Johnny se levantó de golpe, como hace mucho tiempo no lo hacía, con una especie de sudor frio recorriendo su espalda, y con el corazón a toda velocidad. Miró al exterior, el sol todavía no habia salido, estaba todo con un ambiente frio. Ya más calmado se recostó, mirando su techo, sin enfocar nada realmente, sólo vislumbrando sombras donde probablemente no las habia. Estiro su mano derecha, buscando a Theo, pero no estaba, su lugar estaba completamente solo, ya se habia acostumbrado a tener ese espacio lleno. Ya habían pasado dos días desde que su esposo habia ido a su viaje.
Sin evitar sentir esa punzada en el pecho se levantó, restregándose los ojos con las manos, intentando espantar el sueño que lo quería llevar nuevamente a la cama, se estiro para ver el reloj donde marcaba la hora, eran cuarenta minutos para las siete, y la señora Kean no le habia hablado ni nada.
Encendió su celular, encontrando con una fotografía de el y de Theo, dirigiéndose al menú mientras avanzaba hacía su sala, encontrándose con el chat que tenia con su esposo la noche anterior, habían hablado muy poco. Releyó los últimos mensajes:
Theo:
No ha sido un buen día.
Sólo faltaba un socio, pero no ha llegado, posiblemente llegue mañana.Johnny:
Y, ¿Qué dice tu papá con eso?Theo:
Si esta estresado, no lo muestra.
Intenta no mostrar tanto, se que le duele todavía, no se ha recuperado del todo.Johnny:
Tienes que procurar que este bien.Theo:
Lo intento, pero a veces no me hace caso, es obstinado.
Johnny:
Pues se parece mucho a ti.
Eres de los que más se parece a tu papá.Theo:
Lo tomaré como un halago.
Ahora, me debo de ir amor. Una cena con los socios que hay por ahora.Johnny:
Esta bien amor. Descansa.
Johnny se detuvo finalmente en la barra de la cocina, dejando su teléfono en la isla, acercándose a la alacena, tomando una taza, de un tono azul rey, colocándola en la cafetera y encendiendo esta, se recargo en la barra, viendo como el líquido oscuro, saliendo el vapor de esta misma. Terminando con todo, saco la taza y le puso leche y un poco de azúcar, dándole un tono más claro, llevándose el café a los labios, recargándose en la barra, mirando de reojo el teléfono, esperando algún mensaje de alguien.
Suspiró, en ese ambiente de soledad se sentía perdido, sumido en una oscuridad, tomo el teléfono y acercándose lo lanzó en el sofá, se acerco a encender la luz de la sala, tomando el café. Avanzando decidió dirigirse a su habitación, sacando la ropa que se iba a poner ese día.
Seguía sin escuchar nada, ni el teléfono, ni una voz que se le dirigiese. Pensaba que estaba solo, el sabia que tenia amigos, que tenia a su pareja, y familia que le importaba, pero en ese momento se sentía sumamente solo, olvidado. Se terminó la taza de café y la fue a dejar rápido en el fregadero, corriendo a bañarse, en cuanto entro al baño se empezó a quitar la ropa, dejándola en el piso, y entrando a la regadera lo más a prisa que pudo, deslizando los manerales de la regadera para que el agua fluya. Entre el agua que acariciaba su cuerpo desnudo, se imagino a Theo, no sólo estaba a tanta distancia, por un tiempo, sino que estaba con Amelia.
ESTÁS LEYENDO
Una Oportunidad Final. [Completa]
Romantizm¿El amor puede mantener juntos a dos personas? ¿El destino los querrá para toda la eternidad? Johnny y Theo han pasado tantas cosas juntos. A los dieciséis años se conocieron y se enamoraron perdidamente, pero por obras del destino tuvieron que sepa...