Sirius el egoísta.

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Los días pasaban rápidamente. Su relación con Snape había mejorado, sus amigos estaban sorprendidos (y no de buena forma) por su nueva... ¿amistad? Pero, sin duda, el que más sorprendido estaba de todo era Sirius.

Él siempre había odiado al palido, era como un reflejo del perfecto Slytherin. No le gustaba Slytherin.

Remus pasaba cada vez menos tiempo con sus amigos de siempre, la poción era extremadamente dificil de preparar así que tenía que poner todo de su parte si quería que funcionase todo bien.

Hoy Remus se encontraba por los pasillos, charlando con sus amigos, cuando vio al de ojos negros pasar a su lado.

-Sev, ¿al final quedamos esta tarde para "estudiar"? -dijo alzando un poco la voz para llamar la atención del nombrado, este se volteó, formando una fina sonrisa y llamando la atención de algunos alumnos curiosos que pasaban.

-Lo siento, pero no puedo, tengo cosas que hacer, deberes y eso ¿puedes mañana?

-¿Qué vas a hacer, practicar el Avada Quedabra con los niños de primero Quejicus? -respondió Sirius cortante.

Sus amigos se hubiesen reido pero, la mofa, no tenía ningún sentido en esa situación. Snape solo negó con la cabeza y puso sus ojos en blanco ante la infantil actitud.

-Canuto, cállate y no le llames así, no ha hecho nada.

-Venga, ahora le defiendes, ¿qué es?¿tu novio? -Remus se puso un poco rojo, pero de ira.

-Uyyy, si se ha puesto rojito.

-Ey,  Sirius, déjalo ya, estamos en medio de los pasillos -James había elegido el mejor momento para actuar racionalmente.

-Bueno,  ya era hora de sacar del armario a la parejita -algunos alumnos les miraban de reojo, Remus apretaba los puños, Severus se limitaba a mirarle serio, sin abandonar la escena.

-Tengo que ir a hablar con Slughorn,  ¿vienes Remus?-Remus asintió y le siguió, tenía una hora libre de estudio y no le apetecía nada pasarla con el animago de pelo negro.

-Canuto, perdón tío, pero eres gilipollas, pareces una niña de trece años -Sirius hizo burla a James por lo bajo

-Lo último que necesita Remus es que la gente diga que es gay- añadió Peter.

-Bueno, él se lo ha buscado.

-Últimamente estás muy raro,  ¿cuántas veces le has tenido que pedir disculpas a Lunático? ¡Con todo lo que te preocupabas por él!-siguió James.

-Como si él se preocupase alguna vez por mi...

-Eso ha sonado muy egoista por tu parte-señaló Peter.

-Será la sangre Slytherin que corre por mis venas -James rodó los ojos y Peter suspiró.

Al fin habían llegado a la biblioteca. Por primera vez, James se alegraba de ello, ya no tendría que oir al nuevo y más inmaduro Sirius.

...

El licántropo no dirigió la palabra a Sirius en tres días después del incidente. El rumor de su relación con Snape había crecido exponencialmente y la gente incluso había comenzado a burlarse de ellos. Remus estaba teniendo unos días de perros.

De un día para otro los vinilos de Sirius habían desaparecido de su maleta y, de un día para otro, James y Peter se habían enfadado también con él y, de un día para otro se sentía muy arrepentido por lo que había hecho.

"Tío eres un idiota", era lo único que se le pasaba por la mente.

Era sábado y Peter y James estaban en el campo de Quidditch entrenando, bueno al menos James. Peter lo estaba mirando recostado en el césped. No había señal de lunático desde por la mañana, ya se había cansado de estar enfadado por nada, bueno, no exactamente nada y es que en realidad, sí que podía estar un pelín celoso. La sola idea de que Remus pudiera estar interesado en ese... esperpento... con ese pelo... un escalofrío recorrió toda su espina dorsal, así que decidió salir a merodear.

No le apetecía demasiado salir vestido con corbata y uniforme y decidió vestirse totalmente informal, total no había clases, era sábado.

Cogió una camiseta negra y unos pantalones vaqueros que había pillado en una tienda muggle cerca de Londres en un viaje con su familia, y en el q por supuesto se había escapado. Después, salió de la habitación llenado hacia la sala común, paso al lado de las chicas de Gryffindor y Lily se fijó en que iba un poco acelerado.

-Black, ¿a que se deben las prisas?

-Llego tarde a un sitio y pues...bueno.

-Que novedad, no pensé que eso importara -Sirius todo los ojos.

-Bueno, pelirroja, ¿no habrás visto a Rems por aquí?

-No, ¿por?

-Bueno, es que verás... si llega tarde conmigo... Me refiero a que no puede llegar tarde conmigo.

La chica le miró poco convencida, para después asentir y dejar que un acalorado Sirius saliera por la puerta.

Este recorría los pasillos, el comedor, los alrededores del colegio, incluso en la biblioteca, entonces se le ocurrió la gran idea.

Algo d entró de él, le impedía imaginarse a Remus en aquel lugar, pero aun así, decidió ir. Desde el patio se dirigió a paso firme y apresurado hacia las mazmorras en las que se encontraba la casa Slytherin, el no podía entrar, entonces, Remus tampoco, un chico pasó cerca suyo y ahí vio su oportunidad.

-¡Eh! tú, chaval, ¿no sabrás donde esta Quejicus?,¿o sea, Snape? -Por un momento el chico le miro con asco para después responder.

-Yo de ese no se mucho, pero estaba con un sangre sucia llendo hacia la torre de astronomía -si no fuera por que llevaba prisa le habría partido la cabeza por llamar a Remus, a SU Remus sangre sucia.

No había pensado en la torre de astronomía, no era la asignatura más popular del colegio y ni él ni Remus la cursaban. Era el típico lugar en el que quedaban las parejas para enrollarse. Mierda. 

Subió escalones y escalones sin detenerse, sorprendiéndose de su propia agilidad, hasta llegar al aula, al abrir la puerta encontró, sentados en el suelo, a los dos chicos con un libro de pociones y con algunos matraces llenos con sustancias de dudosa procedencia.

Como quieras || Wolfstar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora