CAPITULO 28:CAMPEONES

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Pov Anissa

—Bidibi Bodibi Bu...—murmuré extrañada, viendo aquel paquete encima de la cama, leyendo la tarjeta que indicaba quién me enviaba el objeto. Supe de inmediato de quién se trataba. —Loa.

No tenía pruebas, ya que la tarjeta no venía firmada por el nombre de mi amiga, pero tampoco dudas. La conocía lo suficientemente bien como para saber que ella era quien me lo enviaba.

Hoy por la mañana había sido el final del mundial, en el que ganamos el encuentro y nos coronamos como los mejores del mundo. Era uno de los días más felices de mi vida.
Pero también de los más ajetreados. Después de eso, nos habían metido en una sala de conferencias, y nos habían acribillado a preguntas sobre nuestra experiencia, el cómo nos sentíamos y demás. Los flashes de las cámaras de los periodistas y paparazzis nos habían acribillado. Jamás había tenido tanta envidia a las gafas de Jude como ahora. Él no se había quedado medio ciego por culpa de los flashes.

Pero ahora ya habíamos vuelto al albergue para poder prepararnos para la fiesta de despedida que los organizadores del torneo habían preparado parar nosotros. Y, cuando subí a mi habitación, me encontré aquel paquete.

El padre de Loa era el organizador del torneo de clasificación del grupo asiático, así que seguro ella sabría de la fiesta y de que iría con otro traje. Y eso no podía ser posible para ella, le daría un ataque.

Cuando le dije la primera vez que asistí a la fiesta de Inglaterra con traje, me amenazó con ir a Lioccott para darme una colleja. Se puso hecha una fiera conmigo, y ahora quería evitar que yo hiciera el ridículo de antemano. Así que ya me intuía lo que había dentro de aquel paquete tan bien embalado.
Solté un suspiro, abriendo la caja para ver el vestido que Loa me había mandado. Me imaginaba algún vestido pomposo y horrible, que no me atrevería a ponerme ni aunque estuviera muy desesperada. Pero cuando lo vi, no me esperaba para nada eso.

—Oh...
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Pov Narradora

El lugar donde los organizadores del torneo habían elegido para celebrar la fiesta de despedida era un viejo palacio romántico en la zona central de la isla. Las luces bañaban todo de color dorado, decorado con flores, un banquete enorme con una pinta fabulosa y una pequeña orquesta con música en directo.
Sus invitados se encontraban en la pista de baile, los más adultos conversando entre ellos mientras bebían champán. Los jugadores conversaban entre ellos, algunos con más soltura al encontrarse en un entorno más familiar, como Edgar, pero otros simplemente estaban un tanto incómodos por llevar aquellos trajes, algunos escapando del típico traje negro tradicional.

Lo bueno de aquella fiesta es que algunos de los adultos, los cuales eran entrenadores de equipos superiores o patrocinadores deportistas, habían ofrecido un puesto en sus equipos de gran nivel. Aquellos eran unos tratos muy importantes para aquellos chicos que tanto adoraban el fútbol, ya que les daría la oportunidad de llegar a lo más alto, a ser jugadores profesionales.

No obstante, los verdaderos protagonistas de aquella fiesta aún no habían aparecido. Inazuma Japón se había contagiado de su capitán y vicecapitana, siempre llegando tarde a todos lados. Ya estaban todos los equipos participantes de aquel mundial a excepción del equipo ganador.

—La verdad, no me sorprende que lleguen tarde. —comentó Edgar con simpleza. —Esos dos harían llegar tarde hasta a la liebre.

Ya había ocurrido en la fiesta en la que el equipo inglés invitó al japonés. Todos los miembros aparecieron a tiempo, a excepción de aquel par que los lideraba. Mamoru sucio con el uniforme de portero, y Anissa subida a su espalda como si no le importase mancharse. ¡Y en esmoquin! ¡Blasfemia! A Edgar le hubiera dado un casi algo, si no hubiera estado demasiado ocupado en querer desmotivar a los japoneses y ligar con Fuyuka. Cosa que no consiguió, ni una ni la otra.

•°Inazuma Eleven°•[Paolo Bianchi/Fidio Aldena x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora