Comienzos difíciles.

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El primer día, el más ameno de todos. En el desayuno se entregan los horarios, que nunca son buenos, las clases solo son presentaciones y no hay deberes...pero,esto es sexto. Las clases han sido un martirio y tienen demasiados deberes y ¿trabajos?. A lo mejor Remus tenía razón con lo de dejar las distracciones a un lado y centrarse en los estudios por una vez. Al fin, llega la tan esperada noche, Sirius y James están sentado en el sofá de la sala común de Gryffindor, junto a Peter, charlando sobre cosas sin sentido. De pronto, un curioso James pregunta.

-Oye, ¿dónde se metió este?

Los otros dos se miran entre ellos y hablan al mismo tiempo.

-¿Quién?

-Coño, pues el hada del bosque, ¡Remus!

-¿Y quién sabe? va a su bola porque es muy inteligente y no puede estar nuestra presencia y bla,bla,bla... -Sirius bufa y se cruza de brazos.

Peter pone cara de culpabilidad, sus dos amigos lo notan y le dirigen una mirada interrogante.

-A ver... Como os lo digo...- comienza Peter -Remus está en esos días del mes. -Mira a los lados, sabe que su amigo no quiere que nadie se entere.

Los otros dos chicos están atónitos.

-Pero, no nos ha avisado-replica James, -¡siempre nos avisa!

-Ya, está un poco molesto con vosotros, no se lo toméis muy en cuenta.

Sirius pone los ojos en blanco.

-Me está poniendo enfermo. Y tú, Peter, ¿por qué no le has acompañado?

-Me dijo que quería estar solo. -Se encoge de hombros y mira hacia otro lado.- De todos modos no es lo mismo si no estamos todos juntos.

Desde entonces, Sirius no puede evitar preocuparse. Sus amigos siguen hablando de otras cosas y él, simplemente, hace como que les escucha. Ahora entiende el estado de ánimo que su amigo tenía ayer. Normalmente James, Peter y él, llevan registro de los ciclos lunares, pero, como era verano, no se habían puesto al día.

Por la mañana se dirige hacia donde ya sabe que lo va a encontrar. Se levanta con cuidado y sale de la habitación sin despertar a nadie, por la mañana James tiene un humor de perros y en cuanto a Peter, intentar despertarlo es un reto imposible, por eso, decide ir solo. Recorre los pasillos hasta llegar a la enfermería, donde busca con la mirada la cama en la que reposa su amigo. Cuando se acerca, se queda estupefacto al ver la nueva y enorme cicatriz que adorna (si se puede decir así) la cara de Lupin, no puede evitar sorprenderse y aproximar uno de sus dedos hasta casi rozarla. En ese momento, Remus suelta un pequeño gruñido.

-¿Lunático? -Susurra Sirius.

El aludido solo se revuelve en su sitio, incómodo, le había despertado.

-Yo... ¿me oyes?

Remus abre un ojo levemente.

-¿Sirius? -no puede evitar bostezar. -¿Qué... qué pasa?

-¿Te duele?...

Remus habré el otro ojo.

-Me duele todo.

Sirius al darse cuenta de que aún no sabe lo de la cicatriz decide cambiar de tema para no alarmarlo.

-Oye Remus, lo siento mucho, no debí decirte toda esa mierda, soy un idiota y tu también lo eres. Por cierto, ¿a quién se le ocurre irse sin decir nada?

Es interrumpido por Remus.

-Pedazo discurso te estás marcando, si paras te perdono.-Suelta una sonrisa boba.

El pelinegro ríe, ahora Remus está de buen humor y él igual.

-Vale, muy bien, perdonado,- concluye Remus-yo también me pasé un poco, supongo que me dejé llevar. -Suspira, como si le costase hablar

-¿Amigos? -pregunta Sirius con tono inocente.

-No seas idiota, claro que sí.

El pelinegro se acerca para darle un abrazo, pero el otro le para.

-Mejor no, esta mañana no me apetece morirme de dolor...

-Bueno, pero de todas formas habrá que levantarte para ir a clase.

-Ya, que mierda...deberíamos bajar el tono, la señorita Pomfrey puede oírnos.

-¿Qué importa? No es la primera vez que venimos a hacerte compañía.

-Ya, pero no quiero que se sepa de memoria todos mis asuntos privados.

-¡Con lo maja que es!

Entonces empiezan a hablar de sus clases, de los profesores que no comparten y de lo malos que son sus horarios (siempre siempre son malos).
Remus se quiere unir a un grupo de Aritmancia, Sirius no entiende como alguien puede querer estudiar eso, tampoco ha preguntado a Remus que quiere estudiar cuando salga de Hogwarts. Por su parte, Sirius seguirá en el equipo de Quidditch, James es cazador y Sirius es golpeador, según él, la posición más importante de todas. Sin que se den cuenta, ya es la hora del desayuno.

-Chicos, si no os levantáis ahora llegareis tarde a clase, ¿cómo estas cariño?-dice la voz de una dulce mujer, es la señorita Pomfrey.

-Muy bien, gracias por todo -contesta Remus con una sonrisa.

Desde primer año, la enfermera se había encargado de Lupin durante sus transformaciones, pronto en la mañana, se dirigía a la Casa de los Gritos para recoger al ya humano y generalmente dormido Remus. Los amigos del chico tenían una hora de margen para volver a sus cuartos o esconderse antes de que la señorita Pomfrey llegase. Por suerte, se llevaban muy bien con la Señora Gorda del retrato (no sabían por que) y les dejaba pasar aunque fuesen las cinco de la mañana. James sostiene que todo es gracias a su encanto aunque verdaderamente, todos intuyen que es por lo adorable que es Peter, la señora siempre le muestra su sonrisa más dulce.

Con cuidado Sirius levanta a su amigo de la cama, no es la primera vez que lo hace, pero, normalmente tiene la ayuda de sus otros amigos. Le sujeta para que se incorpore mientras Remus se apoya en él con cara de dolor.

-Chh... estoy destrozado-se queja.

Sirius se pega a él, cogiéndolo por la cintura y se van a la habitación de Remus, intentando no llamar la atención, misteriosamente siempre lo consiguen, bueno, no siempre , pero aprender el Obliviate les ha sido de gran utilidad. Llegan a la puerta de la habitación y el pelinegro le sostiene por las mangas.

-¿Podrás cambiarte sólo?

-Supongo... Siempre lo hago. De todos modos el pijama este es cómodo, podría ir así a clase.

Remus se apoya en el marco de la puerta y esforzándose más de lo que sería necesario la abre, por suerte, todos sus compañeros de cuarto menos Peter están desayunando, si no, tendría que dar muchas explicaciones.

-Hogar dulce hogar.

Sirius lo vuelve a tomar por la cintura y lo lleva hasta su cama, donde se sientan. Peter aun se encuentra profundamente dormido, incluso ronca. Remus habla de nuevo bajando el tono.

-Esta noche ha sido de las peores, aunque nada supera a la primera... ni aquella el año pasado cuando pasó lo de Snape... ni tampoco esa en la que me disteis una escoba para ver si podía volar...

-Porque no te pude acompañar, por eso.

Los dos sonríen y sus miradas se encuentran, haciéndose un silencio que rápidamente es roto por el pelinegro.

-Lun... Lupin yo ya me voy a cambiar, no quiero llegar demasiado tarde al desayuno.

Se separa y se dirige a la puerta.

-Black -dirije una mirada a Peter-espéranos en la sala común, ¿vale?

El aludido le asiente. Todo estaba solucionado.

...
Pero pero chavales que hemos publicado a los dos días después del anterior capítulo, 0w0 esperamos os guste y en fin dentro de poco irá viniendo lo bueno... 7w7

Como quieras || Wolfstar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora