En cada melodía conocida siento tu olor.
Las letras de Jazz me dan calor, el que tu cuerpo ya no me puede brindar.
Escucho a los canarios cantar, y te recuerdo silbar sonriente.De repente las olas de sonido me envuelven,
Solo escucho tus besos, y como me mienten.
Tu alma me abrazaba, me arropaba..
Ahora solo siento la soledad de la intemperie.Anoche te canté mil canciones de amor,
Y como respuesta escuche el canto de los grillos, anunciando mi vacío.
Las nanas para dormir ahora me dan pesadillas, y las dulces melodías me llegan ácidas.Creo que ya no hay más que decir ni que cantar.
Ya no tengo a quién escuchar, y mis oídos piden con clemencia silencio.
Aunque claro, tus dulces palabras siempre serán bienvenidas, aunque hayas dicho las frases que jamás quisieron ser oídas. Te perdono.