Enamorada De Mi Profesora De La Universidad.

"primeras veces"

—Las invito a cenar.

Brillan los ojitos de la pequeña.
Scarlett me ve de forma extraña.

—no están obligadas, solo es una invitación.

—Mamiii...

Habló rudo la nena tirando de la mano de su pelirroja madre.

—Está bien. Aceptamos.

Dice dudosa.

—Quiero saber que le has hecho a mí hija para que esté ahogada en ti.

Me encara, Scar.

—Yo... Yo no la hecho nada, solo soy buena gente.

Digo  inocente.

—Clarooo... Y yo me llamo Julieta.

—Y yo que creía que te llamabas Scarlett.

Dije aguantando la risa. Me volvió a mirar mal

—Solo bromeó, solo bromeo...

Levanto los brazos en forma de rendición.
Estalla en una carcajada. Es mi turno de verla extrañamente... Aunque no puedo, me embobo observando a ese ángel pelirrojo.
Pero, Jess, ¡¿Qué dices?! Sacudo mi cabeza a los lados quitando esos pensamientos. Y sonrío encantada por su risa.

—También bromeaba.

—¿Lo hacías?

Dijo con fingida sorpresa. Continúa riendo. Coloca sus manos en sus bolsillos del blazer que posee por el viento habido. Me empuja suavemente.

—Anda, vamos o Jack comenzará a destriparnos con tal de comer algo.

Río por su estúpida ocurrencia.

—Es una niña.

—Entonces una Jacka, sra Schnneider.

—Srta, jóven Miller.

Voy del lado del conductor para subirme y noto que Scar no se subió, la miro y ella está observandome.

—Sube.

Entro y ella lo hace seguidamente.

—¿Lo dices en serio?.

—Tan en serio como que finalizó la serie Rizzoli & Isles.

Comienza a reír.

—¿En serio?.

Continúa riendo.

—Para.

—ok,ok,ok.

—¿Hamburguesas?.

Pregunto

—¿Papas?.

Dicen Scar y la niña a la vez.

—¿Hamburguesas y papas?.
Digo haciendo gestos.

—¡Siiiiii!

Responden riendo juntas.

***

—Ya no doy más.

Dice la pequeña Cate, pasando su manita por la panza.

—Yo tampoco.

Continúa Scar.
Me río de ellas.

—Y eso que hay helado de postre.

Digo como si nada.

—¡¿Qué?!, ¿Y recién me lo dices?.

Me exclama Cate.

—Si, Jess. ¿Recién nos lo dices?.

—Bueno, eh. También, no me lo han permitido. De la manera en que devoraron las hamburguesas tuve miedo de hablar.

Dije de forma estúpida.
Comenzamos a reír.

—Jess, no somos los Croods.

Dijo la niña entre risas.

—¿Los Croods?.

Pregunté extrañada.

—oh... Jess... Mami, tenemos mucho que enseñarle a Jess.

Habla graciosamente la niña. Me dió tanta ternura.

—ya estamos listas para el postre.

Se me fue la ternura.

—con ustedes estoy en bancarrota.

Nuevamente, estallan en risa. Me siento privilegiada por poder presenciar este momento tan especial.

Terminamos y fuimos a un parque cercano a bajar la comida, sí,  a "bajar" la comida. Porque terminé enfriando mi parte trasera en un banco con peso extra encima de mí.
Cate se durmió en mis piernas, con su pequeña cabecita en mi cuello, no podía dejarla.

—¿Sabes conducir?.

Se pone nerviosa.

—yo,yo eh... sí, sí.

—Genial.

Me levanté.

—Saca de mi bolsillo la llave, vas a conducir.

—¿Estás loca?. ¿Cómo voy a conducir semejante coche?.

Habla sorprendida.

—¿Y si lo chocó?.

—tranquila, eso no pasará. Tú puedes.

Me ve serena.

—está bien...

Dice dudosa.

—Ey... Mírame. Tú puedes. Yo iré sentada atrás con Cate. Mantente tranquila.

Sus manos tiemblan.

—hablemos... ¿Estás preparada para el examen? Uff... Qué pregunta.
¿Vives con tu madre?.

—eh... Si, si. Aún vivimos allá.

—¿Piensas mudarte?

—No, estoy bien con ella. Cate está bien y segura.

—¿Qué música escuchas?

Intento distraerla.

—no la escucho. No me llama la atención.

—Aún así andas con auriculares...

—Sí, no soporto mucho el silencio.

—pero no te llama la atención la música...

Intento entender.

—La pongo, pero no la oigo directamente... ¡No sé cómo explicarlo!, pongo música, pero no le presto atención. ¿Mejor?

—mucho mejor.

—Genial.

Veo que me ve por el espejo.

—y, ¿Usted vive sola?.

—si, vivo sola.
Digo perdiendo mi mirada en la profundidad del viejo Seattle nocturno.

—¿Cómo se siente eso?.

Buena pregunta...

...

Espero sus comentarios y estrellitas