Taehyung mira las paredes blancas de aquella habitación y suspira.
Es obvio que salir no es su primera opción. Ni la segunda. Esta encerrado en el baño de su propia casa mientras que afuera hay una fiesta llena de música, alcohol y quien sabe que tantas cosas más. El castaño podría quedarse allí o simplemente desaparecer y nadie se daría cuenta.
Aunque vamos, estar encerrado en un baño fingiendo hacer pipí es mucho mejor que estar afuera en una fiesta que ni siquiera organizaste y pretender que miras mensajes en tu celular, cuando lo único que miras es tu bonito fondo de pantalla de un lindo perrito.
—eres un tonto, Jimin.— el castaño se recarga de la tina y abraza sus piernas. El suelo está helado pero no piensa sentarse en el retrete. No de nuevo.
Trata de poner algo de música en su celular, pero unos golpecitos en la puerta lo interrumpen mucho antes de tomar el aparato.
—no, no puedes entrar.— dice. Pero los golpes en la puerta no paran.
—¿taehyung? Hola.. — el castaño abre los ojos como platos al escuchar una voz que ni en millones de años lograría confundir. —¿te falta mucho? Necesito entrar y....
—hay otro baño abajo.— es lo único que logra formular el chico, antes de empezar a balbucear cosas sin sentido.
—lo sé, ya intente ir. Pero al parece está ocupado.
—ahora salgo, jungkook.
((🔍))
—tu baño es lindo.
Taehyung ladea la cabeza con una expresión divertida y se encoge de hombros.
—supongo que los baños debe ser lindos.
—me refería que... si, tienes razón.
—a nadie le gustaría ir a un baño feo.
Jungkook se cruza de piernas y decide cambiar de tema para evitar hablar de los baños y sus decoraciones.
—el ponche que sirven allá bajo, es delicioso. ¿Lo hiciste tu?— pregunta.
—Si. No.
Jungkook sigue hablando del ponche y del ligero sabor a durazno que este tiene, pero taehyung ya no lo escucha, porque, dios, el pelinegro es tan bonito e inalcanzable. Que hace que se le olvide que está sentados en el único baño desocupado de la casa.
Jungkook echa un vistazo a toda la habitación y sus ojos se clavan en la ventana que está justamente arriba de la puerta. Jura no haberla visto antes. Todo el lugar es blanco con una mezcla de grises. Los muebles son de mármol con los cajones de madera oscura, hay una planta cerca de la puerta, y un lindo espejo arriba del lavamanos.
Un baño lindo sin duda.
—¿quieres bailar?— pregunta el pelinegro repentinamente, aún con la mirada perdida. Mientras se levanta y se sienta en una esquina de la gran tina blanca.
— la verdad, no quiero salir de aquí.
—no hay necesidad de hacerlo.
Taehyung no entiende y jungkook parece captarlo porque saca su celular y pone un playlist en aleatorio, se levanta y deja el teléfono en el mismo lugar donde estaba sentado. El castaño aprieta los labios para no sonreír, y se limita a repetir la acción del chico.
—¿estás sugiriendo bailar en un baño?— pregunta taehyung, el más alto tararea la canción mientras asiente con la cabeza. — de acuerdo.
