•°Inazuma Eleven°•[Paolo Bianchi/Fidio Aldena x Oc]

CAPÍTULO 9: ICHINOSE KAZUYA; EL FÉNIX

Pov Anissa

Bajé del autobús.
A pesar de estar en verano un aire frío me dio de frente, cosa que hizo que subiera la cremallera del chándal y metiera mis manos en los bolsillos. El día estaba bastante nublado, por lo que hoy las temperaturas habían bajado un poco al no tener el calor del sol. Dentro de poco iba a empezar a llover.

Empecé a caminar.
Había quedado con Ichinose frente a la estatua de la plaza central del área Estadounidense.

No tardé mucho en llegar allí, ya que las indicaciones señalizadas eran bastante claras.

La plaza central era bastante grande y concordaba bastante con el resto del decorado del viejo oeste que posseia el área. En el centro del lugar había una estatua de piedra de un hombre bigotudo que tenía en algo un lazo a punto de ser lanzado a alguien para atraparlo. Sin lugar un viejo sherif del viejo oeste, aunque me hubiera gustado también ver a Alexander Hamilton.

Bajo sus pies me esperaba Ichinose. Vestía el chándal de su equipo, me esperaba cabizbajo y con tristeza. No entendía por qué tenía el rostro con aquella expresión.

-¡ichinose!

Al escuchar mi llamado desde el otro lado de la plaza alzó la cabeza. Al verme sonrió, abriendo sus brazos, y cuando llegué a su lado me refugié en ellos en un fuerte y feliz abrazo.
Cuando nos separamos no podía dejar de sonreír.

-¡Eres increíble, Ichinose! Fuiste invitado a unirte a la selección estadounidense. -empecé a felicitarlo con ilusión.

-¿Yo? ¡Mira quien fue a hablar, la primera mujer en participar en un mundial!

Los dos reímos, ilusionados por nuestros méritos. Ambos habíamos llegado muy lejos y estábamos contentos por los logros del otro.

-Pero bueno, ahora no es momento para hablar de eso-le quite importancia, sacudiendo una mano-El asunto es, ¿ya te decidiste a decírselo?

Erik me miró confuso, ladeando la cabeza y alzando una ceja.
-¿Decirle el qué a quien?

No evité el bufido de exasperación que salió de mis labios.
-¿No te acuerdas de la última conversación que tuvimos los dos solos? ¿Cuando estábamos a punto de ir a enfrentarnos a la Academia Alius? -le recordé. -La próxima vez que hablásemos sería sobre declararte a Aki. ¡Recuerda hombre!

Las mejillas del castaño se tiñeron de un fuerte color rosado, nervioso por el rumbo que estaba tomando la conversación.
-¡N-No es por eso!

-¿Entonces porqué es? -pregunté confusa.

Ichinose me había llamado única y exclusivamente a mi. No veía a Domon allí, y a Aki tampoco. Quería hablar en específico conmigo sobre algo. ¿Qué otra cosa podía ser si no era sobre una declaración a nuestra gerente y amiga de la infancia?

(N/A: Lo siento por quien no le guste, pero aqui hay IchinosexAki. ¡Son tan lindos juntos!)

Entonces en el rostro de mi mejor amigo volvió a sumergirse en ese gesto de tristeza y seriedad. Volví a tener aquel mismo malestar que ayer noche, cuando terminó la llamada. Algo andaba mal.

-Estoy celoso de ti. -confesó.

-¿De mi? ¿Por qué?

No entendía por qué me estaba diciendo aquello.

-Estás recuperada al completo, puedes volver a jugar al fútbol.

-Igual que tu. Tu también estás recuperado -obvié. Y entonces pensé en donde quería llegar a parar con la conversación. -Ichinose, estás recuperado, ¿verdad?