Todo lo bueno, Todo lo malo y Todo lo Gris...(completa)

Capitulo 17

CAPITULO 17

-vamos, yo voy a llevarte – dijo Lucca aun con expresión molesta.

Hubiese deseado tener una alternativa, pero era la única opción, lo único a lo que me podía aferrar. Quise no depender de él para esto, quise tener la oportunidad de viajar por mi cuenta, no era una cuestión de orgullo, simplemente este hombre, al que acababa de conocer, se había tomado demasiadas molestias por mí y me sentía una abusiva.

Llame a mi madre antes de salir y justo un minuto antes le dieron el parte médico. Me tranquilice bastante, dijo que mi padre estaba estable, si bien aún el pronóstico era reservado, fue un alivio saber que los médicos lograron controlar la situación.

Una vez que estuvimos en camino me relaje un poco. Me dolía el cuerpo por la tensión, pero aún más me dolía el corazón. Lucca no me soltó la mano en ningún momento y me hizo sentir segura a su lado. Es increíble como a veces las personas que acaban de llegar a tu vida hacen cosas tan importantes y son tu sostén en momentos críticos, mientras que otras, que pensabas conocer y que creías incondicionales, te dan la espalda.

Durante los primeros kilómetros las facciones de Lucca estaban endurecidas, no se había calmado del todo y seguía enojado. Daba un poco de miedo verlo así, con su carácter haciendo ebullición, de todos modos algo me decía que aún no lo conocía enojado de verdad y realmente tampoco tenía la intención de hacerlo.

-sé que no te gusta que sea reiterativa en esto, pero estoy tan agradecida. No se…no sé qué hubiese hecho sin ti.

Desvió un segundo la vista de la carretera para mirarme, sus ojos eran compasivos y dulces.

-voy a estar para ti siempre. Harías lo mismo por mí, lo sé.

Yo asentí. Las lágrimas amenazaban en mis ojos, por lo que me quede mirando por la ventanilla.

Ahora que estaba más serena con las buenas noticias sobre mi padre, mi mente me llevo hasta Sebastián. Retrocedí un par de horas y revivir una y otra vez la escena que se dio en casa. No lo podía creer. Mi amigo de toda la vida, una de las personas que más quiero en este mundo…me decepciono como nunca nadie lo había hecho. Me mortificaban sus palabras retumbando en mi interior. Me dolía que me dejara de lado por Maddi, pero lo que más me lastimaba era que me haya dejado sola en un momento como este, cuando él sabe lo que mi familia significa para mí.

-ya no le des más vueltas. Se portó como un idiota, pero no vale la pena que atormentes ahora – dijo Lucca quebrando el silencio.

Suspire profundamente.

-estoy triste, no lo puedo evitar. Me duele y mucho.

Me miro inexpresivo.

-creo que puedo ponerme en tu lugar. Después de todo lo que me contaste de él, todo lo que pasaron juntos, es difícil entender que lo llevo a tomar esa postura y si yo lo veo como algo terrible, me imagino lo que debes estar sintiendo.

-no puedo explicarte con palabras lo que siento. Todo el mundo dice que para no decepcionarte de las personas, no tienes que esperar nada de ella, pero en este caso no se aplica. Es imposible no esperar que mi mejor amigo este para mí cuando lo necesito, toda la vida fuimos inseparables e incondicionales…y ahora una chica hace estragos con nuestra amistad.

-Cuando alguien te lastima, es cuestión de tiempo para que abras los ojos y comiences a ver esas malas actitudes que antes cegaba el cariño.

-¿a qué te refieres?

Negó con la cabeza.

-no es mi intención sembrar más dudas en tu cabeza Gia. No debí decir eso.