La clase de pociones la impartía el profesor Horace Slughorn, cuya alumna preferida era Lily. Aunque, sin duda alguna , el mejor alumno fuese Severus. Este hecho molestaba especialmente a Sirius y James quienes estaban acostumbrados a destacar por encima del resto de alumnos. Sin embargo, ni ellos mismos podían negar magistral habilidad del pálido chico. Ese día, la clase aprendería a realizar Amortentia, conocida hasta el día de hoy como el filtro de amor más potente de todos.-Buenos días a todos chicos -saludó el profesor- debido a una reciente modificación en el programa, pasaremos directamente al tema de la Amortentia para después continuar con la Tercera Ley de Golpalott -todo el mundo comenzó a hablar por lo bajo- Chicos chicos, tranquilos... Bueno, como os iba diciendo...
El profesor explicaba de forma mecánica y pomposa, habló sin parar por diez minutos cuando por fin les dio luz verde.
-En fin, quiero que esta vez realicéis el trabajo individualmente a modo de examen. Coged cada uno un caldero. Todos los ingredientes que necesitáis se encuentran en el armario trasero, ¡ya podéis comenzar! -concluyó alegremente.
Cada alumno cogió un caldero, casi tirando el armario al buscar los ingredientes todos a la vez. Slughorn prefirió pasarlo por alto.
Al finalizar la clase, nadie excepto Snape y Lily habían conseguido una Amortentia perfecta, la de Remus tenía un color demasiado oscuro, aunque era mucho mejor que la de Peter, que era verde oscuro y olía muy fuerte a pegamento.
-¡Genial chicos! Veo muchas mejoras desde principio de curso, algunos os tendréis que esforzar más pero no os preocupéis, este es un nivel bastante avanzado.
Slughorn tomó aire y continuó hablando.
-Como sabéis el olor de la Amortentia es muy peculiar, de hecho, es el reflejo de a quien más amamos y es que, para cada persona, desprende un aroma distinto. Por ejemplo...Lily, ¿puedes venir un segundo?
Lily se acercó al profesor, quien había tomado la poción de Snape como ejemplo.
-¿Qué hueles?
James miraba nervioso.
-Huelo a... Madera de escoba... a hierba y... Bueno, solo eso.
- Muy bien muy bien... -aprobó el profesor sonriente, dándola permiso para volver a su sitio.
Los ojos de este fueron a parar a Sirius quien miraba para otro lado distraído.
-Señor Black, ¿podría acercarse o está demasiado ocupado contemplando el paisaje?
El chico se sobresaltó, haciendo que el resto de la clase se riese. Asintió y caminó hacia el profesor.
-Y bien... Que hueles...
Sirius olió la poción y sus ojos se abrieron como platos.
-¿Señor Black? -insistió el profesor.
-¡Ah ya! A ver, Huelo a flores, sí sí... y pues a madera también...supongo.
Slughorn estaba muy poco convencido, su ceño fruncido era una clara muestra.
-¿Se está burlando de mi, chico? Diez puntos menos para Gryffindor
Desde la clase de pociones el mal humor de Sirius había ido incrementando, hasta que James se atrevió a preguntar mientras se dirigían a la clase de Encantamientos.
-¿Nos vas a decir que oliste en realidad o es top secret?
Sirius lo ignoro y siguió su paso.