•°Inazuma Eleven°•[Paolo Bianchi/Fidio Aldena x Oc]

CAPÍTULO 14: LA LEYENDA DE LIOCCOTT; SEGUNDA PARTE

Pov Anissa

Estabamos entornados alrededor de Natsumi, quien nos contaba sobre las supuestas llaves de la leyenda, y la leyenda en si.
Todos manteníamos nuestras bocas cerradas en busca de saber lo que parecía estar ocurriendo en aquellos momentos.

—La leyenda proviene de la antiguedad de esta isla, se dice que era el lugar donde coincidían los reinos de los ángeles y los demonios era el Monte Magnitud, el volcán en el centro de la isla. Se cree que durante mucho tiempo los habitantes de ambos reinos se enfrentaban entre ellos por ver quien tenía el poder, pero sus enfrentamientos nunca tuvieron fin. Hasta que usaron otro método de batalla: el fútbol que tanto usaban los humanos para resolver sus diferencias. Como resultado del encuentro, ganaron los ángeles y el rey demonio quedo encerrado, dando paso al fin de la guerra—terminó de narrar la de cabellos ondulados.

Durante unos momentos todos nos quedamos callados, analizando la historia fantasiosa que Natsumi nos había narrado.

—Bueno, solo es una leyenda, pero que Haruna y Anissa tengan las "supuestas" llaves de la leyenda y que no puedan sacarselas es bastante extraño y provoca inquietud. —añadió.

—Entonces debe ser real...—murmuró Toramaru con algo de miedo de pensar que dicha leyenda era verdadera.

La incertidumbre creció en todos nosotros, que nos mirábamos unos a otros con semblantes medio serios y preocupados. Al ver nuestros rostros y caras largas, Sue decidió ponerle fin al asunto.

—Por el momento no debéis preocuparos, de seguro si hacemos vida normal se terminarán soltando—dijo de manera despreocupada—Así que dejar de miraros como si les hubieran dicho un presagio de muerte y a entrenar, que lo necesitais.

Todos estuvieron de acuerdo a eso último, asi que volvimos al entrenamiento. Nos pusimos cada uno en sus cosas, realizando ejercicios en busca de mejorar.
Nuestras amigas nos observaban desde el banquillo. Hasta que Natsumi se dio la vuelta, queriendo irse de allí.

—¿Ya te vas Natsumi? —preguntó Aki viendo las intenciones de la nombrada de marcharse.

—Si, lo siento por no poder quedarme mas tiempo, pero realmente tengo muchos asuntos que atender ahora mismo—le respondio mirando a su amiga.

Volvió a girarse para irse, pero no avanzó, cuando volteo el rostro para seguir su camino se paró de inmediato al ver a una figura que observaba el entrenamiento del Inazuma Japon. Cuando los demas jugadores percibimos esa figura, nosotros también paramos el entrenamiento y volteamos a verle.

—¡Fidio!—sonreí alegre de volver a verle.

Sentí mis mejillas sonrojarse levemente y mis ojos brillar de la ilusión de encontrarnos. Claramente reprimi mis ganas de correr a su encuentro y lanzarme a sus brazos.

—Fidio,¿quieres entrenar con nosotros?—le preguntó mi hermano desde el portería.

Miré mal a mi hermano.
Claro, Fidio ha venido hasta aquí desde su área para entrenar. No será que tiene novia japonesa y quiere pasar un rato con ella. Hermano idiota.

—¡Claro, pasadme el balón!—pidió alzando un brazo.

Como era yo la que tenía el balón bajo sus pies, alcé el esférico y lo patee para poder pasárselo al muchacho.
Cuando lo recibió en su pecho, todos pensamos que correría en dirección a la portería, pero la verdad es que no hizo ningún amago de correr, sino que lo chuto pasándosela a otra persona. Esa persona era Teres, y con él (apareciendo cuando se pasaban el balón entre sí) lo acompañaban Mark y Dylan del Unicorn, Tiago de Los emperadores y Edgar de The Knights of Queen.
Su presencia había causado una gran sorpresa para todos, pero eso no evitó que los recibieramos en nuestro campo de entrenamiento de muy buena gana.