Todo lo bueno, Todo lo malo y Todo lo Gris...(completa)

Capitulo 35

CAPITULO 35

Sus palabras se clavaron en mi corazón como espinas. La hipersensibilidad de mi estado se potencio por mil.

¿Cuántas veces fantaseé con este momento?... ¿y cuantas me encargué de desterrarlo de mis deseos?...infinitas.

Di un paso hacia atrás, emocionalmente estaba rota y las cosas no se solucionaban con una conversación y mucho menos en un par de horas. A penas alcanzaba a entender todo lo que ocurrió, la maraña de mal entendidos y la reacción de Lucca, pero lo cierto, era que nuestro futuro fue robado meses atrás y el tiempo había hecho estragos en mis sentimientos, por más que continuaban en mi interior, ya no los tenía en su estado original, cuando eran completamente limpios.

Baje la cabeza para que no pudiera leer atreves de mis ojos.

-lo siento, lo siento de verdad, no quise ponerte incomoda, simplemente me deje llevar. Esperé tanto tiempo por estar así contigo, que la impaciencia me ganó.

Me alejé otro poco.

-pasaron demasiadas cosas y aunque puedo llegar a entender que todo fue tan duro para ti como para mí, existen otras cosas que me impiden...

-¿estar conmigo? - Terminó la frase por mí y yo asentí - ¿ya no me amas verdad?

-no soy una persona que sepa perdonar, es un gran defecto que no puedo superar - evadí la respuesta directa.

-te juro que no te miento, te juro que si hubiese sabido sobre el bebé, jamás te hubiese dejado sola.

Levanté mi mano deteniéndolo.

-me refiero a lo que pasó la noche en que nos peleamos. Más allá de todo lo que ocurrió durante estos meses, no voy a poder superar lo de Victoria, no puedo dejar pasar lo que hiciste esa noche que fui a buscarte. No soy mujer que pueda dejar pasar un engaño, no podría vivir con eso, tarde o temprano terminaría por destruir el amor y en este momento nuestra hija necesita lo mejor...merece lo mejor y eso implica tener a sus padres en paz.

Al principio me observó como perdido y un instante después relajó sus músculos faciales, como dándose cuenta de algo.

-¿no creíste lo que te explique por mensaje? Estás en tu derecho de no hacerlo, pero te aseguro que es la única verdad.

-¿Qué mensajes?

-los que te envié después de la pelea.

Retrocedí un poco y apele a mi memoria. No tenía registro de nada.

De repente el recuerdo me dio una bofetada ¡los mensajes que borré!

-¡que estúpida! - me di una palmada en la frente. Bastante caro me salió mi intento de ir contra la curiosidad.

Lucca frunció el ceño confundido.

-¿Qué decían los mensajes?

-¿no los leíste?

Respiré hondo.

-los borré. No quería arriesgarme a caer ante alguna disculpa improvisada, me encontraba en bastante perturbada por el accidente de Sebastián y el enojo conmigo misma pudo más.

Lucca ladeó la cabeza y la movió de un lado a otro. Sin decir más, se acercó y me envolvió en sus brazos.

-en los mensajes te expliqué que paso esa noche - se retiró para poder verme - cuando desperté y reviví la escena, me sentí un idiota por haberte dejado creer que estuve con Victoria, al igual que tú, me deje llevar por la ira, me volví loco con lo que pasó y fue un gesto infantil tratar de ponerte celosa. Lo cierto es que no estuve con Victoria. Cuando salí de tu casa fui a un bar, llame a Vitto y él se unió a mí. Bebí bastante y pretendí descargar mi frustración peleando con mi amigo, rechacé su atención y me negué a que me trajera a casa, no quería dejar de beber. Fue idea de él llamar a Victoria para que trate de convencerme. Después de varios intentos, acepte volver a casa si me traía primero, no estaba de humor para lidiar con ella y eso solo lo podía evitar si no nos quedábamos solos. Esa madrugada ella nos sacó a ambos del bar y cumplió con su palabra, la primer ruta que tomo fue a casa, no viste a Vitto porque se quedó dormido en el asiento trasero - resopló - es mi culpa que hayas interpretado mal las cosas, fui consciente de lo que hacía.