CAPÍTULO 23:EL FIN DEL TIRANO; PRIMERA PARTE

734 55 9
                                    

Pov Anissa

Salimos de la caravana a paso lento, pero muy animado. Acabábamos de llegar al hospital para ver a nuestro entrenador

—Vamos chicos—alenté emocionada acercándome junto con todo el equipo hacia las puertas del hospital.

—El entrenador Hibiki nos espera — me apoyó Mamoru también emocionado.

Hoy no habíamos tenido un buen día, pero el hecho de que el entrenador Hibiki estuviera bien nos alegraba bastante. Además, no podíamos mostrarnos preocupados ante el equipo. Sospecharían de que algo andaba mal y no me apetecía contarles sobre lo ocurrido con el partido de Orpheo y The Little Gigant junto a la traición de nuestra antigua mánager.

Fue entonces que, antes de que pudiéramos abrir las puertas, alguien las abrió desde dentro. Del interior apareció Natsumi y el señor Araya

—¡Natsumi!—exclamó Aki sorprendida y alegre de verla allí.

¡Oh mierda puta joder! ¿Era enserio? ¿No quiero hablar de ella y me la encuentro de narices en el hospital? Señor todo poderoso, si me escuchas, ¿Porque me haces esto? Solo quería tener un buen día en lo que quedaba, no quería dramas por un mísero día de mi vida, solo quería vivir tranquila.

—¿Que estas haciendo aquí? ¿Y quien es este hombre? ¿Y ella?—preguntó la chica de gafas rojas sobre la cabeza y cabello azulado al darse cuenta de la presencia del anciano y de Hanako a su lado.

La de cabellos cobres sonrió, como si nada a pesar de que yo aparté la mirada medio molesta aún con ella. ¿Rencorosa? ¿Yo? Si, para que negarlo.
—Él es el señor Araya, el entrenador de The Little Gigant, la selección costaleña. Y ella es Hanako, su gerente.— volvió a presentarlo, pero esta vez al resto del equipo

Natsumi tenía todo el derecho a estar acompañada de quien quisiera, sin embargo todos quedaron levemente extrañados al saber quien era su acompañante. ¿Porqué estaba con él?

—¿Y porque estas con el entrenador del Congo?—preguntó Aki.

Tensé mi cuerpo, porque yo ya sabía la respuesta a aquella pregunta.

—Porque soy la gerente de él equipo—respondió con obviedad la peli cobre

Todo el equipo se sorprendió, a excepción de yo y mi hermano, quienes ya sabíamos la verdad desde aquella misma mañana. Es verdad lo que dicen, la verdad siempre sale a la luz tarde o temprano. Nadie pudo decir nada, no solo por la sorpresa que se habían llevado por la noticia, sino también porqué en ese momento apareció un chico exclamando para obtener la atención del señor Araya, Hanako y Natsumi.

Era uno de los jugadores de The Little Gigant, lo supe por el chándal, y venía corriendo agitado.
—¡Natsumi! ¡Hanako! ¡Entrenador!—exclamó una voz joven.

—¿Ryuu que ocurre?—preguntó el anciano preocupado por el estado en el que venía uno de sus jugadores.

—¡Es terrible, están atacando el área del Congo!—respondió.

Todos abrimos los ojos sorprendidos por la noticia. Pero ahora no era momento de pensar, sino de actuar.

—¡Rápido, vayamos a ayudar!

Subimos a la caravana Inazuma y arrancamos a toda velocidad hasta el área del Congo.
A los veinte minutos llegamos a nuestro destino.
El barrio principal estaba destrozado, reducido a escombros. Un montón de personas estaban corriendo despavoridas chillando asustados por el ataque.

—Vamos chicos ayudemos con lo que podamos — dijo Mamoru, asentimos sin dudarlo.

Nos separamos y empezamos a ayudar a la gente que corría despavorida, ofreciéndoles un lugar seguro a dónde ir y acompañándoles.
Estaba corriendo por el caos, junto a mi hermano, buscando más heridos o gente que nos necesitase.

•°Inazuma Eleven°•[Paolo Bianchi/Fidio Aldena x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora