Bajo los Ojos de la Luna •|ℋarry Styles|•

5. H

Esa noche no tendría oportunidad de visitar a Karen. Compañeros de la manada llegaron a casa y discutimos sobre la reunión de anoche.
Habíamos 10 personas incluyéndome, entre ellas estábamos Zayn, Liam, Louis, James, Edward, Niels, Tim, Thomas y Marc. Todos hermanos y files seguidores del maestre.
- La idea que propusieron fue buena, en verdad la apoyo, pero no puede ser precipitada. Tenemos como mucho una oportunidad. Está noche no es segura para nadie. - Tim viene de Thimotheé. Es un chico francés de apenas 23. Puede ser joven pero es de los licántropos más fuertes que he visto. Los franceses fueron en su tiempo, las más grandes leyendas del mundo hasta su casi desaparición el siglo pasado.
- La idea es buena. Pero ese clan no es muy diferente a los hermanos, no pueden llevarla a cabo. Eliminarían a los hermanos pero se llevarán consigo a un poblado entero. Si desafiaron al maestre, no tendrán respeto por nada ni por nadie.- Zayn fue mi amigo hace un tiempo antes de irse de la manada. Sus motivos aún me son difíciles de ceer, religión, por dios. Que gran tontería e insulto a su persona. Se largo a "encontrarse a si mismo" dejándome cuando necesitaba su apoyo para dejar mis adiciones atrás, lo peor es que se fue consiente de ello. Creímos que no volvería pero la soledad y crueldad del mundo fue demasiado para uno. Ahora es un extraño. Cambió en un hombre frío y distante cuando solía ser mi más fiel compañero.
- La idea puede atraer a los hermanos estúpidos. Recuerda que los líderes de los hermanos son los desertores originales. Los peores monstruos que hemos conocido. Sanguinarios y manipuladores. Un poco de carne en una estaca no los engañará. - Puedo ver la decepción en sus rostros. Pero necesitan ver la verdad. Morirían más de los nuestros que de ellos.

❁

No fui al trabajo al día siguiente. Después de horas de discusión, acordamos proteger al maestre de los inminentes ataques.
Cómo bestias rondábamos por el perímetro de la casa del maestre. Demasiado sobresaltado para llevarlo a un lugar seguro. Demasiado orgulloso a dejar el que fue su hogar muchos años.
Por las horas soleadas no hubo señales de ellos, pasado el atardecer olores y sonidos extraños aparecían ocasionalmente. Mientras más se oscurecía mayor era el número de posibles avistamientos.
Podíamos oler la sangre y escuchar los aullidos. Aunque fuéramos las diez bestias más poderosas de la manada, si los demás se tornaban contra nosotros puede que alguno de nosotros pereciera. Los números no estaban a nuestro favor.

Me encontraba detrás de la casa cuando la pelea comenzó. Cinco bestias asesinaron por la espalda a Liam, mi compañero de estrategias.
Peleamos como habíamos acordado, las posiciones y movimientos acorde al plan.
Peleamos por horas pero no paraban de llegar al lugar más enemigos con más energías que nosotros. Nuestra caída era inevitable.
Por el momento, sabía que William, Thomas, Marc y Liam estaban muertos. No podía permitir más muertes en vano. El maestre preferiría morir antes de permitir perdidas inocentes. Yo lo haría.
Les ordené al resto irse del lugar y esconderse hasta no estar seguros.

Mi última ofrenda para el maestre será una muerte piadosa.

Me escabullo por entre los cuerpos caídos y entro a su habitación, el hombre está despierto con la mirada fija en la puerta, sabía que vendría. Su ropa desgarrada me indica que trato de convertirse en vano, demasiado acabado para lograrlo.
- Házlo hijo, quiero irme con dignidad.-
- Perdóneme maestre. -
- No tengo nada que perdonarte a ti. Te estoy agradecido por tu fidelidad. Grandes bendiciones de la luna esperan por ti. Lo vengo venir. -
Desgarro su yugular con rapidez y salto por la ventana, corro por el bosque y me oculto detrás de un roble hasta que se vayan los traidores.
Parece que se esfumaron cuando no nos encontraron y dieron por muertos. Deben pensar que alguno de ellos fue quien asesinó al maestre.
- Cobarde. -
Dos cobrizos me atacan por detrás y un mestizo al cuello. Ante el ataque desprevenido no puedo defender ningún flanco. Muerden mis patas, cuello y pisotean mis órganos vitales. Dos traidores más llegan y sostienen mis patas; y por más fuerzas que oponga no puedo liberarme.
Imágenes de toda mi vida y etapas pasan por mi mente, la carne y lugares que he visitado, todas las mujeres que cortejé, ninguna la indicada para mí, la cita que le prometí y no podré darle a Karen, su rostro y sonrisa. Que ya no veré.
- Vamos campeón, defiéndete. Demuestra de lo que tanto hablaban los sabio y clanes. Vamos, al menos enséñanos que puedes defenderte. -
Uso mis últimas fuerzas y me suelto de sus garras, destrozo la cara del idiota de Tony y huyo.
No sé a dónde ir, no puedo ir a casa o con ninguno de mi clan.
Debo ser atendido o moriré, solo Diego podría ayudarme pero el centro está a una hora de mi posición. Demasiada exposición y posibilidades de ser visto por alguna persona. Moriré antes de llegar.

Karen.

Ella puede ayudar y está relativamente cerca de aquí. Pero no debo ser visto yendo en su dirección o la comerán. Mi salvación.
Mi única oportunidad de vivir.