Los días pasaban y mientras el Sirius hacía todo lo posible por acercarse más a su amigo, este no podía evitar sentirse incómodo. Ya habían pasado dos semanas desde el beso y los cuatro amigos se encontraban sentados bajo un árbol que había en el jardín.
-La semana que viene jugamos contra Hufflepuff, lo están haciendo bien esta temporada -puntualizó James.
-¿Lunático, Colagusano vendréis a vernos? -los dos chicos de miraron y Remus fue el primero en responder.
-Últimamente estoy muy ocupado y me gustaría adelantar trabajo, no creo que vaya.
-Pero si te lo pasaste genial en el anterior no seas tonto -Remus solo se encogió de hombros.
-Ya deberíamos volver al castillo, se está haciendo de noche -dijo, cambiando de conversación.
Sirius habría querido preguntarle si fue por el beso, pero Peter estaba delante y no sabía nada, era mejor así, si no se lo contaría a todo el mundo. Eso le hizo plantearse si Peter era de verdad un buen amigo.
...
Remus se levantó temprano en la mañana de un lunes que parecía normal, quizás demasiado temprano, bajó solo a desayunar con el libro de encantamientos en mano para estudiar un poco antes de clase.
El gran comedor estaba prácticamente vacío, solo la mesa de Ravenclaw estaba algo llena, con alumnos revisando sus apuntes de diversas materias, típico.
Tomó algo de zumo de naranja y dos magdalenas, como acostumbraba, también sacó una de las tabletas de chocolate que solía comprar el Honeydukes y siempre llevaba al desayuno. Minutos después James y Peter ya le acompañaban en la mesa.
-Sirius sigue en la cama, como la bella durmiente que es -explicó James, sin siquiera molestarse en saludar.
Remus mostraba ahora una media sonrisa. Cuando el final de la hora del desayuno se acercaba los búhos mensajeros irrumpieron en el comedor con sendas cartas o periódicos, Remus, como acostumbraba recibió su ejemplar de el Profeta pero no reparó en leerlo, estaba ocupado charlando y ojeando de vez en cuando su libro de hechizos.
Un joven de pelo negro despeinado y con cara de sueño entró bostezando en la sala, era Sirius, por lo que se veía no había dormido nada bien. Se sentó a trompicones al lado de Remus.
-He dormido de pena chicos -tras decir esto tomó una jarra metalica de café y una taza.
La mala suerte o su mal pulso hizo que derramase el café sobre el periódico de su amigo.
Remus se sobresalto y agarro rápido la revista para evitar que se terminará de arruinar, James hizo uso de su sarcasmo.
-Créeme Remus , Sirius te hizo un favor-pero Remus no hacía caso este se había quedado observando una pequeña fotografía en el lado inferior izquierdo de la partida, rápido abrió la revista y se puso a buscar como un desesperado entre las páginas arrugadas por el líquido derramado encima.
-Eh mundo llamando a Lunático, venga hombre si tanto te importa que Sirius te la pague
-¿Pero a precio de kiosco o suscrito? -estos seguían riendo pero al ver que su amigo no reaccionaba decidieron ver que era lo que le mantenía ocupado, James le arrebató la revista, para enseguida levantarse.
-!!SÍ Lunático sí!! Esto es... es genial-dentro del periódico se encontraba un artículo sobre la nueva e innovadora poción matalobos, la cual era una solución impensable hasta ahora por Remus, el cual se estaba levantando con lentitud de la mesa.
-James baja la voz, tengo exactamente a la persona a la que le voy a pedir que me la preparé.
-Pues el profesor de pociones quien si no.
- No, no creo que lo hiciera, me detesta, pero tengo alguien a quien puedo convencer.
-ser a un honor ayudarte, no tienes porqué rogarme -Sirius le proporcionó una sonrisa maliciosa a lo que Remus rodó los ojos.
-si tu me hicieras la opción lo mismo en luna llena me transformaba en conejito, no mi solución está entrando ahora mismo ... ey EY SEVERUS ESPERA
El aludido le ignoró, avanzando como si no le oyese hacia la mesa de Slytherin. Remus avanzó torpemente hacia él mientras sus amigos le juzgaban y algunos alumnos miraban sorprendidos. El licántropo bajó la voz.
-Severus... Podemos hablar un momento a solas -Snape alzó una ceja.
-¿A solas?
-Sí, es sobre un tema de pociones, no entendí bien la ultima clase y...
- Es una broma, seguro.
-Por favor, confía en mi un poco... -y así, por algún extraño motivo logró convencerlo.
Aunque, seguramente, el de pelo negro solo quería quitárselo de encima y acabar su desayuno tranquilamente.
Lupin llevaba su mojado periódico en la mano y andaba contento seguido de el otro. Llegaron al baño de la planta baja y tras asegurarse de que no había nadie Remus comenzó a hablar.
-Bueno, que quieres
-Es difícil de explicar
-Pues esfuérzate, no tengo todo el día -el más alto no habló, solo abrió la mojada revista y le mostró la pagina en concreto.
-Poción...matalobos - Snape le miró impresionado-fascinante.
Leía el artículo sin entusiasmo, pero haciendo en su mente un minucioso análisis y, de vez en cuando, asentía o ponía una mueca que Remus, esperanzado intentaba descifrar sin buenos resultados.
-supongo que quieres que te la haga, me parece bastante infantil por tu parte.-las esperanzas del chico cayeron, seguida de su cabeza y hombros.
-Severus... Por favor... Haré lo que quieras, les diré a los chicos que dejen de molestarte o a Lily que te perdone o lo que quieras, por favor -El otro negó- Vamos...seguro que publican la receta en una de esas revistas que lees...
-¿De donde sacaré todos los ingredientes? Y de todos modos ¿te beneficia? Tiene muchos efectos secundarios -los ojos de Remus se cristalizaron.
-Por favor... -Snape rodó los ojos.
-Mira, vale, pero tú robaras los ingredientes a Slughorn y tú le dirás a tus amigos que no me molesten y tú le dirás a Lily que lo siento -entonces, unos brazos rodearon al pelinegro.
-¡Pero qué haces! -este los apartó.
-Solo estaba siendo agradecido, jo.
-Nada de agradecimientos Lupin. Además, ni siquiera sabemos si harán la fórmula pública.
-¡Tienen que hacerla! En estos casos siempre lo hacen.
-Ya, pero a nadie le gustan los hombres lobo.
-¡Por eso precisamente!
-No deberías emocionante tanto, en realidad solo lo hago para que me dejéis en paz ¿contento? -el otro asintió.
-¿Cuando estará lista?
-Cuando se publique, haya estudiado el procedimiento, consigas todo lo que necesito y la prepare correctamente, en unas 7 semanas aproximadamente.
-Pero...pero me transformo pasado mañana.
-No es mi culpa que no la hayan inventado hace 7 semanas -Remus gruñó.
-Menuda mierda.
-Ya ya sí, todo es un mierda, voy a desayunar, reflexiónalo un poco si quieres- y, secamente salió del baño.
Remus no salió, se quedó mirándose en el espejo, dentro de unas semanas ese sería el reflejo de un mago normal y sano.