Todo lo bueno, Todo lo malo y Todo lo Gris...(completa)

Capitulo 25

CAPITULO 25

Una sombra de sonrisa cruzo por los ojos de Victoria y sus cejas se movieron levemente. Estoy segura que pensaba que la tenía ganada. No es que no confiara en Lucca, ni que creyera que gran parte de lo que dije estuviese atinado, pero quizás me pase un poco con eso de dar lastima con la enfermedad.

-supongo que después de esto, lo mínimo que puedes hacer es sacarla inmediatamente de aquí, alguien como ella no puede trabajar contigo de ninguna manera. Ella...

Lucca levanto la mano y la silencio de inmediato.

-dije que oí todo Victoria, incluso lo que dijiste primero – hizo una pausa y se pellizco el puente de la nariz.

La cara de ella cayó de inmediato y yo sentí un alivio instantáneo.

-¿podrías decirle que se vaya para tener esta conversación en privado? – le pidió.

Lucca se movió hasta quedar a mi lado mientras la observaba con una expresión dura.

-ella es mi novia y no hay nada que tengamos que hablar sobre el tema que no pueda escuchar.

Sentí que mi pecho se inflaba de dicha. Victoria por el contrario no hacia otra cosa que enfurecerse cada vez más. Pronto abandono su postura de fragilidad para enfrentarlo.

-entenderás cuales son mis motivos para decir lo que dije, me conoces y sabes que soy una mujer realista, también te conozco y sé que lo eres, no entiendo hasta dónde quieres llegar con este jueguito. Me niego a creer que de verdad estés considerando que esta mujer puede ser indicada para ti.

Lucca tomo una respiración profunda y por la forma en que se tensó, supe que estaba al borde de su paciencia.

-voy a citar las palabras de Gia, no sé quién te piensas que eres. No sé de donde sacas la maldita idea de que tienes algún derecho de opinar acerca de mi relación. Por si no te enteraste, hace tiempo que dejaste de tener algún tipo de incumbencia sobre mi ¿tan difícil es abandonar esa puta costumbre tuya de querer digitar mi vida?

Ella abrió y cerró la boca. Estaba más que sorprendida, estupefacta diría yo.

Pestaño un par de veces antes de retomar la palabra.

-jamás fue mi intención inmiscuirme en tu vida, mucho menos dirigirla. Simplemente estoy viendo una realidad, algo que pareces empecinado en pasar por alto. Ella no es para ti y eso lo podría notar cualquier idiota.

Lucca rio sin rastro de humor.

-¿Qué te hace pensar eso?

Ella elevo una ceja, como si nos estuviésemos perdiendo de lo obvio.

-¿no está más que claro? – Me señalo de arriba abajo – no tiene ni la mitad de clase que tú, no tiene tu nivel social, ni siquiera creo que tenga la educación adecuada para tener una conversación inteligente.

Abrí la boca para replicarla, pero Lucca me dio un leve apretón en mi cintura, indicándome que no dijera nada. No lo tome como algo autoritario, evidentemente él tenía un punto que demostrar antes de que yo pudiera defenderme.

-¿y quién es indicada para mí? ¿Tu? – le dijo de una manera despectiva.

Ella hirvió de ira.

-por supuesto que sí. Sabes que reúno todas las condiciones suficientes. Hasta hace no mucho deseabas pasar tu vida conmigo, tener una familia juntos – esa frase detono lo que faltaba para que Lucca explote - Sabes quién soy, me conoces.

-justamente por eso Victoria, porque te conozco y se la clase de persona que eres, una mujer fría, calculadora y egoísta, por eso y muchas cosas más que no estoy dispuesto a plantear ahora, es porque estoy seguro de que si existe mujer en la tierra más distante de lo que busco para mi vida, esa eres tú.