Juicio...

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Presente...

Narrado en tercera persona...

Emilio despertó dentro de una prisión, no recordaba casi nada de lo que había sucedido, solo recordaba que eran al rededor de la 1:00 de la tarde cuando esté enfrentó a Eric, luego de eso Eric ordenó a su gente que se lo llevarán para encerrarlo, lo dirigieron a las celdas y antes de entrar sintió  un fuerte golpe en la nuca que lo dejó noqueado, después despertó volviendo en sí, así que se paró...

-Emilio- se escuchó la voz de su mujer que su celda estaba enfrente, -¡Emilio, gracias a Dios estás bien!.

-¡Victoria!, ¡Aún te preocupas por mí!- dijo alegre el hombre. Ella algo apenada dijo, -Si, al fin y al cabo, eres mi esposo.

-¡Eso me alegra mucho!... Y ¿Arturo?.

-¡Aquí estoy señor presidente!, Le ofrezco una enorme disculpa por lo que pasó-. (se refería al momento cuando los encontraron).

-No se preocupe oficial.- le contestó Emilio -Y... Victoria- continuó -perdoname por engañarte, por engañarte  a ti y a la ciudad, me dieron su confianza y yo les fallé. Su esposa susurró -Pues ¿que le hizo ese golpe que lo puso tan sentimental?- sin embargo ella aceptó con sinceridad y alegría sus disculpas, -Emilio, me alegra que estés arrepentimiento, aunque aún no te perdono del todo...-

-¡Lo sé!- lo interrumpió el hombre -Te prometo que haré todo lo posible para recuperar tu confianza, tu perdón y tú amor...

-¡Muy bonito, muy bonito!- se escuchó una voz que parecía haber escuchado toda esa charla, era Vicente el que los había atrapado unas horas antes y que ahora parecía estar a su cuidado en las celdas,
-Es bonito reconciliarse antes de ser ejecutado...-

-¡Ser qué!- lo interrumpió Emilio algo asustado e impresionado.

-¡Uy perdón, arruine la sorpresa!- exclamó con sarcasmo Vicente, más vale que se ponga elegante para mañana señor presidente, todo el pueblo lo estará viendo, ahora sí me permiten es mi hora de comer.- dijo mientras salía y cerraba la puerta por fuera de las celdas.

-Bueno,- dijo Emilio con algo de tristeza -Creo tengo las horas contadas...-

-Yo no pienso en eso- lo interrumpió el oficial
-a esa gente le hace falta siempre revisar que uno no tenga nada en sus bolsas- dijo mientras sacaba su celular y su radio.

-¿A qué se refiere oficial?- preguntó Emilio algo sorprendido pero con buen presentimiento.

-Bueno- continuó Arturo con una sonrisa -ahora que nadie nos vigila puedo pedir nuevamente ayuda al ejercicio para que vengan detengan a Eric Peña y acaben con esto de una buena vez-.

-Oficial, ¡Es usted un genio!.

-Y ¿Cuando llegaría el ejercicio?- preguntó la esposa de Emilio.

-Como les dije que es una emergencia, me confirmaron que llegarán mañana, la hora no la sé.-

-Pero- continuó Victoria -¿Y si nuevamente, la ayuda no llega como cuando la solicito el día de la matanza?.-

-Es cierto- le siguió Emilio -¿Por qué no llegó el ejército el día que se solicitó?.

Arturo solo levantó los hombres, -No lo sé, pero espero que en esta ocasión si lleguen...-

Mientras tanto con Eric...

Eric estaba emocionado, sabía que mañana sería un día importante para el, por fin Emilio pagaría por todos sus crímenes y el se auto proclamaría como un nuevo presidente de Santa Ana.
Mientras él pensaba en estas cosas recibió un mensaje de uno de sus trabajadores, que le indicaba que prácticamente el palacio estaba listo como escenario de lo que sea que Eric estuviese planeando tendría un final muy sangriento.

En eso escuchó el anuncio que comenzaba a sonar en las calles, el cual decía que la gente se reuniera en el palacio de gobierno municipal para presenciar el juicio de el ahora ex presidente Emilio, hora de reunión: las 12:00 del día en el ya mencionado palacio de gobierno.

En fin la noche paso y el día del "juicio" llegó, eran las 9:00 de la mañana Emilio estaba ya despierto cuando escuchó la voz de Vicente acercarse hacia el.

-Bueno don Emilio la hora se acerca- decía mientras otros dos hombres vestidos de negro abrían la celda para sacarlo a jalones, mientras que su esposa lo veía con la tristeza de no poder hacer nada, tampoco tenía a sus hijas ya que la había separado de ellas cuando los capturaron y a ellas se las habían llevado a otro lugar lejos del palacio con el resto del gabinete, y el oficial Arturo, a pesar de que ya tenía un plan, tenía la preocupación de que este fallara y las consecuencias fuesen fatales, el ejército le había informado que llegarían de sorpresa y que tratarían de arrestar a Eric por las buenas, pero si se negaba e iniciaba un enfrentamiento ellos lógicamente tendrían que responder...

-Será mejor que se ponga muy elegante, siempre es bueno morir con elegancia señor presidente- le decía Vicente a Emilio mientras lo trasladaban a las duchas después ducharse lo llevaron a una habitación donde lo encerraron completamente, faltaban 2 horas para que esto comenzará y la gente ya se empezaba a reunir a las afueras del palacio.

Mientras tanto con Victoria y Arturo ellos estaban en sus celdas cuando entró otra persona perteneciente a Eric, -Eric quiere que este al lado de su esposo- dijo mientras abría la celda y sacaba a Victoria, ella temerosa pero con la confianza de que saldría viva de lo que estaba por venir aceptó sin oponer resistencia y solamente obedeció a la orden dejando solo a Arturo el cuál después de esperar un rato volvió a comunicarse con el ejército nacional.

-Señor, de verdad, es una emergencia y necesito que el ejército llegue a Santa Ana- decía Arturo desesperado.

-No se preocupe oficial- le contestó la voz de una mujer, -El ejército ya va en camino- a lo que Arturo se tranquilizó un poco y supo que ahora el tenia que empezar a actuar.

-La seguridad de Eric es tan estúpida- dijo mientras se acercaba a las tejas -les falta más práctica y deben aprender a revisar- ahora sacaba unas llaves que eran de las celdas y comenzaba a abrirlas,
-No creo que la ciudad prospere con ese tipo de seguridad tan barato, si Eric quiere lograr un cambio necesita primero hacer un examen de habilidades a su gente y no tomar personas a lo tonto, y eso haré exactamente cuándo está pesadilla termine, reclutar nuevos policías y honrar la memoria de los caídos-.

Concluyó mientras con el mayor silencio este lograba salir de la comisaría y se dirigía hacía las instalaciones de la televisión local de la ciudad, el ya sabía que es lo haría solo necesitaba que todo saliera correctamente ya que cualquier error de que alguien lo descubriese arruinaría el plan, el tenia que seguir la transmisión para saber en dónde comenzar a actuar y tenía que hacerlo rápido ya que solo le quedaban una hora y media.

Mientras tanto Emilio estaba encerrado vistiéndose, ya que no podía hacer otra cosa y temía de lo que le pudiesen hacer si el no obedeciera a la orden, ahora solo esperaba a que alguien se lo llevará y, después de un largo rato escuchó la voz de Eric el cual estaba afuera de la habitación.
-Es feo saber que vas a morir- le dijo.

-Al menos en mi muerte demostraré que puedo ser nuevamente honesto- le contestó Emilio.

-Me impresiona tu valentía- le dijo Eric mientras abría la puerta y pasaban por el dos "purificadores" para tomarlo y arrastrarlo
-Es de aplaudirte y reconocerte, serás recordado...-

-Señor- llegó Vicente
-Ya es hora...-
Emilio con una sonrisa se dirigió hacia Emilio y le dijo:
-¿Estás listo para tu juicio?-.
A lo que Emilio con temor pero firmeza le contestó:
-¡Estoy listo!...

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