Atardeceres que me pintan el alma,
Me transbordan el corazón con amor.
A veces la noche, cuando me llena de calma, me recuerda tú calor.
Algunas veces, en la tibieza de mi cama, recuerdo tu pecho al sostenerme.
Recuerdo tus besos al tenerme, recuerdo tenerte..
Pero la mente es una jaula que sólo mantiene atrapados a los recuerdos, y éstos como aves, esperan ansiosa la libertad.
Y cuando logran escapar, vuelan lejos y se pierden en el horizonte.
¿Horizonte? O tal vez ¿el vacío?
No sabría decirlo..
Sólo sé que se van, se hacen olvidar.
Con el tiempo se dejan de escuchar, y en ese preciso momento.. Ya no estás.
Te vas a perder en el horizonte o el vacío.
Te vas a callar, vas a volar.
Y me parece bien, te mereces la libertad.
Y por suerte, yo también aprendí a soltar.
