Invierno en Hogsmeade.

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Como si nada, la Navidad llegó a Hogwarts. Sirius no hablaba mucho con Remus desde aquel día pero, ahora que estaban solos, no les quedaba más remedio. 

-Nunca había visto Hogwarts tan vacío -dijo el pelinegro en el desayuno.

-Ya, es impresionante - contestó Remus, dando un pequeño mordisco a una magdalena- ¿qué haremos hoy? 

-Podríamos coger la capa invisible y...

- James se llevo la capa, al fin y al cabo es suya 

-Aburridooooo-replico Sirius mientras se balanceaba en si silla.

-Venga sólo llevamos dos días aquí, podemos hacer muchas cosas...hacer nuevas amistades. Por cierto, la chica que fue contigo al baile también se ha quedado, podrías aprovechar para hablar más con ella si te gusta.

La sonrisa inocente de Remus le revolvió las entrañas, si solo supiera lo que ese día en la clase de pociones había podido oler. Vamos, exactamente el olor que uno de sus mejores amigos, en concreto, uno que tenía en frente suyo. Disimulando su corta abstracción de la realidad sacudió la cabeza como si nada y miro de vuelta al rubio.

-¿En tu plan de actividades he oído exploración en el bosque o salir alguna taberna? porque me parece haberlo hecho. 

-Sabes que no he dicho nada pero si es lo que quieres, podemos salir fuera siempre que nos dejen.

-Siempre que nos dejen... -repitió Sirius y dirigió una mirada hacia los pocos profesores que desayunaban en la mesa- podemos ir a Hogsmeade,  a Las Tres Escobas,  somos casi mayores de edad y la señorita Rosmerta nos conoce -bajó el tono- no creo que tenga ningún problema en servirnos un poco de whisky de fuego.

-No sé Canuto, las visitas a Hogsmeade están programadas, no te dejan ir así  como así-replicó negando con la cabeza- además, ¿tienes autorización? 

-Sí, algo así. Mira,  solo somos dos, seguro que Mcgonagall no tiene ningún problema en dejarnos ir.

-Pero es peligroso, las cosas están cambiando.

 -Es solo un día Lunático. Un día,

 - Vale-suspiró-, está bien, pero pasaremos por Honeydukes,  me estoy quedando sin chocolate desde la última vez. 

-Perfecto, trato hecho. 

La mañana fue algo aburrida, como las dos anteriores.  Poco después de la hora de comer fueron a hablar con Mcgonagall , tras media hora de insistencias, la profesora accedió a dejarles marchar. Ese año, Sirius no había pisado Hogsmeade, las visitas eran mucho menores que las de años anteriores y, además, cuando se organizaban solían estar ocupados. Una fina capa de nieve muy blanca cubría el pueblo en su totalidad.

Cuando llegaron,  fueron directamente a por su anhelado whisky de fuego. Tal y como decía Sirius la señorita Rosmerta no tuvo problema en dejarle entrar y servirles lo que le pedían gracias, en gran parte a los encantos de Black. 

- Lo echaba mucho de menos.

 - Sí la verdad es que esto es mejor que hacer amigos pero, ya oíste a la señora Mcgonagall, no debemos pasarnos de la ralla 

 -No te preocupes Rems está controlado.

Al final ya llevaban cinco vasos cada uno y Rosmerta, a la que Sirius ya no le parecía tan atractivo, les tuvo que echar para que se fueran de vuelta al colegio con un poco de reparo, por que iban un poco tocados.

-¿Seguro que podéis ir solos chicos? 

-Pero vamos a ver,  ¿sabe usted con quien está hablando? yo llevo más whiskys que este chaval de aquí y estoy entero. Llevo tomando alcohol desde la cuna, mi hígado está casi perforado.-entre refunfuñas les dejo marchar.

Como quieras || Wolfstar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora