La chica del bastón

Capitulo 11

Tomo una bocanada de aire y empezó a hablar

-Ya sabes que nací en San Antonio, Texas. Vivía con mis padres en una pequeña casa, no era muy grande pero tenía lo necesario. Iba a la escuela, tenía algunos amigos me gustaba salir de vez en cuando. Vivía bien, por supuesto que quería más cosas, pero tenía una casa, comida y a mi familia. –Juliana hizo una pausa recordando las veces en que se había quedado dormida mirando una película con su madre.

Valentina no dijo nada, le iba dar tiempo para que la muchacha se tomara su tiempo para poder hablar.

-A veces uno es feliz y no sabe que lo es. Y se la pasa pensando en las cosas que le gustaría ser o tener para llegar a ser feliz y luego cuando las cosas cambian, te das cuenta que eras feliz. Solo que no lo supiste.-Juliana suspiro.-Nunca tuve una buena relación con mi padre, ya que casi no estaba en la casa, y siempre se la pasaba discutiendo con mi madre. Era un poco agresivo, nunca nos hizo nada a mi madre y a mí. Pero no es agradable ver a tus padres discutir a cada rato.-Tomo un sorbo de bebida para seguir hablando.

-Mi mamá trabajaba los fin de semana en un bar y mi papá era electricista.-Juliana hizo una mueca al pronunciarlo.-Bueno, eso era lo que yo pensaba. Todo cambio cuando un día iba saliendo de mi escuela, iba camino a mi casa y como me quedaba cerca me iba caminando. Pero ese día no llegue a mi casa, unos tipos me agarraron y me metieron a su camioneta.

Valentina respingo por la sorpresa, no esperaba que Juliana le fuera a decir eso. La verdad ni si quiera esperaba que le estuviera respondiendo a su pregunta.

-No necesitas seguir hablando, yo estoy bien con lo que sé.-Valentina le dijo tomando la mano de Juliana.-En serio, no es necesario.

-No te preocupes, puedo seguir hablando. Hace dos años de eso.-Juliana volvió a tomar aire para seguir contando.-No sabía lo que estaba pasando, no entendía para que me querían secuestrar, mi familia no tenía dinero para pagar algún rescate. Cuando llegue me sentaron, me amarraron y me estuvieron preguntando por mi padre. Yo no entendía nada, hasta donde yo sabía mi papa era un electricista. Me estuvieron golpeando pensando en que no les decía nada porque lo estaba protegiendo hasta que eventualmente se dieron cuenta que no sabía nada.

Valentina quiso decir algo pero Juliana le hizo una seña con su mano para que no la interrumpiera.

-Me contaron que mi papá no era un electricista, sino un sicario.-Juliana hizo otra pausa.

Valentina ya no tenía ganas de comer, lo que estaba escuchando la estaba impresionando demasiado y la estaba haciendo sentir mal. Su vida había sido muy diferente a la de Juliana, ella había perdido a su madre. Pero siempre tuvo el amor de su padre, de sus hermanos y después de su madrastra Lucia.

-Al principio no les creí pero con el tiempo lo hice. Me contaron que mi papá les había robado mucho dinero y había tomado información relevante del cartel y por eso lo estaban buscando. No lo encontraron durante cuatro meses, ya que mi papá había huido solo. Nos había abandonado a mí y mi mamá.-La chica hizo silencio nuevamente evitando que las lágrimas la invadieran, no quería ponerse a llorar en ese momento.-Durante ese tiempo que no lo encontraron me tuvieron encerrada, pensando que mi papá vendría por mí. Apenas y me alimentaban, me dejaron encerrada en un pequeño cuarto todos los días. Lo único bueno es que no me volvieron a golpear después de ese primer día.

-A finales del cuarto mes, la verdad ya pensaba que me iban a tener ahí toda la vida o que eventualmente se cansarían y me terminarían matando. Pero mi papá si regreso cuando se enteró que me habían secuestrado. Regreso acompañado de algunos tipos, sicarios también supongo. Me rescato, pero en el fuego cruzado murió él y mi mamá, no sé qué hacía ahí pero imagino que se enteró y siguió a mi papá. No lo sé, solo sé que también estaba muerta. Fue horrible.-Juliana sintió como su garganta se cerraba de solo recordar a su madre.