Al fin, los cuatro amigos bajan a desayunar. Nadie menciona nada sobre la nueva cicatriz, pero Lupin, empieza a extrañarse de las miradas que recibe de la gente. En la puerta del comedor ven a un chico pálido, de pelo negro hasta los hombros y que viste con los colores de Slytherin.
-¡Quejicus! ¿a quien esperas?,¿a tus amigos imaginarios? -dice James, alzando la voz y así, llamando la atención de algunos alumnos que comienzan a soltar risitas.
Sonríe como un tonto. Sirius refunfuña y Snape gira lentamente sobre si mismo mientras lanza una mirada desafiante al ejecutor del insulto.
Sirius y Peter ríen mientras que el primero choca los cinco con el que hizo la burla.
-Potter, que original, mejor solo que mal acompañado.
Severus no parece ofendido, últimamente no se ofende con nada. Sin embargo, James lo está y mucho, puede llegar a ser un inmaduro. Están en su sexto año y aun parece el primero.
-Si tan listo te crees demuéstralo.
-Vale, me apetece practicar un poco Potter- dijo con asco.
El insultado mira hacia abajo y adentrando la mano en el bolsillo deja ver su varita, la cual saca con rapidez, tiene claro que si le consigue acojonar lo suficiente se tragará las palabras, todas las que le ha dicho, y para ello no hay mejor hechizo que...
-Sectumsem...
En ese momento Lily aparece por el pasillo, conversando con alguna de sus amigas, la joven pone una cara de desagrado al ver la disputa entre Snape y los chicos... de nuevo.
-Chicos, YA, ¿no tenéis nada mejor que hacer? -hace una breve pausa mientras rueda los ojos y recuerda que lo de defender a Snape ya no es una prioridad, le da pena, sí, pero él mismo se lo ha buscado-Venid a buscarme al comedor cuando se os pase la tontería.
Se va hacia dentro mientras hecha un último vistazo entre despectivo y apenado a Snape, este solo la mira y da media vuelta dispuesto a irse.
-¿Habeis entendido lo que decía?-pregunta Remus.
-No, ni idea- responde el de pelo desordenado.
Deciden sentarse en la gran mesa de Gryffindor al lado de Lily. Hay comida de todo tipo, desde bollos hasta gelatina(que bueno, para desayunar... en fin, para gustos colores). Charlan un rato y, finalmente, la nueva marca de Remus sale a relucir.
-Por cierto Rems, ¿qué te ha pasado en la cara?-señala la pelirroja.
-Nada, ¿Qué me pasa en...?-Remus se eriza de pies a cabeza al ver como sus amigos hacen gestos de negación a Lily como si quisiesen evitar algo. La pobre solo pone cara de confusión. En ese momento, se lleva las manos al rostro, notando un dolor punzante al tocar una herida la cual recorre con la mano, percatándose de que, prácticamente, le corta la cara a la mitad; concretamente esa noche, acabó totalmente adolorido, no había celula de su cuerpo que no se sintiera aplastada y, la verdad, no se había parado mirarse en el espejo para ver las nuevas marcas que se había inflinjido. Odiaba eso, solía pensar que al empezar a estudiar magia, aprendería a curarlas, gran error, en su lugar aprendería que "Toda herida provocada por una maldición es, hasta el momento, incurable".
-¿Co-cómo no me lo habe-beis dicho?-se levanta de la mesa aún en estado de shock y se va a paso rápido, intentado no llamar mucho la atención.
-Mierda mierda mierda... -susurra Sirius y decide ir detrás de él. Sus amigos y algunos alumnos le miran extrañados, a causa de esa reacción tan brusca, pero, da un poco igual. Al fin y al cabo es su amigo... joder.
Le sigue desde una distancia de precaución. A ver, será idiota, pero no tanto como para saber que, cuando Remus se enfada (cosa que ocurre alguna que otra vez cuando los astros se juntan, los planetas se alinean, el cielo se abre... bueno, se entiende la idea), es de persona inteligente y precavida dejarle su espacio. Ve como el licántropo se mete en el baño de la primera planta. Cuando entra le ve mirándose al espejo, muy de cerca y tocándose la cicatriz. Sus ojos están abiertos como platos y, de vez en cuando, los entrecierra un poco al notar dolor mientras pasa su dedo.
-Rems... -susurra Sirius, llamando la atención del otro chico que se gira para mirarle directamente a los ojos.
Está roto. Remus Lupin ha llegado a su punto límite. No sabe que hacer. Sin darse cuenta está temblando. Nunca había sentido tanto miedo desde los cinco años. La noche en la que Greyback se coló por su ventana. La noche que inició todo. Ya sabía lo que le esperaba, más escusas, más mentiras, más miradas. Ahora, cada vez que se mirase en el espejo, vería el verdadero reflejo de lo que era. Un hombre lobo. Un monstruo. Sus padres nunca le habían permitido llamarse así mismo de esa forma, Dumbledore tampoco. Ellos decían que solo era un niño enfermo. Remus se consideraba en parte así. Se consideraba un niño enfermo capaz de masacrar todo humano que viese a su paso. Esa clase de niño enfermo.
Entonces, suelta toda su tensión y sonríe.
-¿Por qu-qué no me lo dijiste? ¿vienes a decirme todas esas cursiladas y me dejas ir por el colegio con esta pinta?
-No sé... No quería que te asustases...
-¿Por qué debería asustarme? No es nada del otro mundo, no es nada malo.
-¿Estás bien?
El de ojos grises le observaba preocupado. Se acercó un poco más él. Remus suspiró y frotó su cara, seguía doliendo.
-Sí, estoy bien.
-¿Seguro?
-Sí.
-¿Seguro?
-Sí, Sirius, cállate...
Sus ojos están húmedos y le cuesta hablar un poco.
-Ey Remus, no llores, sé lo que estas pensando y... No, no eres un monstruo, te puedo asegurar que yo he vivido con monstruos de verdad y...
-Sirius, nadie ha hablado de monstruos ni nada.
-Oh ya -mierda- es decir, no es lo que pienso, obviamente.
-Se te da mal callarte ¿sabes?
-Bueno, no se me puede dar bien todo-le mira ladeando la cabeza, con las cejas subiendo y bajando rápidamente.
Mientras tanto, en el comedor, James y Lily están un poco preocupados.
-¿No crees que están tardando mucho?
-Deberíamos ir a ver -responde Lily asintiendo.
Tras un rato de estar buscando por los pasillos llegan al baño. Se encuentran a los dos chicos, de frente. Parecen incómodos y ninguno de los dos habla. Al verles, Lily y James suspiran de alivio.
-Pensé que os estaríais peleando o algo.
-Lily, a veces piensas demasiado mal de nosotros.
°°°
Sirius llamando monstruo a la gente(ste men). <(737)/
