Enamorada De Mi Profesora De La Universidad.

Parte sin título 1/3

Me quedé embobada viéndola salir de la cafetería.
Estoy sonrojada, ¿Por qué tengo qué sonrojarme?

—Euu... ¿Te sientes bien?.

Me pregunta Nancy.

—S-si, sí.

Respondo

—es que me queme con el café.

Le digo.

—el café, ajá.

Se mete Matt y yo quiero matarlo.

—El desayuno, chicos.

Aparece el de turno.

—para tí, pelirroja, es esto.

Me da un bol y de mi lado hay un papelito. Un número de celular. Lo miro mal y me hace gesto, observo el papel nuevamente "jess❤"  dice.
Madre mía, mis manos transpiran, muevo mi pierna nerviosamente.

—¿otra vez el café?.

Me dice Nancy de forma pícara por el de la barra.

—Otra vez el café.

Digo afirmando pausadamente.

...

Llego a casa y está mi madre con Cate en sus piernas viendo TV.

—buenas...

—¡Mamiii!

Mi pequeña salta por mí, dejo mis cosas en el piso y la sujeto.

—¿Cómo está la princesa más hermosa de todo el reino oscuro?.

Le hago la misma pregunta desde 1 después de nacer, al darme cuenta que ella era solamente mía y que yo no la culpabilizaba por formarse en mi vientre sin permiso alguno.

—Estoy tan extravagante como siempre, reina oscura.

Me responde lo mismo desde que aprendió a formular más de dos palabras a la vez.
  Es nuestro ritual, solamente nuestro, ni mi madre se mete en esto. Es una manera de conexión que compartimos.
Siento vibrar mi celular en el bolsillo de la chaqueta que tengo puesta, bajo a la niña nuevamente al sofá, cojo mi móvil. Número sin agendar.

—"Buenas tardes, ¿Cate ya está en casa?.
   Atte: Jess❤"

Contesto, no contesto. Contesto, no contesto. Ta-te-ti... A la mierda.

—"Hola, sí está aquí.
Atte: Scar"

Contesté 3mnts luego de recibir el WhatsApp.

—"Te llamo por Skype."

Subo corriendo a mi habitación, entró de golpe. Tomo la laptop, la enciendo.

—"okey"

Llama, contesto.

—Hola, Miller.

Dice sonriendo.

—P-profesora, ya llamo a Cate.

—No le digas para que es, que sea sorpresa.

No borra su brillante y encantadora sonrisa.

—¿Cuánto costó el desayuno?

Cuestioné.

—lo mismo que el café.

Dijo con suspicacia.

—¡Cate, ven un minuto, cariño.!

—voy, mami.

Grita mi pequeña.