Besado por la muerte

Capítulo 2

La voz de la Muerte era como la caricia de un amante. 

Sonaba cálida, seductora, encantadora y tan profunda como Jungkook lo recordaba. Sus ojos miraban el rostro de la criatura y su disimulada forma oscura, y se preguntó como sería su cuerpo por debajo de la amorfa capa.

 Jungkook apuntó con un dedo tembloroso al monitor y levantó las cejas. ¿Podrían oírles los padres de él?  

—No, dulce Jungkook, no pueden oírnos. No lo voy a permitir, —dijo el atractivo hombre mientras se inclinaba y quitaba la máscara de oxígeno de la cara de Jungkook con manos suaves.  

—Yo-he estado es-esperándote, —logró decir.

 Él sabía que era ridículo estar emocionado de ver a la Parca de nuevo. Pero, en las pocas fantasías que Jungkook había tenido, la hermosa criatura delante de él siempre había representado ser el amante de Jungkook... su pareja, por lo que, cuando su corazón latía más fuerte dentro de su pecho, él sabía que era porque él estaba de nuevo en presencia del hombre de sus sueños. El Ángel de la Muerte parecía exactamente el mismo que cuando lo vio por última vez.

 Él todavía se veía tan atractivo como antes. Era como si nada hubiera cambiado nunca.  

—Sé lo que te está pasando. —La voz del Ángel de la Muerte era suave, como si estuviera consolando a un niño—. Estoy aquí ahora.

 —Sí. —Jungkook logró jadear y le sonrió a los ojos oscuros y hermosos. 

—Dame tu mano, Jungkook. Es hora de ir a un lugar mejor, —le habló con suavidad al tiempo que extendía los pálidos y largos dedos de su mano hacia él.  

Jungkook asintió y le tendió la mano a la Parca, pero al cuando el Ángel de la Muerte le fue a agarrar la suya,  Jungkook la apartó. —Es-espera, ¿cuál es tu nombre?

 El hombre inclinó la cabeza hacia un lado y dejó caer la mano. —¿Importa?  

—S-sí. —La Parca lo miró fijamente durante unos momentos antes que asintiera con la cabeza y le diera una pequeña sonrisa—. Mi nombre es YoonGi. Ha sido un placer conocerte, joven Jungkook. 

—Yo-Yo-YoonGi... es un nombre poco común.  

YoonGi se encogió de hombros. — Mi padre es Nyx y mi madre es Erebo y es el nombre que me dieron.

 —Me gu-gusta.

Jungkook miró a YoonGi y sonrió. Ahora tenía un nombre para ir con el hombre de sus sueños, y de alguna manera pensaba que el nombre era adecuado. Sonaba formal y misterioso, al igual que el inescrutable hombre de pie ante él.  

YoonGi suavemente se sentó en el borde de la cama al lado de la cadera de Jungkook. Sus ojos negros brillaban cuando lo contempló sobre si mismo. —Joven Jungkook, ¿puedo hacerte una pregunta?

 Jungkook se mostró sorprendido por solicitud de YoonGi y asintió con la cabeza. Él haría cualquier cosa para permanecer en presencia de esta etérea criatura un poco más. 

—¿Valió la pena? Como sabes, he velado por ti durante muchas temporadas. Te he visto sufrir y ver como tu cuerpo se volvía más débil. ¿Todavía quieres más tiempo sabiendo lo que sabes ahora? —YoonGi le preguntó. Levantó su elegante mano hasta el cabello lacio de Jungkook y apartó suavemente un terco mechón de su frente.  

Su simple toque trajo lágrimas a los ojos de Jungkook. Sólo la sensación de los suaves dedos de YoonGi tocando su piel le hizo desearlo más.  

»¿Por qué lloras, Jungkook? ¿No has dicho nada por tu parte? —YoonGi extendió la mano y suavemente enjugó una lágrima que caía por su mejilla. Los recuerdos del Ángel de la Muerte haciendo el mismo gesto años atrás lo hicieron llorar aún más. Vio a la Parca llevar su dedo a la boca y limpiar la humedad de las lágrimas de Jungkook sobre sus labios. Era como si quisiera saborear a Jungkook de alguna manera.