Localización.

7 0 0
                                    

Narrado en primera persona...

Estaba en mi recámara esperando a que fuera la hora de la comida, la verdad era raro que yo estuviese ahí ya que siempre me la pasaba en la sala del edificio con don José o con Martha, platicando o jugando algún juego de mesa. A veces pensaba en la posibilidad de tratar de llamar a mis padres, pero siempre lo olvidaba.

Decidí bajar a la sala pero al bajar vi como todos estaban desesperados tratando de cerrar y bloquear todas las entradas del hotel.
-¿Qué está pasando?- le pregunté a una persona que estaba cerca de mí.
-Van a hacer el juicio del presidente, pero don José nos pidió que cerraramos todo por si esto se sale de control-
Entonces recordé que si, cuando estábamos cenando en el canal local transmitieron eso, de un juicio a Emilio y creo que también a doña Victoria su esposa, según Eric Emilio pagaría por sus crimenes y todas esas cosas.
-¡Atención todos!- escuché finalmente la voz de don José, -Como ya ven Eric va a juzgar a Emilio y la verdad, tengo un muy mal presentimiento de que esto no terminará en la ejecución y ya, siento que algo malo va a pasar así que por favor, que nadie salga de aquí y vallan a sus recámaras todos- concluyó.

Yo me acerqué hacia donde él estaba.
-¿Por qué le preocupa tanto eso?- le pregunté.
-Tuve una especie de visión en mi sueño hijo- me contestó, -Tal vez te suene extraño o gracioso pero sí, cuando fue la masacre tuve un sueño parecido y ahora esto...-

-¿Usted es como adivino, o esas personas predicen cosas?- le pregunté pensando que el podía predecir el futuro o algo así.

-No- me contestó -No veo el futuro ni nada, solo lo soñé y algo me dice que es o será real.-

-¿Qué cree que pueda pasar?- le pregunté con miedo.

-Algo similar o peor que el día de la matanza- me contestó nervioso, -por eso quiero que estés en tu recámara, Martha ya está en la suya.-

-Oiga,- le dije -Y, ¿quienes pueden estar allá afuera?.-

-No lo sé, pero creo que estará la gran parte de la ciudad.- me contestó.

Fue cuando pensé tal vez mis padres podrían está en el palacio, si los buscaba y los encontraba podría volver a mi vida normal o, aprovechar todo el relajo que había en las afueras para poder ir a mi casa, tal vez si mis padres no vivieron y yo voy a mi casa me los puedo encontrar, pero y si no... Tenía ya formulado varios planes para volver a casa sin que nadie me reconociera pero todos mis planes tenían sus contras que me hacían dudar para llevarlos en práctica, sin embargo la idea del "tengo que hacerlo" era lo que me motivaba más.
Ahora, ¿Cómo el explicaba a don José qué tenía que salir para buscar a mis padres? Tal vez era tan fácil como para decirle "hey don José, mis padres están allá afuera, ¿Puedo salir a buscarlos?", Era más que probable que me dijera "No, es peligroso, mejor cuando esto acabe trataremos de llamarlos", pero de verdad, hace días que no veo a mis padres, aparte no tengo ropa limpia aquí solo pude conseguir 2 prendas y ya, pero en lo demás don José me trató muy bien a pesar de no conocerme al inicio, se portó muy amable conmigo y me abrió las puertas de este lugar. De verdad no sé que hacer, arriesgarme a salir a la calle a buscar a mis padres o quedarme aquí, no puedo desaparecerme sin decir adiós y las gracias... De verdad... No sé que hacer... Mejor opte por comentarle a don Jose así que eso fue lo que hice.

-¡Oliver!- me dijo José sorprendido, -¿Por qué no has ido a tu recámara?-.

-Verá don José- comenzé algo nervioso por lo que me fuera a responder o como fuera a reaccionar, -Hay una gran posibilidad... De qué mis papás se encuentren allá afuera, y de verdad me encantaría estar nuevamente con ellos, encontrarlos, volver con mi familia, así que me preguntaba si, me daría permiso de poder salir a buscarlos.- don José se quedó callado por un momento mientras yo solo esperaba que el se negara.
-¿Qué tan seguro estás de que tus papás estén ahí?- me preguntó finalmente.
-Muy seguro- le contesté.

El solamente se volvió a quedar callado pensando que hacer si dejarme ir o no.
-Pero, ¿Y si no están ahí?, ¿Y tu vida corre peligro?- me dijo,
-Tengo miedo de que algo te pase, y si pasa una tragedia y sales lastimado, será mi culpa-.
-Por favor- comenzé a insistirle, -Se que es peligroso, pero mis papás han de estar preocupados por mí, y yo estoy preocupado por ellos- concluí.

Don José después de pensarlo me dijo -Vamos al techo, tengo unos binoculares, trata de localizarlos y si los encuentras dejo que salgas.- Aunque su propuesta me pareció algo ilógica, no tuve otra opción más que aceptar, don José fue a la bodega por los binoculares y fuimos hacia el techo, allá pude ver a toda la gente reunida en la calzada del palacio, recordé cuando fue el día de la matanza, era la misma cantidad de personas, en el techo había un pequeño cuarto en la esquina que miraba hacia el palacio, ese cuarto contaba con un gran ventanal, nos metimos ahí y don José me dió los binoculares.
-Recuerda- comenzó a decirme, -si logras reconocer a tus dejo que bajes a buscarlos, por favor, se sincero y no me engañes- me dijo pensando que yo podía decir que había visto a mis papás pero estos eran otras personas y, como el dijo, engañarlo.
-No se preocupe don José- le dije -No lo voy a engañar.

El sonrió, dando a entender que creía en mi, así que comenzé a buscarlos, primero comenzé por el palacio donde pude ver a Eric y a su gente, luego seguí buscando hasta llegar al lugar donde los había perdido, de ahí en las demás cuadras pero no los encontraba, seguí buscando mientras escuché que Eric comenzaba a hablar pero la verdad no presté atención a lo que decía ya que estaba más concentrado en encontrar a mis padres. Volví a hacer la misma ruta de búsqueda una y otra vez pero no los encontraba, en cambio José observaba aquel escenario, las personas y hasta en frente Eric, yo sabiendo la preocupación de el traté de hacer todo rápido, traté de localizarlos más rápidamente, pero era demasiado complicado.
Finalmente después de mis hijos intentos fallidos de localizarlos decidí bajar los binoculares y regresarselos con algo de tristeza a José, tristeza que el pudo ver en mí.
-¿Qué te parece si nos quedamos aquí para poder ver esto?, Así, si tus padres llegan tu podrías darte cuenta- me propuso.
Yo acepté alegre y motivado, así que eso fue lo que hicimos, quedarnos en el techo, que era el único lugar seguro, así que decidimos esperar en ese lugar, sin sospechar en lo más mínimo, la tragedia que estaba por suceder...


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 03, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

UN LUGAR... ¿MEJOR?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora