Todo lo bueno, Todo lo malo y Todo lo Gris...(completa)

Capitulo 28

Capitulo 28

Nunca fui buena para las situaciones de estrés, en realidad no lo soy cuando está en juego el bienestar de algún ser querido. Es fácil para mí lidiar con situaciones donde me encuentro bajo presión, siempre y cuando sea la única afectada y no sea necesario involucrar o depender de alguien más.

Esos segundos de pausa que se tomó Loan fueron eternos, se convirtieron en ese pequeño instante donde los nervios se destrozan uno por uno, donde la mente navega a cien kilómetros por hora, repasando todas las posibilidades, las cosas más trágicas que puedan ocurrir, donde los nombres de quien amas vagan frente a tus pensamientos.

Entraba y salía de la realidad, partiendo mi consciencia en dos. Por un lado quedaba la desesperación por escuchar las palabras atascadas en la garganta de mi amiga y por otro, el miedo paralizador que antecede la amargura.

Cuando no soporte más, tomé a Loan por los hombros y la sacudí, esperando que de esa manera acelerara lo impostergable.

-habla de una vez por favor - mi voz sonó estrangulada por el cúmulo de emociones atoradas en mis cuerdas vocales.

Los ojos de Loan estaban como perdidos. Estaba a punto de abofetearla por torturarme así, sosteniendo ese suspenso que me mataba.

-por favor... - suplique con lo que quedaba de mi entereza.

Ella pestañeo alejando las lágrimas que se le formaron.

-hubo...hubo un accidente, Sebastián conducía.

Una horrible sensación de culpa fue extendiéndose a través de cada centímetro de mi ser. Algo me decía que no lo deje salir, que debía protegerlo y lo deje solo, borracho y desesperado por un poco de mi atención.

-¿Cómo está? - pregunté con profundo miedo a la respuesta.

Loan me miró fijo.

-no lo sé, la única información que me dieron es esa.

-¿Quién llamo? - alcance mi móvil para comprobar el número otra vez.

-alguien desde el hospital, chequearon y tu número era el último marcado.

Se me helo la sangre. Si era a la primera que llamaban quería decir que el accidente acababa de ocurrir.

-tengo que ir de inmediato - me levanté y a toda velocidad junté algunas de mis cosas antes de salir.

-no voy a dejarte ir sola.

Loan me guió hacia el hospital de donde vino la noticia. Estaba bastante alejado, no entendía porque trasladarlo tan lejos, cuando había otros nosocomios cerca de casa, siempre suponiendo que el accidente ocurrió cerca de allí.

Durante el trayecto de unos quince o veinte eternos minutos, trate de prestar atención a cualquier indicio de un choque o algo parecido, no logre hallar nada.

Llegamos y corrimos a por el pasillo hasta dar en informes.

-buenos días, estoy buscando a Sebastián Hart - saludé a la persona encargada de la recepción.

-buenos días, déjeme chequear - dijo mientras tecleaba en el ordenador que se escondía detrás del mostrador.

De nuevo la espera y las malditas cosas que no podía acelerar.

La mujer seguía con la vista alguna especie de lista o algo por el estilo que se reflejaba en la pantalla.

-aquí esta - señalo con el índice la imagen del monitor que para nosotras era imposible de observar - lamento informarle que se encuentra en terapia intensiva, es una zona restringida, por lo cual no va a poder ingresar.