró hacia un par de árboles algo alejados del parque y como sus pequeños hijos corrían a ese lugar. Rápidamente ambos se levantaron y corrieron tras ellos.
Oh, los dos estaban bastantes sorprendidos después de ver a quienes encontraron el pequeño Tannie y la pequeña Coco. Eso si que no se lo esperaba.