Somnífero»»Kookmin

Trivago

¿Cómo que sólo una persona se había anotado en los diez espacios que habían ahí? ¿Cómo que aquello no era una broma para ese chico?

-Aquí claramente dice- Hoseok volvió a leer-, Jeon Jungkook, en todas las casillas. Lo buscaré para la siguiente fase y tú, mi pequeño amigo lo tendrá que probar.

Su sonrisa era de ganador, contento por haber vencido otra vez al más bajito, Park era adorable con su carita de derrota. Era como verlo intentando no parecer molesto, con una mueca curiosa. Sonriendo pero en donde se nota molesto.

Lo rodeó entre sus brazos riendo bajito, el menor sólo hizo un sonido para indicar que estaba ahí, y cuan indignado lo había dejado esa hoja.

-Se ve muy seguro, llenó la hoja con su nombre- río acariciando su cabello en un masaje, sabiendo lo mucho que Jimin amaba sus dedos en el cuero cabelludo.

-Aish, no quiero verlo, ¿Qué tal si es un psicópata?

-No lo creo, pero puedo darte seguridad en la puerta, si lo deseas. Lo llamaremos justo ahora.

Jimin jugaba con la orilla de su sudadera, nervioso por lo que pudiese pasar. Jung puso el altavoz, ayudando al pelinegro a sentarse sobre la barda.

Un timbre.

Dos.

Tres. Y contestó.

Una voz suave, pero bastante masculina. Cada fonema ponía los poros de su piel en punta. Sus labios formaron una o minúscula asombrado con ello.

-¿Diga?

Las manos del chico-pildora sudaban ligeramente, pues la vergüenza lo consumía lentamente.

-H-hola Juncuc, soy Jimin-ah... Etto... Y-yo...

-¡Oh! Hola Jimin, ¿viste mi nombre en la lista? Me llamo Jungkook, Jeon-guk así se pronuncia.

Hoseok cerró los ojos, el chico se le antojó un poco idiota.

-Ya vale, perdón. Bueno... ¿T-tú pusiste tu nombre m-muchas veces?

-Sí, estás buscando a alguien que no se duerma, hoy es tu día de suerte.

-Ajá sí, he escuchado esto tantas veces.

- ¿Pero que significa que habiendo tantos lugares para escoger, Jungkook te ayude a encontrar tu mejor opción al mejor precio? ¿Insomnio? Jungkook.

-¿Trivago?

-Sí, entonces
... Diablos, jamás pensé que el primero en llamar serías tú.

Jungkook pensó en voz alta agradecido con al fin poder hablar con su amor platónico.

-Vale, esto es incómodo. Es la idea de mi amigo, no yo. P-por favor no creas que soy una zorra. Yo uhm.

-Está bien, lo entiendo. Pero no creas que no estoy interesado en participar. Yo nunca duermo.

Recalcó para que no le fueran a quitar la lo oportunidad.

-Eso es imposible.

-Desafortunadamente sí, moriré pronto.

El tono de su voz era sepulcral y su color grisáceo. Demasiado trágico como para creerlo sólo porque sí.

-¡Ya! No digas bobadas. Entonces...

-¿Entonces?

-¿Cómo nos vamos a ver?

-Abriendo los ojos, Jimin.

-No es gracioso... ¿Te parece si vamos a la salida por un helado, quiero asegurarme de que no seas un loco.

-Vale, nos vemos en la entrada.

-¿Cómo te reconoceré?

-No hace falta, yo te conozco bien.

-Jungkook...

-¿Si?

-Por tu voz debes ser muy bonito.

Soltando una carcajada por la cara de bobo que Jimin tenía, Hoseok tomó el teléfono y colgó, antes de que se unieran más.

Ver la carita de Jimin en color carmín se le antojó dulce.

Jeon Jungkook miraba todo a unos veinte metros de distancia.

Y como rayo que lleva el viento, se levantó para ir a casa. No quería que su pequeño le pusiera de apodo "el mapache", el trayecto fue rápido incluso cuando lo recorrió a pie. La adrenalina que le generaba el saber que tendría una cita con nada más y nada menos que el chaparrito de cabello suave y pómulos altos hizo que el tiempo pasara volando.

Una vez maquilló con dedicación sus ojeras, pudo ver a la persona que era antes de este problema. Una vez que la base cubrió la palidez de su demacrada cara, se reconoció como el apuesto muchacho que solía ser. No lo malentiendas, él sabía que no era feo, pero quitarse un poco la máscara de Halloween le estaba dando mucha seguridad.

Colocó un poco de bronceador en las zonas precisas para dar forma a su rostro y cuidó algunos detalles. Lo suficiente para lucir vivo pero sin que el maquillaje se notase.

Jungkook quería lucir como antes.