12.

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Un Harry herido se encontraba en mi entrada con ambas manos presionando heridas en el cuello y abdomen. La oscura sangre manchaba la madera y su piel cada vez más blanca.
Arrastro su cuerpo como puedo dentro de cada pero es demasiado pesado para mí. No puedo recorrerlo a más de un metro de su posición original y hacerlo entrar.
- Tienes que invitarme a entrar, sino no podré entrar nunca. -
-¿Por qué no? No es momento de estúpidos modales ¡Ayúdame en esta! -
- No son modales. Te lo explicaré luego. Solo confía en mí por favor. Invítame a entrar. - Sus ojos están manchados por pequeños derrames de sangre, sus dientes están manchados también. Es imposible ver sus tatuajes.
- ¿Cómo hago eso? ¿Debo decir algo en especial? - Se me traban las palabras y pronunció algunas incorrectamente.
- Hazlo como normalmente lo harías, una bienvenida o un adelante. - Su voz es casi inaudible y suena que se ahoga por la sangre.
- Adelante Harry, puedes pasar. Eres bienvenido. - Repito acelerada.
Meto cada brazo mío entre los suyos y sus axilas y lo arrastro hacia la alfombra.
Limpio con un poco de agua su pecho y cuello, y lo que veo es mucho peor de lo que esperaba.
Tiene partes de carne magullada, rasguños, mordidas y agujeros profundos. Su estómago parece salvarse de ser perforado y su cuello fue rasgado cerca de la garganta. Casi destruyendo las cuerdas vocales y yugular. Afortunadamente no.
Corro hacia la habitación que no ocupo y arrastro el colchón de la cama, Harry trata de montarse en ella y yo comienzo a limpiarlo con las toallas de papel. Rocío solución de yodo y alcohol sobre su cuerpo.
- Ninguna vena, arteria, capilar o nervio fue desgarrado. Bastará con una sutura. Pero no tengo con qué sedarte. En serio lo siento. -
- Házlo, sálvame por favor. No te preocupes por el dolor. Puedo con ello.-
- No te voy a dejar morir, te lo juro. Resiste por favor. - digo con lágrimas en los ojos.
Me concentro para que no me tiemblen las manos y comienzo a coser las más profundas primero, el sangrado se he detenido pero el shock está desapareciendo, el dolor apenas comienza para él.
Sus gemidos y quejidos de dolor me parten el corazón. Sus ojos lloran una mezcla de lágrimas y sangre.
Me parte el corazón el calvario que debe estar viviendo por alguien más.

Trato de que duela lo menos posible y utilizar los menos puntos posibles para no perforarlo más con la aguja. Al acabar limpio su cara con toallas húmedas y su cuerpo con toallas húmedas desinfectantes.
- Todo está bien Harry, ya terminó. Vas a vivir te lo prometo. Mejorará de ahora en adelante. Nada te pasará. -

Lo dejo unos momentos y voy a traerle unas sábanas limpias y almohadas.
Desde el marco de la puerta puedo verlo, luce tan calmado y vulnerable, incluso yo podría hacerle daño en este momento. Imposible. Su piel está varios tonos más clara y su cabello está enegrecido y enredado por la sangre y sudor. Levantó su torso y luego sus piernas para quitar las sábanas sucias y con el mismo procedimiento pongo las limpias.
- Debemos llamar una ambulancia, has perdido mucha sangre. Yo solo he parado el desangre. -
- No, no iremos a ningún lado. No es seguro. Estaré bien. Estás aquí. -
- Harry no lo entiendes, necesitas más sangre. La cantidad que ahora tienes en el cuerpo no es suficiente para ti. -
Saco el teléfono del bolsillo de mi manchado pantalón y desbloqueo para llamar.
Harry lo arrebata de mis manos y destruye sin ejercer fuerza.
- ¿Qué has hecho? Harry no entiendes ¿Qué te pasa? ¿Cuál es tu necedad? ¿Que le hiciste al animal para que te atacará así? -
- Tú no entiendes amor. No tenemos que ir al hospital. Aquí es el lugar más seguro en el que podemos estar. -
Mientras habla, su voz se engrosa como normalmente es y su piel retoma la vitalidad normal. Todo de poco a poco.
- Voy a conectarte al suero al menos, no puedo darte comida ni nada de beber. No quiero que entres en shock .-
Inserto la intravenosa a su brazo y lo cubro con una venda adherente.
- Gracias,  - Toma mi mano y la besa.
- Oh Harry no tienes nada que agradecer. No podría dejarte morir ahi. -
- No estoy en condiciones de pedirte nada más. Pero por nuestro bien, te pido que limpies la sangre del piso de tu entrada. Quien me hizo esto me está buscando y podría encontrarme si se queda ahí. -
Asiento y tomo todos mis articulos de limpieza; lejía, esponjas, detergente, vinagre y lustrador de madera. Limpio como lo haría en cualquier práctica del hospital y quemo todo lo que esté manchado de sangre. No sé cómo el lobo pudo atacarlo a él. Nunca intentó herirme. Estoy tan apenada con Harry y preocupada por el animal, no quiero que lo maten por atacar a hombres. Pero estoy segura que es esa bestia quien atacaba los campamentos y despedazaba personas, los que llegaban tarde o temprano al forense del hospital. Tal vez yo era su comida y jugaba un rato conmigo hasta tener apetito.

Entro a casa y me mira con expectativa.
- Todo está listo, no tienes de que preocuparte más. Por favor descansa. Te cuidaré. -
- Eres un bendito ángel. Acércate. Buenas noches bonita. - Me acerco a él y besa mis labios muy suavemente. Apenas se tocan. Es un beso puro y casto, sin otras intenciones más que para hacer contacto.
- Buenas noches. - Beso su frente y acaricio su mejilla cuando ya me separé de él.

Dentro de mi habitación, llamo por el viejo teléfono al 911. No hay señal. Tal vez en casa de mis tíos, haya uno con buena señal. Pero es imposible salir sin pasar por la sala donde se encuentra.
Rehuyo a salir a enfrentarme al causante de la tortura de Harry o molestar al mismo. Esta demasiado cansado para luchar conmigo acerca de no alejarme por mi bien. No es mi bien lo primordial ahora, es su vida.
Entre que me debato en ir o no, mi cuerpo desfacelle de cansancio en el marco de mi puerta.

Bajo los Ojos de la Luna  •|ℋarry Styles|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora