Capítulo 28

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Narra Pablo.

Despierto por la luz que entra por la ventana.

Mierda, olvidé bajar la persiana anoche.

Miro la hora: las diez de la mañana.

Me giro en la cama y me encuentro con su rostro angelical, sus facciones perfectas... Ella es el amor de mi vida, lo tengo claro.

Su cuerpo cubierto solo por ese fino camisón negro que deja poco a mi imaginación y que me vuelve loco. La tímida sabana la cubre hasta debajo de sus pechos, dejándome ver ese valle que me lleva al paraíso.

Sin poder evitarlo, paso mis dedos suavemente por sus cejas, su nariz... Y al llegar a sus labios me detengo para acariciarlos aún con más devoción. Esos labios que me suben al cielo y me bajan al infierno, esos labios que me dicen te amo cada día y cada noche.

Yo no podría vivir sin ella, lo sé y lo admito.

Ari: Buenos días, amor -dice aún con los ojos cerrados-

Sonrío.

Pablo: Buenos días, reina -beso su frente- Y buenos días a ti, mi amor -dejo un tierno beso en su vientre-

Ella ríe por el gesto que acabo de hacer.

Ari: Pero qué tierno te has levantado tú, ¿no? -acaricia mi pelo-

Me mira fijamente con esos ojos y me derrito aquí mismo.

Pablo: Este pequeño o pequeña -pongo la mano en su vientre- Y tú sois lo más importante para mí en la vida y por eso seré tierno todos los días de mi vida -sonríe-

Hace sólo dos semanas que nos enteramos de que seríamos padres y aún no me lo creo. No me puedo creer que un ser tan pequeño pero, a la vez con tantísimo amor, puede estar creciendo dentro de ella. Es que me parece realmente increíble.

Ari: En todos estos años, creo que alguna vez soñé con esto -dice dejándome sin poder creerlo- Sé que está mal que estuviera con otra persona y que pensase en ti y en tener un futuro juntos pero, no podía quitarme de la mente al bebé que perdimos, y no podía porque era fruto del amor que nos teníamos -acaricio su cara- Por eso, mi mente soñaba con volver a revivir esos momentos.

Pablo: Amor... Yo no sabía nada de esto... Es muy bonito -beso la punta de su nariz- Créeme si te digo que yo también soñé contigo y con este momento en más de una ocasión.

Ríe levemente.

Pablo: No te rías porque es cierto -la atrapo entre mis brazos- Quería que todo lo que habíamos vivido en Latinoamérica, la paliza de Eric, la pérdida de nuestro bebé... Fuera una pesadilla, quería despertar y que estuvieras a mi lado -acaricio su cara- Quería verte sonreír y ver crecer a nuestro bebé... Pero, todo se nos truncó.

Ari: Hasta ahora -interviene- Ya solo somos nosotros, Eric ya está en la cárcel en Estados Unidos y todo el pasado queda enterrado -asiento- Ahora solo somos tú, yo y este regalo que la vida nos ha dado -dice poniendo su mano en su vientre-

Sonrío y dejo un beso en su sien.

Pablo: Así es.

[...]

Pablo: ¿Aún sigues queriendo venirte conmigo a Miami? -me mira incrédula-

Ari: Pues claro -dice firme- ¿Acaso tú no quieres que vaya?

Me coloco mejor en el sofá donde estamos viendo la película.

Pablo: ¿Te has vuelto loca? ¡Pues claro que quiero! -le abrazo- Sólo te preguntaba porque con el embarazo, no sabía qué ibas a querer.

Sonríe.

Ari: Tranquilo -acaricia mi cara- Amor, estoy embarazada de semanas, puedo hacer todo normal.

Pablo: Lo sé -sonrío- Yo lo único que quiero es que no os pase nada malo, sabes que no aguantaría si eso pasase.

Ari: Y nada nos va a pasar porque vamos a estar los tres juntos -acaricia su vientre- Hemos pasado muchos años separados el uno del otro y ya no quiero estar lejos de ti.

Sonrío.

Es lo más verdadero y lleno de amor que me han dicho jamás.

Pablo: Yo tampoco quiero estar alejado de ti, ni de nuestro bebé. Lo único que quiero es que estemos juntos para siempre.

Ahora es ella quien sonríe y quien acaricia mi cara.

Ari: Así que vamos a viajar a Miami y vas a grabar ese pedazo de disco que va a ser la bomba y yo estaré ahí para verte y para ver como cumples uno de tus sueños -toca suavemente mi nariz-

Pablo: Si te tengo a ti a mi lado, ya es un sueño cumplido -la abrazo con fuerza pero, sin hacerla daño-

Daría mi vida por quedarme eternamente en sus abrazos. Cuando nos abrazamos, siento que me da la paz que me hace falta y siento que si ella está conmigo, nada puede salir mal.

Ari: ¿En qué piensas? -pregunta separándonos de nuestro abrazo-

Parece que me lee la mente. Siempre sabe cuando algo pasa por mi cabeza.

Pablo: ¿Por qué me conoces tanto? -le pregunto riendo-

Ari: Son muchos años ya... -ríe- ¿Me dirás en lo que piensas o no?

Pablo: Pensaba en que contigo a mi lado nada me puede salir mal -sonrío- Sí es cierto que el grabar este disco es algo muy diferente para mí porque en él cuento todo lo que he vivido en estos años contigo, aunque la gente no lo sepa -me sonríe- Este disco habla de ti, de mí, de lo nuestro... Y es por eso que tengo este vértigo, tengo miedo de defraudar a mis fans pero, sobre todo, tengo miedo de defraudarte a ti. Además, son varios años sin un nuevo álbum, sin gira... No sé -digo con esta angustia que siento-

Ella acaricia mi rostro suavemente y me abraza.

Ari: Tú sabes que todos tus fans estarán ahí, todos te esperan y yo soy la primera que me muero por escuchar ese disco que habla de nosotros -nos separamos y me mira son sus ojos brillando- Y que sepas que a mí no me vas a defraudar porque te amo y porque sólo quiero verte feliz. Así que quita esa cara y sonríe porque no vas a defraudar a nadie, métetelo en esta cabeza -toca con su índice mi sien-

Asiento y la vuelvo a abrazar.

Pablo: Yo no sé qué haría sin ti, te amo.

Ari: Yo también te amo, mi niño.

Vamos a volvernos eternos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora